sábado, 11 de diciembre de 2010

Un 90 % del girasol ya fue implantado



Perfil de una campaña con revancha

El girasol volvió a recuperar superficie. Gracias al acompañamiento del clima, los cultivos avanzan en las distintas zonas con buenas perspectivas. La tecnología vuelve a ser la opción elegida por los productores.


La campaña de girasol ya está prácticamente definida, gracias a las precipitaciones ocurridas entre septiembre y octubre. En buena parte de las regiones girasoleras, la siembra se produjo en fechas óptimas y hubo un incremento del girasol Alto Oleico. Así, se confirma que los productores decidieron apostar por el girasol, un cultivo que cobró rentabilidad gracias a los precios internacionales y que se presenta como mucho más seguro en un año signado por el fenómeno de La Niña.
De acuerdo con el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se ha implantado el 92,2 % (1.594.260 hectáreas) del área proyectada. Luis Arias, responsable de La Pampa y oeste de Buenos Aires por Cazenave & Asoc., cuenta que en su zona “la siembra de girasol estaría prácticamente finalizada. Este año se sembró en buena época –octubre principalmente- y el área aumentó entre 10 y 20 por ciento respecto de la campaña pasada, con excepción de los departamentos del norte de La Pampa y sur de Córdoba, en los que el daño de paloma torcaza hizo retroceder el área respecto del último año”.
En la misma línea, Orlando Vellaz, vicepresidente primero de ASAGIR, cuenta que gracias a las precipitaciones se pudo sembrar en fechas óptimas y que se produjo una recuperación del área hacia el sudoeste, donde se observó un crecimiento. “En todo el Sur hay muy buena disponibilidad hídrica, y el aporte de lluvias ha sido muy bueno, al punto que en algunas zonas del sudeste se está atrasando la siembra de soja o de sorgo porque no se puede trabajar en los campos, pero esta situación es mucho mejor a la de años anteriores, cuando estaba todo parado por sequía”.
Por su parte, Ricardo Villar, presidente del acopio Pucará S.A., que desde Coronel Pringles cubre el sudoeste, coincide en que prácticamente está finalizada la siembra de girasol, con un incremento del 10 por ciento respecto de la última campaña. “Lo que está nacido está espectacular, porque lo que llovió hace veinte días llenó muy bien el perfil. Hace siete años que no llovía tanto, y aunque hizo frío, no hubo heladas. La situación es óptima”.

Cómo se produce

Luis Arias cuenta que en sus recorridas encontró que los productores han implementado un mejor control de malezas, porque la mejor humedad a la siembra permitió una mejor acción de los preemergentes. “Aquellos que aplicaron a la siembra fertilizantes a base de fósforo obtuvieron un mejor arranque inicial”, indica, y agrega que como producto de las bajas temperaturas de octubre se produjo un menor stand de plantas: “los mejores stands se lograron con semillas de buena calidad, y tratadas con curasemillas para el control de insectos de suelo”.
Asimismo, encontró que ha crecido la siembra de girasoles especiales, oleico y confitero, “producto de las mejores condiciones comerciales que tuvieron estos specialties en el momento en que el productor eligió los cultivos a sembrar y tomó la decisión de rotación”.
Luis Arias considera que el foco debe estar puesto en proteger y mejorar las condiciones del girasol implantado: “Esto significa seguir cuidando la limpieza de los lotes para reservar la mayor cantidad de agua para el cultivo, mediante la aplicación de graminicidas o la pulverización temprana con Clearsol en Girasoles CL. También es importante la fertilización nitrogenada en lotes de buen potencial -mayores a 2000 o 2200 kg/ha- y que tengan un contenido de nitrógeno a la siembra bajo (menores a 65 kg de N en los primeros 60 cm de suelo). En el oeste arenoso no habría respuestas significativas con aplicaciones mayores a 40 kg de N (80 kg de Urea aproximadamente). Finalmente, estar atentos con los ataques de desfoliadoras que probablemente comiencen a fin de año o principios de enero”.
Todos ponen el foco en el cuidado del agua: Villar considera que los años de sequía generaron que los productores aprendieran a cuidar el recurso, de modo que se utiliza la siembra directa y el control de malezas es previo y posterior al cultivo. De similar manera, Orlando Vellaz nota que en el sur, principal zona productiva del girasol, el productor conoce al cultivo y es muy competitivo.

Los precios hacen la diferencia

De acuerdo a las cifras publicadas por el Ministerio de Agricultura, el valor FOB del aceite es de 1350 dólares por tonelada, lo que representa un 48% más que hace un año. Por otra parte, en Rotterdam los contratos en firme del último mes del año se realizan a 1420 dólares por tonelada, y caen a 1380 dólares para abril-junio. En el plano interno, se ofrecieron 1345 a 1350 pesos por tonelada en los puertos de exportación, y la industria, para mercado interno, pagó 1330 pesos por tonelada en Daireaux y General Villegas. El forward a marzo alcanza los 355 dólares por tonelada, mientras que el disponible es de 330 dólares.
“El precio actual de girasol es excelente y las perspectivas futuras también lo son”, opina Vellaz. “Esta es la razón por la cual los productores lo volvieron a tener en cuenta. Hoy cierra bien el número, a pesar de que el girasol está siendo discriminado con retenciones prácticamente iguales a las de la soja aunque se produce en zonas marginales. Sin embargo, y a pesar de las retenciones, el girasol cobró rentabilidad gracias a los precios internacionales”.
“A mí me preocupa la intervención del gobierno en los mercados, no sólo por las retenciones, sino también por los ROE, si te sacan o no del registro… hay una burocracia muy grande en el medio, a la que se suma desinformación de algunos productores en el plano impositivo y la poca transparencia del mercado. Yo percibo que todos estos factores le ponen paños fríos al productor”, sostiene Villar. Pese a todo, Luis Arias opina que “hoy la rentabilidad del girasol a los precios que vimos en los últimos treinta días es muy buena, y la demanda internacional de aceite de girasol está firme. La probabilidad de que se establezca un período Niña, de menores precipitaciones en lo que resta del ciclo del cultivo, hacen al girasol una excelente alternativa para obtener resultados satisfactorios en el oeste arenoso”.

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