lunes, 9 de diciembre de 2013

“Tratar bien a los animales es un tema ético”


La especialista, quien visitó Chile invitada por el SAG, ha impulsado a nivel global el concepto de que los animales al ser seres que sienten miedo y dolor deben ser tratados sin crueldad.
Camina tranquila, con la cabeza levemente gacha y un maletín negro y desgastado. Mira de frente. Estira la mano para saludar. Al apretar, el encuentro con la mirada se hace infinitamente breve. Con un leve movimiento de la cabeza desvía la vista. La estadounidense Temple Grandin, doctora en ciencias animales y autista, es reconocida globalmente como una de las personas detrás del concepto de que los animales deben ser tratados éticamente, ya que no son cosas, sino seres no humanos, que sienten miedo y dolor.
Habla rápido, sin titubeos, determinada en exponer sus ideas, más allá que en responder preguntas. Sonríe por lapsos cortos, ante sus propios comentarios; esquiva la mirada; reitera sus conceptos. Se acomoda el pelo en un gesto casi coqueto cuando enfrenta a la cámara fotográfica. Se sienta levemente rígida, adaptándose sin incomodidad a las instrucciones del fotógrafo.
A Grandin se le reconoce el aporte en conocimientos para el bienestar animal, así como los avances que significaron sus diseños de infraestructura que facilitan que  el manejo y sacrificio de los animales sea más “humano”.
El autismo, que ella reconoce le sirvió para entender lo que les ocurre a los animales cuando son sobreestimulados o enfrentados a ambientes desconocidos y amenazantes, se diluye rápido ante su manejo de la conversación y dominio de un tema que si bien no es nuevo, recién en los últimos años adquiere fuerza.
La experta visitó recientemente Chile, invitada por el SAG,  al seminario “Abordando el bienestar animal con Temple Grandin”, donde expuso sus conocimientos y estudios sobre cómo con un manejo adecuado, sin aumentar costos, los animales sufren menos, lo que impacta en la calidad final de la carne o en el rendimiento de las vacas.  Es su tercera vez en el país y, antes de que se le pregunte, comenta “uno ve que acá ha habido una evolución muy positiva. Están trabajando mejor. Están mejorando”.
-¿Por qué los animales no deben ser tratados como cosas?
-Si bien hay gente que está preocupada de por qué no deben ser tratados como propiedades, prefiero hablar de cómo tratar a los animales para que no resulten heridos. Si se ponen muchos animales en un camión, algunos se van a caer y no se van a poder parar y los otros los van a pisar. Se llenarán de golpes y heridas y esa carne no servirá. Eso es estúpido. Es cruel y un desperdicio. También puede pasar por la mala conducción que lleva a que pierdan el equilibrio, se golpeen y caigan. Entonces hay muy buenas razones económicas para no sobrecargar los camiones y para tener buenos conductores. Porque si se trata mal a los animales es doloroso para ellos y es un desperdicio. Esto quedó claro en Estados Unidos, donde se vio que disminuía mucho el nivel de heridas cuando los productores vieron el impacto económico del daño.
Uno de los primeros temas de investigación que hice fue lo que se llamó “heridas en las vacas de feedlot del sudoeste”, donde se comparó qué ocurría cuando el que pagaba los daños producidos en los animales en el transporte era el procesador y cuando el que lo hacía era el productor. Y cuando era este último, la situación cambió. No más camiones sobrecargados, no más mala conducción, mejor manejo de los animales.
Cuando se tiene un sistema como el que ustedes tienen, en que los animales van a remate más que a venta directa, no hay un incentivo financiero para reducir el daño.
Explica que el problema es que en la actualidad hay mucha información en conducta animal y en los factores que pueden afectar esa conducta, pero es poco lo que existe que apoye a los veterinarios y la gente que trabaja con animales en cómo medir ese bienestar animal.  “Es importante tener esa información, pues es lo que permitirá que mejore efectivamente ese bienestar”.
-¿Cómo se consigue tener esa información?
-Una de las cosas que nosotros vimos en casa es que lo que mejoró notablemente el manejo fue que contaran con un sistema de puntaje muy simple que desarrollé. Cuando empezamos, muchos decían que eso no se conseguía por culpa de los equipos. Entonces les dije  mejoren los equipos. Mucha de esta información está en mi sitio web Grandin.com, tal como mi apellido. Todo comenzó a hacerse hace 15 años y el resultado fueron grandes mejoras.
Pero se necesita un sistema de puntaje que sea simple y práctico. Si hay demasiadas cosas, entonces se complica. Es como las reglas del tráfico, que funcionan muy bien porque se concentran en solo tres cosas: velocidad, respetar los signos pare y la no conducción con alcohol. Estos son los que se llaman aspectos de control críticos. En el tráfico funciona porque es fácil. Nadie dice conduzca a la velocidad adecuada, sino que no conduzca a más de… Es un número. El signo pare significa pare. Es claro. Es lo que hay que hacer. En las plantas de faenamiento y también en el campo. Cosas simples, puntos críticos, que puedo medir, como en una lechería el número de vacas cojas, sucias o flacas.
Busca en su maletín. Saca uno de sus libros. “Aquí está el sistema de puntaje.  Si le interesa, puede sacarle una copia”, dice. Mientras el  teléfono cumple la función de cámara fotográfica, Grandin espera y acota “ojalá que le salga una buena imagen con eso”.
-¿Esta medición va a mejorar la…?
-O sí. Definitivamente. Esto va a mejorar la productividad. Por ejemplo, tenemos lecherías que pueden tener 25% de vacas cojas. ¿Por qué están tan mal? Es lo que llamo lo malo transformándose en lo normal. Y pasa lentamente, porque lo que la gente no se da cuenta es cómo van haciéndolo peor, porque no lo mide. Uno administra las cosas que puede medir. ¿Se imagina lo que podría pasar con el tráfico si la policía deja de medir la velocidad? Ufff… Las calles se podrían convertir en Indianápolis.
-El bienestar animal tiene el aspecto científico, pero por otro lado están los movimientos que insisten en que los animales tienen que ser felices, no comerse, ser libres…
Hay gente que trata a los animales como si estos no sufrieran o no sintieran miedo o dolor. La ciencia demostró muy claramente que las vacas, ovejas, cerdos y perros sienten miedo y dolor. Eso es ciencia, es conocimiento.
Otro problema es que hoy mucha gente es lejana del campo, está lejos del mundo práctico. Es un problema en casa. Nuestro gobierno quiere mejorar los resultados de lectura, de matemáticas. Entonces los colegios sacaron los cursos prácticos, como cocinar, costura, trabajo en madera, construcción, electricidad. Entonces tenemos una generación de niños que nunca han hecho nada. Nunca sembraron, nunca construyeron nada. Ellos no entienden el mundo práctico. Todo se vuelve demasiado abstracto, demasiado teórico. Eso es un problema.
En Europa y en Estados Unidos, los que hacen las políticas también están alejándose del mundo práctico. Antes teníamos legisladores que venían o habían vivido en una granja. Hoy tenemos legisladores que con esfuerzo saben cocinar…
Sí. Como carne. Al almuerzo me comí un bistec, y estaba muy bueno. Si bien siento muy fuerte que los animales tienen que ser útiles, también siento que tienen que tener una buena vida. Tratar bien a los animales es un tema ético. Lo que no es aceptable es que sean tratados con crueldad.
Otro tema que puede ser un problema es que se empuje la producción animal con el fin de obtener ganancias rápidas. Se puede impulsar para que, por ejemplo, den y den más leche, pero eso también es debilitarlas, hacerlas más sensibles a enfermedades. Este es un problema hoy en día con los cerdos. Cada vez que abro mis revistas sobre cerdos, me encuentro con una nueva enfermedad. Claro, nosotros los empujamos a crecer y crecer más rápido y ahora no tienen ningún sistema inmune.

El poder de McDonald’s
-¿Entonces, los productores están en lo correcto y no quienes hacen una defensa emocional de los animales?
-Aquí hay una situación como lo que ocurre con el petróleo y el fracking, técnica que inyecta agua y arena para sacarlo y que puede contaminar el agua. En el aeropuerto vi dos publicidades. Una de la industria del petróleo que decía que eso no provocaba ningún daño al medio ambiente y otra de los ambientalistas que decía que era un desastre. Hay que tener una posición intermedia. Es lo que hicieron en Wyoming, donde utilizan el sistema, pero testean las napas de agua antes de que se aplique y después, para asegurarse de que no hay contaminación. Eso hace sentido. Entonces, es lo mismo con los animales, tenemos que utilizarlos, tenemos que comerlos. Pero tenemos que hacer las cosas bien.

-Ha venido tres veces a Chile, cómo ve la evolución del bienestar animal en el país?
-Hace cerca de 10 años vine por primera vez a Chile. A Valdivia. Desde entonces ha mejorado mucho. Están usando un sistema de puntaje y están midiendo las mejoras.

-¿Cómo debe ser el manejo tanto en el campo y en plantas de faenamiento?
-Las vacas son muy sensibles a todas las distracciones en su ambiente. Sonidos, luces, una persona parada donde no debe. Pueden hacer que una vaca no se mueva. Si se retiran, se moverán sin problema en la manga.
Otro tema es el manejo. Cambiar la actitud de manejo. Demasiado seguido la gente compra el “nuevo aparato mágico” y cree que con eso todo va a ser maravilloso, pero no es el caso. Se necesita el manejo para que las cosas funcionen.

-¿Y cómo se capacita para un manejo adecuado?
-He visto, cuando enseño manejo, que hay personas que simplemente lo hacen. Alrededor del 25% de ellas. Pero están esos que aún con el mejor equipo del mundo, siguen manejando mal a los animales. He estado en esta industria por cerca de 40 años y he visto que vender equipos es fácil, pero lo que hace cambiar a los que no están en ese 25%  es el poder de McDonald’s.

-¿El poder de McDonald’s?
-En 1999 y en 2000 implementé el sistema de puntaje en McDonald’s, y vi como en en un año se producía el mismo cambio que había visto a lo largo de los 25 años anteriores. Nuevamente, aquí es el uso del sistema de puntajes simple. Pero hay que hacer los números. Y la mayor parte de las plantas los consiguen haciendo cambios en general baratos, capacitación, entrenamiento.

En la mayor parte de las plantas que he visto en Sudamérica podrían solucionarse los problemas en forma relativamente fácil, entrenando a la gente dónde pararse. Tienen que hacerlo. El problema es que el sistema de puntajes que he visto en muchas partes del mundo es que es demasiado vago, no es preciso. El USDA dice “minimice excitación y agitación” en cerdos y vacas; pero ¿eso qué significa? Es como si el tráfico dijera “maneje cuidadosamente”, pero eso ¿qué significa? Porque cuidadoso es distinto para usted o para mi. Pero cuando con McDonald’s le pusimos un puntaje que dice que el 95% de las vacas tenía que estar aturdida al primer intento, entonces podemos medirlo y se cumplió. McDonald’s tiene 75 plantas procesadoras y por eso en un año pudo ir a ese número de plantas y mejorar los resultados. No puede ir a tres mil productores. Ese es el problema para mejorar la implementación del bienestar animal.
“Si bien siento muy fuerte que los animales tienen que ser útiles, también siento que tienen que tener una buena vida…”.
“Demasiado seguido la gente compra el “nuevo aparato mágico” y cree que con eso todo va a ser maravilloso, pero no es el caso. Se necesita el manejo para que las cosas funcionen”.

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