Luego de condicionar el aumento de producción a una mayor rentabilidad para el campo, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, confió que el Ministro recibirá a las entidades de la Mesa de Enlace luego de haberse reunido con las cadenas productivas.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Etchevehere, se mostró confiado en que pronto las entidades gremiales del campo serán recibidas por el Ministro Carlos Casamiquela.
“Desde el Gobierno nos dijeron que nos iban a convocar pero que primero iban a llamar a las cadenas. Ellas se reunieron hace algunos días por lo que esperamos que ahora sea el turno de la Mesa de Enlace. Debemos mejorar la sintonía fina para conquistar nuevos mercados, colocar nuestros productos y traer bienestar al país”, aseguró Etchevehere en declaraciones al Canal 26.
La expectativa del ruralismo es ganar más plata y que en función de esa rentabilidad “Podríamos duplicar la producción”. Claro que para lograrlo hay algunos requerimientos económicos que exceden a la cartera agropecuaria.
El presidente de la SRA, y sus colegas de Enlace, exigen que el gobierno elimine la inflación que es un sinónimo de reducción de costos salariales, reducir la presión impositiva que implica aumentar las ganancias, sumado a dejar de intervenir en los mercados y abandonar la política de precios máximos, así como los permisos de exportación (ROE).
Con ese menú de medidas todas ellas de índole económica y no productiva, prometen duplicar la producción hacia 2020. Etchevehere aseguró que “somos el sector que más dinero le da al país”, aunque reconoció que los productores no venden soja para no perder plata.
En declaraciones a Radio Continental y para justificar la no liquidación o blanqueamiento de los granos de soja de que disponen los productores, adujo que “el dólar agropecuario está en 4 pesos, mientras que los insumos están cercanos en costo al dólar blue”.
En Magdalena Tempranísimo, Etchevehere reconoció de todos modos que el sector seguirá experimentando un fuerte crecimiento en el próximo lustro, pero destacó que “siempre depende de políticas públicas positivas para producir”.
Hay que decir que las entidades ruralistas no congeniaron con ningún gobierno electo por el pueblo en 30 años de democracia. La enemistad con las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner por las mismas políticas que ahora critican, es obvia y en especial a partir del conflicto de 2008.
Pero a Raúl Alfonsín -que puso un 40% de retenciones a los granos- lo abuchaeban en los ochenta en la Ganadera de Palermo. En los noventa, durante los dos gobiernos de Carlos Menem se hipotecaron 12 millones de hectáreas y se reconvirtieron o fusionaron o desaparecieron cerca de 90 mil empresas agropecuarias, y ello sin derechos de exportación y con libre mercado.
Una situación, esa última, que continuó con el gobierno de la Alianza de Fernando De La Rúa con el añadido catastrófico en ganadería por el cierre total de las exportaciones de carne al haber contrabandeado hacienda con aftosa -desde el mismo sector- y luego ocasionar un caos sanitario que para colmo se quiso ocultar al mundo.
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