viernes, 13 de diciembre de 2013

En Uruguay el que hizo colza volvió a apostar


En 2012 adversidades climáticas dañaron el grano, pero lejos de renunciar se insistió y ahora una cosecha de 20.000 toneladas producirá 9.000 toneladas de harinas proteicas y siete millones de litros de biodiesel
Todos los productores que en la zafra pasada cultivaron colza canola, pese a las adversidades que produjo el mal estado del tiempo en aquel ejercicio, volvieron a apostar a esta oleaginosa de invierno, destacó Fernando Rodríguez, ingeniero agrónomo y gerente de la Unidad de Negocios Agrícolas de Alcoholes del Uruguay (ALUR).
Incluso se sumó alguno y hubo algo más de 70 productores que en conjunto y en el marco de contratos con ALUR sembraron 15.000 has, habiéndose cosechado ya el 90% del área con rendimientos promedio de 1.300 a 1.500 kg/ha, considerados aceptables.
No obstante, en chacras de productores que van acumulando experiencia en el manejo del cultivo se lograron consolidar rindes óptimos, de 1.800 a 2.000 kg/ha.
“El año pasado no fue un año bueno en lo climático para ningún cultivo de invierno, sin embargo todos los que hicieron colza canola repitieron”, subrayó Rodríguez, algo que no sucedió en todos los rubros. Por ejemplo, en cebada el área cayó casi el 50%.
Dar una cifra exacta de los agricultores que han hecho colza canola no es sencillo, hay muchos contratos acordados en forma individual con empresarios agrícolas, pero en otros se han realizado con empresas distribuidoras que nuclean a varios agricultores.
Si bien las cifras definitivas se obtendrán dentro de una semana, se anhela cosechar unas 20.000 toneladas del grano. Se molerá en la planta 2 de Cousa, en el barrio capitalino Paso de la Arena, para obtener aceite de canola y harinas proteicas. Las harinas seguirán el mismo recorrido comercial que la harina de soja, comercializándose el 100% en el mercado interno como alimento final para animales de diversas especies. El aceite de canola se destinará a alguna de las dos plantas de biodiesel de ALUR, donde junto con algunos reactivos dará lugar al biodiesel.
Se podrá producir a partir de lo cosechado en esta zafra unas 9.000 toneladas de harinas proteicas para alimento animal y unos siete millones de litros de biodiesel.
Rodríguez, consultado sobre la calidad del grano que se ha ido recogiendo, comentó que “no hemos tenido problemas con los parámetros de recibo, hemos logrado recibir canola en buenas condiciones, sin inconvenientes en cuanto a su calidad”.
Sobre si el manejo agrícola en este rubro demanda exigencias adicionales al agricultor, señaló que “es un cultivo que tiene limitantes. En la siembra, al ser una semilla muy chica, es muy exigente en cuanto a la calidad de siembra para lograr las poblaciones y distribuciones objetivo. En la cosecha la limitante esta asociada a potenciales pérdidas de grano por desgrane del cultivo”.
La siembra se realiza de abril a julio. Ello es positivo, dado que se siembra antes y se cosecha antes que el trigo, lo que habilita al agricultor a realizar siembras tempranas de cultivos de verano de primera en esas chacras.
Al inicio de esta semana “la colza canola ya se cosechó en un 90% de su área, mientras que en el trigo irá un 60%, más o menos”.
Es “una cosecha mejor que la del año pasado, en un cultivo que está en desarrollo y que en la medida que el productor lo siga conociendo se irá plantando más”.
Es temprano para afirmar que el año que viene puede seguir creciendo el área, “estamos evaluando el grado de interés del productor para sembrar en 2014”.
Rodríguez definió a la colza canola como “una materia prima bien interesante para la industria, la vamos a seguir demandando, industrialmente anda muy bien, las harinas proteicas fueron muy bien recibidas por el mercado”.
Es, además, “un cultivo muy interesante para el productor, en la medida que le da una opción distinta, vendiendo un oleaginoso en invierno, es un grano que se paga por mecanismos distintos a los del trigo y la cebada, es una opción más que interesante que tiene el productor, en la medida que continúe validando la tecnología y que las cuentes le den”.
En relación al plan de uso y manejos de suelos, dijo que “la colza canola no es que encaje en cualquier plan, pero sí es una alternativa más, una muy buena herramienta a la cual recurrir”.
El contrato que acuerdan ALUR y los productores previo a la siembra establece la manera en la que se va a fijar el precio, que es en base a una paramétrica atada al precio del aceite de soja y de la harina de soja de Chicago.
El productor cuando percibe un precio que le es interesante puede ir fijando el precio para una determinada cantidad de kilos. Al inicio de esta semana el precio de referencia era US$ 460/ton.
Y existe una bonificación por el porcentaje de aceite en el grano, que puede ir del 7% al 12% del precio y se activa a partir de un 43%, siendo habitual que los productores uruguayos hayan logrado siempre el premio de la bonificación pues produjeron granos con 45% y hasta el 50% inclusive.


15.000 hectáreas


En 2009 se realizó un primer ensayo de industrialización de granos de colza canola, involucrando unas 2.000 toneladas procedentes de chacras de productores que estaban evaluando el cultivo en Uruguay. Considerando que los resultados fueron alentadores, durante 2010 en el marco ya de un primer plan comercial propuesto por ALUR a los productores se cultivó la oleaginosa en 3.000 has, avanzando en 2011 a 7.000 has, para cultivar luego 14.000 has en 2012 y este año se creció al mayor área del cultivo, estimada en 15.000 has.

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