lunes, 19 de diciembre de 2011

Sobre el régimen de trabajo rural



Estamos avanzando en una ley muy importante, que venía postergada y que se la merecen nuestros compañeros de laburo, los trabajadores rurales. Qué paradoja después de tanto tiempo que vengamos a discutir una ley de los que laburan a la intemperie, de sol a sol, y nos tenemos que estar escondiendo de noche, a la madrugada por el miedo de algunos a las expresiones populares. La verdad es que es una paradoja bastante negativa.
Pero es una ley que, como ya dijeron otros diputados de mi bancada, el radicalismo va a acompañar convencidos de que tenemos que avanzar en los derechos que les corresponden y también en muchos casos ir a formalizar en forma de ley muchos beneficios que de hecho ya hoy tienen los trabajadores rurales.
Quiero aclarar que sin duda para los pequeños y medianos productores el trabajador rural no es más ni menos que un amigo, un compañero de laburo con quien se comparten muchísimas cosas. Por eso vale la pena venir a desmentir lo que por ahí se dice, que el maltrato que perciben o que trabajan en negro. Por ahí haya cosas que son ciertas, no venimos a decir que está todo bien,  venimos a decir que adonde hay excepciones, hay trabajo en negro, donde los trabajadores no viven dignamente como se lo merecen, es nada más y nada menos, culpa de la patronal, pero también culpa del estado, que debe ser quien controle que su gente viva dignamente. Porque la verdad que cuando hay alguien que no cumple las leyes tiene que haber un estado para obligarlo a que las cumpla.
También he escuchado miles de veces y he leído en varios medios de comunicación “objetivos” que hablan sin sentimiento propagandístico que dicen que es culpa de las patronales que los peones estén mal pagos. Quiero decir que es cierto que hoy el empleado rural no está con grandes salarios, pero eso sucede porque podría estar gozando de un 37,5% de aumento por convenio colectivo de trabajo entre la patronal y los empleados, lástima que el ministerio de Trabajo no homologa más del 25%. Entonces no tienen el aumento que se merecen por culpa de este gobierno que se dice nacional y popular, no busquen culpas en otros lados.
Y quiero decir que me impresiona que en un Parlamento no se pueda parlamentar. Me impresiona que no podamos discutir ni argumentar por el apuro que aparece de sacar leyes que después de 8 años de gobierno, no fueron capaces de sacarlas antes.
Quiero decir que acá se está escondiendo, con la eliminación del Renatre, con la persecución a un gremio, se dice que hay persecuciones ideológicas, que hay revanchismos y egoísmos. Se sospecha que hay mucha bronca acumulada en estos movimientos y la verdad que es grave que un gobierno tiene que estar para unir posiciones y no para dividir al pueblo argentino.
Lo peor es que atrás de ese revanchismo y esa venganza terminamos contradiciendo los mensajes de la Presidenta de la Nación. Yo le creo cuando dice que no gobierna para las corporaciones, pero lamentablemente tiene un bloque oficialista que viene a legislar para las corporaciones. Porque debilitando al gremio, partiendo al gremio en pedazos no afecta a los pequeños y medianos productores (que pueden tener uno, dos o un puñado de trabajadores), ahora esas grandes corporaciones, muchas veces multinacionales, amigas o subsidiadas por el gobierno, tienen cientos de empleados, y obviamente acá hay amigos que vienen del gremialismo y lo pueden explicar mejor que yo, que en una empresa donde hay uno o dos sindicatos los trabajadores se pueden hacer más fuertes para defender sus derechos, pero cuando se los divide en 4, 6 u 8 es mucho más difícil para el trabajador, así que es mucho más fácil para el patrón.
Por eso reitero que este bloque oficialista viene a legislar para las grandes corporaciones. Y atrás de este disfraz, atrás de todo esto se viene a convalidar esa hermosa amistad que se evidencia en que ya no se llaman “señora Presidente” y “señor presidente de la UIA” sino que se llaman “Cristina” y “Vasco” entonces si son amigos de uno no pueden ser amigos de los otros, porque es incompatible.
Termino con esto: alguna vez, se dijo que “al enemigo ni justicia”. Mucho más cerca, se dijo en un gobierno peronista, “ramal que para, ramal que cierra”. Y ahora, en otro gobierno justicialista, se viene a decir “gremio que no es adicto, gremio que no es leal, gremio que desaparece”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.