domingo, 30 de marzo de 2014

Biocombustibles miran al pacífico


Estados Unidos aún no recibe biodiésel desde Colombia, las normas EPA están evaluando su efecto antipolución.
Estados Unidos dejó de ser el mayor mercado del etanol y en los próximos años le cederá el puesto a Asia, donde hay una clase media creciente que requerirá cada vez más combustibles, afirmó el director de comercio exterior del Departamento de Agricultura de ese país, Michael Dwyer.
Dwyer, quien participó en la primera Conferencia Internacional de Biocombustibles que concluyó ayer en Cartagena, señaló en entrevista con Efe que el continente asiático será “el gran motor del mercado del etanol”.
“Asia es el mercado más rápido del combustible en el mundo. Las clases medias de China, India y del sudeste asiático están creciendo y lo que quieren es comprarse un vehículo, por lo que incrementará el uso del combustible, aunque el del biocombustible es casi cero”, explicó.
No cumplieron meta
La razón por la cual Estados Unidos ha perdido su puesto como el mayor productor y el principal consumidor de este biocombustible ha sido la imposibilidad de ajustarse a la meta establecida por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés).
Este objetivo obliga a sustituir el combustible E10, que mezcla un 10 por ciento de etanol de maíz y un 90 por ciento de gasolina; por el E15, con un biocombustible de nueva generación a partir de celulosa en un 15 por ciento y otro 85 por ciento de carburante, una combinación que apenas empieza a producirse.
Este mandato además implicaba la adaptación de los vehículos a este tipo de combustible y su venta en las gasolineras, pero este proceso es muy lento, lo que se suma a otro hecho que hunde el liderazgo estadounidense, que es que los últimos modelos de automóviles consumen cada vez menos, según Dwyer.
“Esta es una mala noticia para los productores de etanol de maíz, que ya no tienen mercado interno y es una mala noticia para importadores como Brasil”, afirmó.
Con el excedente, Estados Unidos no descarta exportar pero el problema es que los mercados atractivos como los asiáticos “no están reconociendo al etanol como un agente de mezcla”.
“Hay mucho trabajo por hacer para convencerles de que tienen que combinar el etanol con su gasolina para reducir las emisiones, limpiar su aire, tener una energía más limpia, y además más barata. Todo son ventajas pero los países no están preparados para importar y para adaptar sus vehículos”, explicó.
Estados Unidos ha exportado a Colombia, a países del Golfo Pérsico y a Filipinas, entre otros, en los primeros tres meses del presente año un 30 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, dijo Dwyer sin ofrecer más cifras, y argumentó que esto se debe a los bajos precios del maíz que sirve de materia prima al etanol.
Biodiésel sí es positivo
El panorama es diferente en el caso del biodiésel, porque la EPA no impone condiciones en las mezclas de carburantes vegetales y fósiles, y es un sector en pleno crecimiento en Estados Unidos, Europa, Brasil, Argentina y Colombia.
“Estados Unidos no es un gran exportador de biodiésel porque el mercado interno está creciendo muy rápido. Europa es el mejor mercado del biodiésel, es un mercado de importación para los países exportadores porque ellos no producen suficiente e importan”, agregó.
Dwyer reconoció que la EPA ha establecido condiciones exigentes para exportar a Estados Unidos, pues es reticente de comprar biodiésel a países como Indonesia o Colombia al cuestionar que la reducción de emisiones de gases causantes del efecto invernadero es insuficiente.

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