sábado, 27 de abril de 2013


Se rompen dos mitos: el campo no retiene la “mercadería” y los sojadólares no alcanzan para domar al blue ! ! !

Finalmente el campo liquidó más de u$s800M en una semana, segundo mayor registro histórico, confirmando que muchos productores no tienen espalda para stockear producción o no ven como negocio hacerlo, porque el yuyito viene en baja. Pese a lluvia de agrodólares, el paralelo bate récords. ¿Por qué?.
Mucho se ha especulado en los últimos meses sobre el comportamiento de los productores respecto a qué harían con la soja.
Considerando que por cada dólar liquidado éstos reciben apenas $3,25, fueron muchos los que preveían que se venía una etapa de “tranqueras cerradas” y con ruralistas sentados sobre los silobolsas.
Incluso, desde algunas entidades rurales recomendaban guardar los granos a la espera de una mejor ecuación cambiaria, considerando que la brecha entre el “dólar soja” y el “blue” se viene moviendo en los últimos meses por encima del 150 por ciento.
Así las cosas, el retraso en la llegada de la lluvia verde mantuvo en vilo al Gobierno, cada vez más necesitado de divisas en un contexto en el que el Banco Central arrancó el año resignando reservas.
En efecto: a pesar del férreo cepo cambiario, el nivel de dólares en poder del BCRA cerró el primer trimestre con una contracción del 6% respecto al mismo lapso del 2012, dando lugar así a la mayor caída de los últimos seis años para ese período. 
Paralelamente, la semana anterior, las arcas del Central tocaron un nivel por debajo de los u$s40.000 millones, su menor registro desde mayo de 2007.
Todo esto estuvo coronado por un derrumbe del superávit comercial del orden del 50% durante el primer trimestre del año debido, justamente, a esos agrodólares que no llegaban y a un explosivo crecimiento de las importaciones de combustibles y energía (60%) constituyéndose así en el principal “enemigo” en la pelea por cuidar las divisas.
Pero un día empezó a “garuar” desde el campo y ese goteo continuo se transformó en una verdadera “lluvia verde“.
Según los últimos datos disponibles de la cámara que nuclea a aceiteras y cerealeras, en la semana comprendida entre el 15 y el 19 de abril, el sector liquidó unos u$s816 millones, constituyéndose así en elsegundo mayor nivel histórico, sólo superado por el registro logrado en junio de 2011, tal como se puede observar en la siguiente infografía: 
De estar un 25% por debajo en marzo, el ritmo de liquidaciones del sector agroexportador achicó la diferencia y actualmente subsiste una leve caída de apenas el 7% respecto del mismo período del año anterior. Así las cosas, de cara a las próximas semanas, los expertos dan como un hecho que los números pasarán a terreno positivo.
“En un momento las estimaciones de cosecha se habían recortado hasta los 48 millones de toneladas de soja, pero luego fueron revisadas al alza y ahora se está calculando que la campaña sojera redondeará las 50 millones de toneladas. Este incremento en la expectativa implicará ingresos extra por u$s1.000 millones que tranquilizan aun más al Gobierno”, explicó el consultor Salvador Di Stefano en diálogo con iProfesional.
El “mito” del retaceo de la cosecha
Así las cosas, el “diluvio” de billetes verdes que cayó sobre la plaza local la semana pasada derribó un “mito”que se había instalado en los últimos meses, aquél que hablaba de productores aferrados a la cosecha y, por ende, un Ejecutivo que sólo iba a recibir una pequeña garúa de divisas.
Di Stefano fue más allá al asegurar que los productores no sólo no retendrán sino que “el Banco Central se empachará de dólares“.
¿Qué fue lo que ocurrió para que no se cumplieran los presagios de entidades como la Sociedad Rural que vaticinaban que los productores se sentarían sobre la cosecha? Bajo la óptica del economista Gabriel Caamaño Gómez, del Estudio Ledesma, los ruralistas entendieron que era mal negocio esperar. 
“Al arrancar el año, había expectativas de muy buenos precios para la soja, pero conforme pasaron los meses las estimaciones apuntaron hacia la baja. Así, el productor que antes analizaba el riesgo cambiario que implicaba desprenderse de los granos, comprendió que quedarse con ellos era peor negocio aun y salió a vender“, destacó el experto.
Di Stefano apuntó en la misma dirección: “Basta mirar los precios a futuro, que son tomados como referencia por el mercado. Las cotizaciones para noviembre de 2013 mayo de 2014 muestran una soja de entre u$s440 y u$s445 por tonelada, por debajo de los niveles actuales”.
El consultor, muy escuchado en el sector agrícola, agregó que “sólo el 10% de la oleaginosa estaba vendida de antemano con buenos precios. Para el resto se esperó a que mejorara el valor, cosa que fue un error, porque la tendencia fue a la baja”.
Paralelamente, el mayor ritmo de liquidaciones también dejó al desnudo el hecho de que gran parte del agro argentino carece de las espaldas suficientes para estoquear la cosecha, dado que, según Di Stefano, “los productores que alquilan campos para explotarlos, modalidad que alcanza al 70% de las hectáreas cultivadas,están en una situación complicada, con márgenes muy finitos o directamente con pérdidas”.
Así las cosas, considerando precios y cantidades, hay consenso de que la “temporada alta” de sojadólares, que se extiende hasta el mes de julio, podría sumar liquidaciones por unos u$s17.200 millones, un 20% más que los u$s14.300 millones registrados en el mismo período de 2012. 
¿Una soja con la pólvora mojada? 
La gran pregunta es si esta esperada lluvia verde sobre la plaza doméstica puede ser un factor con suficiente influencia como para aminorar el crecimiento del “blue” y achicar así un poco la brecha con el oficial.
Para los expertos, en tiempos de “cepo” se da algo paradójico: los problemas generados por la escasez de divisas y por las expectativas adversas no sólo no se solucionan con más dólares, sino que los efectos negativos se pueden agravar conforme continúen “lloviendo” divisas en el mercado.
De hecho, en la jornada del martes, tras una semana histórica en cuanto a liquidaciones del agro, el billete informal no sólo no atenuó su suba sino que escaló varios centavos hasta ubicarse en los $8,82, marcando de este modo un nuevo máximo histórico.
Según Federico Muñoz, titular de la consultora Federico Muñoz & Asociados, esto se explica porque “frente a los dólares que entran por la soja, el Banco Central emite más pesos para comprarlos. Y estos pesos que recibe el sector rural son los que justamente presionan sobre el blue”.
Así las cosas, el experto destacó que “para que la mayor oferta de billetes verdes repercuta en la cotización del paralelo y la haga bajar, habría que tener una suerte de vaso comunicante entre el oficial y el informal”, que no es otra cosa que implementar de manera generalizada el mecanismo de “manos amigas“, es decir, entidades financieras que reciben dólares desde el Gobierno para luego salir a venderlos, aumentar la oferta y así calmar al paralelo. 
Para el Estudio Bein, la cotización del informal “va a depender de cómo el Central maneje el excedente de pesos durante los próximos 2 o 3 meses”. 
Por su parte, Ramiro Castiñeira, analista de Econométrica, señaló que “la cotización del blue se rige mucho por las expectativas sobre la economía y en tanto éstas no cambien, tampoco disminuirá la presión sobre el paralelo. Para favorecer una baja, habría que avanzar con una serie de cambios y un plan de sintonía fina que quedó en el olvido“.
Así las cosas, la perspectiva de cara a los próximos meses, según Caamaño Gómez, “es que la brecha entre el dólar formal y el informal tenga más terreno para crecer que para bajar. La tendencia es que el blue vaya hacia arriba”.
Para el experto, “esto será así a menos que el Gobierno aminore abruptamente el gasto fiscal y deje de emitir tantos pesos, una fórmula que nadie evalúa considerando la proximidad de las elecciones de octubre”.
Ante este escenario, un dato clave es que estos últimos días las operaciones de conta con liqui, es decir, las que permiten sacar divisas triangulando bonos o acciones que cotizan en la Argentina y en los Estados Unidos, pasaron a manejar una cotización superior a los $9. 
Así es como cada vez más voces pasan a engrosar las filas de un “coro” preocupante: el que pronostica que elparalelo podría perforar los $10 a fin de año
Efecto derrame limitadoOtro punto clave es que la lluvia de agrodólares, además de poder llegar a generar un potencial efecto negativo sobre el plano cambiario -según la estrategia que utilice el BCRA-, tampoco sería suficiente para que laeconomía vuelva a crecer a tasas chinas. 
Desde Econométrica destacaron el hecho de que gracias a las 100 millones de toneladas que se alcanzarán en esta campaña, -entre cereales y oleaginosas-, las exportaciones a lo largo del año treparán hasta los u$s84.000 millones, igualando el récord de 2011.
Sin embargo, para Mario Brodersohn, director de la consultora, “este escenario de ventas al mundo tan favorables no alcanzará para salir del estancamiento económico”.
Por el contrario, el experto anticipó al Gobierno no le quedará otra alternativa que “seguir enfriando la economíaporque ese nivel de exportaciones sólo alcanza para financiar un nivel de importaciones que demanda una economía que permanece estancada”.
Así las cosas, para Brodersohn, la lluvia de agrodólares y el hecho de tener una mejor cosecha no alcanzarán, por sí solas, para generar un gran efecto derrame en la economía.
Según el experto, el actual contexto deja al desnudo dos puntos clave: una situación cambiaria que continúa siendo crítica y una soja que ha perdido poder de fuego”:
“Todas estas proyecciones nos conducen a esperar para los próximos dos años un país que prácticamente permanecerá estancado en los mismos niveles que en 2012. El crecimiento a tasas chinas pasará a ser un recuerdo histórico”, concluyó Brodersohn, para quien no hay “yuyito” que aguante tamaña tarea.

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