El presidente del INYM, Luis Prietto, aseguró además que “entre 15 y 17 mil trabajadores participan de la cosecha de 750 mil toneladas”.
El sector yerbatero sigue pidiendo un aumento del precio. Los productores argumentan que es necesario incrementar el valor del paquete de yerba mate, que se vende al público, para darle rentabilidad al sector primario, productor de la hoja verde. El presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, Luis Prietto, contó que este miércoles habrá reunión en el organismo donde intentarán ponerse de acuerdo en los valores, hoy establecidos en 2,1 pesos para la materia prima, que pretenden llevarlo a 2,7.
Prietto aseguró, en diálogo con Samuel Maturana y Mónica Demichelis, que “la gran preocupación” pasa hoy por una actualización de precios que les es negada: “Estamos trabajando en una etapa de recuperación de precios de materia prima. Estos valores, que se están logrando de a poco, tienen un único objetivo, que es darle rentabilidad al productor primario. En esta zona tenemos muchos pequeños productores en pequeñas fincas, muchos de ellos trabajan con mano de obra familiar. Estamos en plena etapa de discusión de precios. Semestralmente nos abocamos a ello. El 28 de este mes es fecha tope para estos temas, sabiendo que estamos en una etapa que el Gobierno tomó la decisión de congelar algunos precios”.
“Estamos viendo cómo hacer. Está trabada la discusión”, admitió el directivo del instituto que reúne a toda la cadena productiva de un cultivo que, admite, “pasó a ser una cuestión política”, porque “la yerba tiene un peso muy fuerte desde lo cultural, lo social y económico”.
“Hay mucha mano de obra que interviene. Hay entre 15 y 17 mil operarios, hombres y mujeres, (quienes) durante 6 meses están abocados a los casi 750 millones de kilos (750 mil toneladas) de hoja verde. Ese es el volumen de kilos que hay que sacar de las plantas, poner en bolsa, quebrar las ramas y ponerlas en camiones”, ejemplificó.
Por eso, Prietto destaca que la producción yerbatera “es una actividad económica importante y necesitamos crecer. El pequeño productor debe crecer en expectativas para poder conseguir nuevos mercados. Ojalá podamos llegar a un acuerdo, (pero) está muy complicado. El producto está presente en el 98% de los hogares argentinos. Hay que darle una posibilidad al productor pequeño para que siga existiendo y no lo terminemos expulsando del medio rural”.
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