miércoles, 3 de abril de 2013

PERÚ: Persisten las irregularidades climáticas


 

Sin duda como reflejo de los trastornos oceánico-atmosféricos generados por el calentamiento global y en contra de los vaticinios oficiales, en la presente temporada de lluvias se están registrando excesos –incluso destructivos- en el centro y el sur de los Andes, así como en ciertos puntos de la Amazonía, mientras varias localidades del norte-andinos-costero acusan serios déficits

egún los vaticinios oficiales publicados en estas mismas páginas  entre agosto y diciembre últimos, las macro-tendencias  climáticas indicaban lluvias ligeramente superiores que el promedio en el norte, normales en el centro y ligeramente deficitarias en el sur (en especial Puno). Pero en la práctica ha sucedido casi todo lo contrario.
● Aun cuando en ciertos puntos del norte las precipitaciones se adelantaron (por ejemplo en Ancash y La Libertad), mientras que en el centro y el sur se retrasaron, luego de esto algunas micro-cuencas y cuencas de Huancavelica, Ayacucho, Cusco, Puno y Arequipa –aunque en especial de Cusco y Puno–  sufrieron violentos semidiluvios; en tanto que el norte sigue aún semiseco.
● Aunque el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) luce cada vez más acertado en sus pronósticos  de corto plazo (horas y días), es evidente que no ha tenido igual suerte en los de mediano plazo (meses y trimestres), probablemente por losefectos desquiciadores del calentamiento global sobre los factores oceanográficos y atmosféricos que determinan las condiciones del clima en nuestro país.
HORIZONTE PLUVIAL: Aunque —como en el trimestre anterior— las tendencias vigentes podrían variar por la intervención de factores ambientales imprevisibles, las probabilidades de lluvia para el periodo febrero-abril son las siguientes: En el norte seguirán las irregularidades (déficits), aunque las lluvias eventuales podrían presentarse con excesos en las partes media y alta del departamento de Piura, así como en zonas muy puntuales de Cajamarca y La Libertad.  En gran parte de la sierra central las precipitaciones seguirán dentro de la variabilidad normal, aunque con posibles excesos en el oeste de la cuenca del Mantaro (Junín) y las partes altas de los departamentos de Huancavelica y Lima, con tendencia decreciente hacia abril, igual que en el resto del país.  En el sur andino y el altiplano es posible que las lluvias se mantengan e —incluso— que hayan algunos eventos extremos en puntos focalizados.  Y en la Amazonía, las lluvias se mantendrán en el sector norte, principalmente en el Alto Huallaga (Huánuco-San Martín), así como al este del departamento de Loreto. (Fuente: SENAMHI, Dirección General de Meteorología).

DAÑOS Y PÉRDIDAS

  Al respecto, el balance agrícola preliminar del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) hasta  el último día de  febrero  ̶ en torno a los efectos de las lluvias torrenciales, huaicos, desbordes, inundaciones y otros siniestros ̶ reportan  destrucción de 1,230 hectáreas agrícolas y la afectación de 8,850, aparte del arrasamiento  de 2,190 de cobertura natural o pastos (ver cuadro adjunto).
  El ranking de departamentos damnificados en lo agrícola –según el INDECI – lo encabeza Junín, seguido por Cusco.
   Pero el balance oficial considera únicamente  a los daños y pérdidas visibles o inmediatos, no a los causados –incluso a futuro–  por los cortes viales y las enfermedades agropecuarias generadas por los excesos de humedad y frío; mucho menos a los cultivos y crianzas afectados por la escasez de agua en varios puntos del norte, así como a las áreas dejadas de sembrar por falta del líquido elemento.



COMPLETAR EL DIAGNOSTICO

   El Ministerio de Agricultura, las direcciones regionales agrarias y las municipalidades rurales deben cubrir pronto este vacío, trabajando de la mano.
  Ello es imprescindible para tener un diagnóstico cabal de la realidad, contribuir a la rehabilitación de todos los damnificados e –incluso– concertar una gran campaña complementaria de siembras en todos los valles (sureños) con disponibilidad suficiente de humedad residual y agua.
● No obstante lo descrito, aún se puede esperar la esperanza en que durante marzo y acaso parte de abril se regularicen las lluvias en el norte, para mejorar –especialmente– las bajas reservas hídricas existentes en esa región clave para el abastecimiento agroalimentario.
En tal sentido, el comentado mapa adjunto nos da una orientación básica de lo que podría suceder hidro-climáticamente en el futuro inmediato.

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