Mujeres ocupan roles grandes en la agricultura
Chris Clayton
Estados Unidos
El editor de políticas agrarias de DTN Chris Clayton participó en una gira de desarrollo agrícola en Kenia a principios de noviembre, patrocinada por la Federación Internacional de Periodistas Agrícolas y porAgriterra. Este artículo fue publicado originalmente en DTN.com y en Progressive Farmer.
En una aldea pequeña en una región montañosa a unas dos horas de Nairobi, un grupo de unos 20 granjeros y la misma cantidad de visitantes se meten apretujados en un galpón para la clasificación de verduras para escuchar cómo estos granjeros juntan sus recursos para tener más cultivos y obtener un precio mejor.
Cuando se necesitan detalles, todos los hombres vuelven la cabeza a la única mujer granjera en el grupo, que se pone de pie para explicar cómo los productores están tratando de negociar con verduleros para que éstos se comprometan a comprar al por mayor directamente de la cooperativa.
"Tuvimos muchos problemas con el tema de marketing", dijo Esther Chege, una granjera que encabeza el comité de marketing del grupo. "Solíamos plantar un cultivo sin un mercado para venderlo. Ahora plantamos sabiendo que tenemos un mercado listo."
Chege explicó que las negociaciones con los principales verduleros continúan, pero los agricultores siguen tratando de conseguir un compromiso. Su explicación reflejó dos temas repetidos que un grupo de periodistas agrícolas de todo el mundo vio en Kenia. En primer lugar, más agricultores ponen su fe en las cooperativas esperando que establezcan un mercado mejor para sus productos. En segundo lugar, a pesar de la adversidad que enfrentan, las mujeres granjeras están avanzando más allá del papel de trabajadoras a ser algunos de los productores más emprendedores del país.
Una encuesta del Banco Mundial en Kenia el año pasado sugirió que la agricultura en el país se está convirtiendo en una ocupación dominada por mujeres. Los hombres jóvenes en particular son atraídos a trabajar en las ciudades y ven a granjeros como si estuvieran en los peldaños bajos de la sociedad.
"Los jóvenes desempleados son el problema más grande en Kenia y el trabajo en una granja es considerado no sólo una tarea, pero a veces un castigo", dijo Polly Noyce, una californiana que ha pasado la mayor parte de su vida adulta como granjera en Kenia. Noyce es la fundadora de una granja educativa privada en el oeste de Kenia.
MUJERES TRABAJAN LA TIERRA
A lo largo de Kenia es mucho más fácil encontrar a mujeres trabajando en las granjas que a hombres. De hecho, en la reunión donde asistió Chege, muchos de los hombres aparecieron porque sus esposas estaban en casa trabajando en los campos. El Banco Mundial calcula que en algunas comunidades kenianas hasta el 80% de los agricultores son mujeres. A lo largo de toda África, el porcentaje de mujeres agricultoras es aún mayor.
Sin embargo, las mujeres kenianas tradicionalmente han sido limitadas en su propio desarrollo como granjeras y empresarias, en gran parte porque no se les había permitido poseer o heredar tierras. Algunas estadísticas dicen que sólo el 5% de tierras en el país está en manos de mujeres, pero no hay cifras oficiales. Bajo la nueva constitución ratificada por los votantes en 2010, las mujeres pueden poseer y heredar tierras ahora, pero las costumbres locales siguen restringiendo la posibilidad de las mujeres de ser propietarias. La corrupción en puestos como el del Ministro de Tierras también desempeña un papel en dañar la propiedad de tierras de mujeres.
Esto se traduce en que sea más difícil para mujeres obtener préstamos para sus operaciones agrícolas, dijo Rien Geuze, un asesor de empresas para Agriterra que tiene su sede en los Países Bajos y que organizó el viaje de desarrollo agrícola para la Federación Internacional de Periodistas Agrícolas. En muchos casos, las mujeres carecen de garantías, a pesar de que los banqueros ven los préstamos para mujeres más positivamente porque ellas son mejores en devolver préstamos y administrar los presupuestos familiares que los hombres. Por lo tanto, si quieren obtener préstamos, las mujeres granjeras trabajan más con las cooperativas que a menudo hacen las veces de cosignatarios a crédito.
Un miembro del personal del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que trabaja en la iniciativa “Feed the Future” de la Administración de Obama testificó el miércoles ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Dijo que un mayor acceso a aportaciones de calidad y a un crédito apropiado probablemente podría aumentar la productividad de las mujeres granjeras en algunas partes de África en un 20% a 30%.
TÉ MÁS RENTABLE
Tabitha Kiambi cultiva 17.000 arbustos de té en cinco acres en una zona montañosa no muy lejana del monte Kenia. Ella ha estado cultivando té desde 1962 y algunos de sus arbustos de té han estado produciendo desde hace 45 años. Su granja produce 26 toneladas de té al año para una fábrica local de té; ella también cosecha frutas y verduras. Kiambi dijo que considera que su operación de té es bastante más rentable que otros cultivos.
"El té es bueno. Es más económico, sobre todo cuando se quiere ganar mucho dinero", dijo Kiambi. "Por lo general, esto es abundante."
Kiambi dijo que uno de sus mayores problemas es conseguir suficiente mano de obra. Tenía tres recolectores en el campo cuando podía usar hasta ocho. Un recolector suele llenar una cesta de 10 kilogramos aproximadamente cuatro veces en una jornada de ocho horas. Los trabajadores ganan unos 80 chelines por cesta, o un poco menos de $ 4 al día. Kiambi suele ganar unos $ 6 por 40 kilogramos de té entregados a la fábrica.
Peris Njenga preside la cooperativa láctea Kiambaa Dairy Cooperative. Hace 15 años, Peris y su esposo George empezaron con una vaca lechera, pero ahora tienen 30 vacas incluyendo los novillos y terneros. En un país donde el tambero promedio tal vez tenga dos vacas lecheras, la granja de los Njenga es considerada grande aunque su propiedad tiene menos de cinco hectáreas. La tierra está siendo usada para cultivar verduras y alfalfa, mientras que las 10 vacas lecheras mismas permanecen estabuladas y no salen a pastar. El desafío con cero pastoreo es que una bolsa de 70 kilogramos de suplementos lecheros que se agregan al pienso puede costar $ 20. La granja produce aproximadamente 52 galones de leche por día, lo que equivale a cerca de $ 65 - $ 70 por día en ingresos.
Cuando se la pregunta si las mujeres trabajan más en la granja, ella responde riendo: "Ciertamente, cuando se trata de la producción lechera."
Peris Njenga también está trabajando para fusionar su cooperativa de 1.500 granjeros con una cooperativa más grande de la zona para ayudar a reducir los costos de los piensos y de la inseminación artificial. Cooperativas más grandes pueden negociar mejores tipos de interés sobre los préstamos con las cooperativas de crédito de la zona, así como mejores precios con los procesadores de lácteos más grandes en Nairobi.
En una cooperativa cafetalera cerca de Gatimbi, justo a lo largo del ecuador, Mercy Kanini de 30 años de edad se destaca como la única mujer y además como el miembro más joven de la junta de la cooperativa de granjeros Mukune Farmers Co-operative. Kanini tiene alrededor de un acre de café que produjo 5.000 kilogramos. A los 65 chelines promedio por kilogramo, la cosecha de Kanini generó aproximadamente $ 3.800. Ella ve mucho más potencial con nuevas variedades de cafetos. Tiene como meta triplicar la producción en los próximos años. "Eso es posible con los nuevos cafetos," dijo Kanini quien ha manejado su propia granja durante los últimos cinco años. "Estos nuevos cafetos son resistentes a las enfermedades y producen mucho más."
Estados Unidos
El editor de políticas agrarias de DTN Chris Clayton participó en una gira de desarrollo agrícola en Kenia a principios de noviembre, patrocinada por la Federación Internacional de Periodistas Agrícolas y porAgriterra. Este artículo fue publicado originalmente en DTN.com y en Progressive Farmer.
En una aldea pequeña en una región montañosa a unas dos horas de Nairobi, un grupo de unos 20 granjeros y la misma cantidad de visitantes se meten apretujados en un galpón para la clasificación de verduras para escuchar cómo estos granjeros juntan sus recursos para tener más cultivos y obtener un precio mejor.
Cuando se necesitan detalles, todos los hombres vuelven la cabeza a la única mujer granjera en el grupo, que se pone de pie para explicar cómo los productores están tratando de negociar con verduleros para que éstos se comprometan a comprar al por mayor directamente de la cooperativa.
"Tuvimos muchos problemas con el tema de marketing", dijo Esther Chege, una granjera que encabeza el comité de marketing del grupo. "Solíamos plantar un cultivo sin un mercado para venderlo. Ahora plantamos sabiendo que tenemos un mercado listo."
Chege explicó que las negociaciones con los principales verduleros continúan, pero los agricultores siguen tratando de conseguir un compromiso. Su explicación reflejó dos temas repetidos que un grupo de periodistas agrícolas de todo el mundo vio en Kenia. En primer lugar, más agricultores ponen su fe en las cooperativas esperando que establezcan un mercado mejor para sus productos. En segundo lugar, a pesar de la adversidad que enfrentan, las mujeres granjeras están avanzando más allá del papel de trabajadoras a ser algunos de los productores más emprendedores del país.
Una encuesta del Banco Mundial en Kenia el año pasado sugirió que la agricultura en el país se está convirtiendo en una ocupación dominada por mujeres. Los hombres jóvenes en particular son atraídos a trabajar en las ciudades y ven a granjeros como si estuvieran en los peldaños bajos de la sociedad.
"Los jóvenes desempleados son el problema más grande en Kenia y el trabajo en una granja es considerado no sólo una tarea, pero a veces un castigo", dijo Polly Noyce, una californiana que ha pasado la mayor parte de su vida adulta como granjera en Kenia. Noyce es la fundadora de una granja educativa privada en el oeste de Kenia.
MUJERES TRABAJAN LA TIERRA
A lo largo de Kenia es mucho más fácil encontrar a mujeres trabajando en las granjas que a hombres. De hecho, en la reunión donde asistió Chege, muchos de los hombres aparecieron porque sus esposas estaban en casa trabajando en los campos. El Banco Mundial calcula que en algunas comunidades kenianas hasta el 80% de los agricultores son mujeres. A lo largo de toda África, el porcentaje de mujeres agricultoras es aún mayor.
Sin embargo, las mujeres kenianas tradicionalmente han sido limitadas en su propio desarrollo como granjeras y empresarias, en gran parte porque no se les había permitido poseer o heredar tierras. Algunas estadísticas dicen que sólo el 5% de tierras en el país está en manos de mujeres, pero no hay cifras oficiales. Bajo la nueva constitución ratificada por los votantes en 2010, las mujeres pueden poseer y heredar tierras ahora, pero las costumbres locales siguen restringiendo la posibilidad de las mujeres de ser propietarias. La corrupción en puestos como el del Ministro de Tierras también desempeña un papel en dañar la propiedad de tierras de mujeres.
Esto se traduce en que sea más difícil para mujeres obtener préstamos para sus operaciones agrícolas, dijo Rien Geuze, un asesor de empresas para Agriterra que tiene su sede en los Países Bajos y que organizó el viaje de desarrollo agrícola para la Federación Internacional de Periodistas Agrícolas. En muchos casos, las mujeres carecen de garantías, a pesar de que los banqueros ven los préstamos para mujeres más positivamente porque ellas son mejores en devolver préstamos y administrar los presupuestos familiares que los hombres. Por lo tanto, si quieren obtener préstamos, las mujeres granjeras trabajan más con las cooperativas que a menudo hacen las veces de cosignatarios a crédito.
Un miembro del personal del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que trabaja en la iniciativa “Feed the Future” de la Administración de Obama testificó el miércoles ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Dijo que un mayor acceso a aportaciones de calidad y a un crédito apropiado probablemente podría aumentar la productividad de las mujeres granjeras en algunas partes de África en un 20% a 30%.
TÉ MÁS RENTABLE
Tabitha Kiambi cultiva 17.000 arbustos de té en cinco acres en una zona montañosa no muy lejana del monte Kenia. Ella ha estado cultivando té desde 1962 y algunos de sus arbustos de té han estado produciendo desde hace 45 años. Su granja produce 26 toneladas de té al año para una fábrica local de té; ella también cosecha frutas y verduras. Kiambi dijo que considera que su operación de té es bastante más rentable que otros cultivos.
"El té es bueno. Es más económico, sobre todo cuando se quiere ganar mucho dinero", dijo Kiambi. "Por lo general, esto es abundante."
Kiambi dijo que uno de sus mayores problemas es conseguir suficiente mano de obra. Tenía tres recolectores en el campo cuando podía usar hasta ocho. Un recolector suele llenar una cesta de 10 kilogramos aproximadamente cuatro veces en una jornada de ocho horas. Los trabajadores ganan unos 80 chelines por cesta, o un poco menos de $ 4 al día. Kiambi suele ganar unos $ 6 por 40 kilogramos de té entregados a la fábrica.
Peris Njenga preside la cooperativa láctea Kiambaa Dairy Cooperative. Hace 15 años, Peris y su esposo George empezaron con una vaca lechera, pero ahora tienen 30 vacas incluyendo los novillos y terneros. En un país donde el tambero promedio tal vez tenga dos vacas lecheras, la granja de los Njenga es considerada grande aunque su propiedad tiene menos de cinco hectáreas. La tierra está siendo usada para cultivar verduras y alfalfa, mientras que las 10 vacas lecheras mismas permanecen estabuladas y no salen a pastar. El desafío con cero pastoreo es que una bolsa de 70 kilogramos de suplementos lecheros que se agregan al pienso puede costar $ 20. La granja produce aproximadamente 52 galones de leche por día, lo que equivale a cerca de $ 65 - $ 70 por día en ingresos.
Cuando se la pregunta si las mujeres trabajan más en la granja, ella responde riendo: "Ciertamente, cuando se trata de la producción lechera."
Peris Njenga también está trabajando para fusionar su cooperativa de 1.500 granjeros con una cooperativa más grande de la zona para ayudar a reducir los costos de los piensos y de la inseminación artificial. Cooperativas más grandes pueden negociar mejores tipos de interés sobre los préstamos con las cooperativas de crédito de la zona, así como mejores precios con los procesadores de lácteos más grandes en Nairobi.
En una cooperativa cafetalera cerca de Gatimbi, justo a lo largo del ecuador, Mercy Kanini de 30 años de edad se destaca como la única mujer y además como el miembro más joven de la junta de la cooperativa de granjeros Mukune Farmers Co-operative. Kanini tiene alrededor de un acre de café que produjo 5.000 kilogramos. A los 65 chelines promedio por kilogramo, la cosecha de Kanini generó aproximadamente $ 3.800. Ella ve mucho más potencial con nuevas variedades de cafetos. Tiene como meta triplicar la producción en los próximos años. "Eso es posible con los nuevos cafetos," dijo Kanini quien ha manejado su propia granja durante los últimos cinco años. "Estos nuevos cafetos son resistentes a las enfermedades y producen mucho más."
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