domingo, 7 de abril de 2013

Manzana Honeycrisp y su respuesta a la presión de los consumidores


Un difícil camino al éxito
En los primeros días en Minnesota, los crudos inviernos en la zona generaban dudas sobre si la tierra era o no sostenible para el desarrollo de la agricultura. En 1860 el  editor del periódico New York Tribune, Horace Greeley, advertía a los lectores sobre los costos de mudarse a este estado, diciéndoles: “Yo no viviría en Minnesota porque no se pueden cultivar manzanas“. IMG_5793-300x200
Sin embargo, años de arduo trabajo han colocado a Minnesota en el mapa como un estado innovador en manzanas de clima frío. Aunque el estado no puede sostener variedades de renombre como Red Delicious, Fuji o Granny Smith, la Universidad de Minnesota ahora cuenta con 26 variedades de manzanas como parte de su programa de breeding.
Sin duda, la Honeycrisp ha llegado a la cima en términos de popularidad en la Universidad, e incluso ha reclamado el título como la fruta oficial del estado.
Como explica el Dr. James Luby, del Departamento de Ciencias y Horticultura de la Universidad de Minnesota, el camino hacia el éxito de la Honeycrisp no ha sido fácil.
“Tiene muchos, muchos problemas. Tiene tantos problemas como para mantener a una nueva generación de científicos ocupados en temas de pos-cosecha y producción, desde el bajo vigor hasta el bitter pit y soft scald“, dijo durante su presentación en el seminario ”Manejo de pre y pos-cosecha en huertos de manzano y selección de nuevas variedades en programas de mejoramiento genético”, realizado en Santiago, Chile.
En la fase de pruebas en la década de 1970 la variedad fue descartada por ser demasiado débil e incapaz de sobrevivir. El cultivo fue re descubierto por el equipo de Luby en la década de 1980.
Incluso entonces, con un equipo más dedicado, tardó mucho tiempo para que el cultivo se hiciera popular.
“En 1990, hubo años en que un millón de árboles de Honeycrisp fueron quemados por los viveros debido a la lenta absorción de la variedad, debido a los muchos problemas, como descubrieron los productores”, dijo Luby.
Entonces, ¿qué haría regresar a los productores a la Honeycrisp y transformarla en una de las variedades de manzana de mayor venta en Estados Unidos?
“Cuando el precio recibido hasta ahora ha promediado más de US$50 dólares por caja, los agricultores y otros actores a lo largo de la cadena de suministro, se han mostrado dispuestos a pensar cómo pueden manejar esta variedad de manera diferente”, explicó.
“A los consumidores les ha gustado. Ha habido una presión por parte de los consumidores a través del mercado, por lo que a pesar de que cada agricultor probablemente la maldiga, y la mayoría de las personas que manejan el almacenamiento en frío y la cadena de suministro también maldigan a la variedad por los numerosos problemas post-cosecha, todos ellos muestran una sonrisa cuando ven el cheque y el dinero que han hecho”.
Aunque la Honeycrisp puede generar un dolor de cabeza para los productores, Luby explicó que existe una especie de campaña por parte de los consumidores que motiva a los productores a mantener la variedad en las estanterías.
Entre EE.UU y Canadá, se estima que 8 millones de cajas de esta variedad se vendieron en 2012. Se espera que esta cifra aumente a 20 millones en 2020.
Si bien la variedad ha ganado terreno en EE.UU, el control sobre el cultivo se ha vuelto más difícil. La patente de la fruta en EE.UU expiró en 2008, obligando a la fruta a convertirse en una variedad “abierta” y eso complica la posibilidad de un esfuerzo de marketing unificado.
Como resultado de ello, los productores han promovido la producción de la manzana  fuera de EE.UU, creando programas en la Unión Europea (UE), Sudáfrica y Nueva Zelanda. Por el momento, 250 hectáreas de la fruta están plantadas en la UE, la mayoría de ellas en Francia y Alemania. Unas 50 hectáreas se encuentran en Sudáfrica.
Una parte importante del éxito internacional ha sido la marca, explica Luby. Nombres como “Honeycrisp” y “HoneyCrunch” suenan muy bien en los oídos de los consumidores.
“Una vez que has creado a tu bebé, tienes que darle un buen nombre. Elegir un buen nombre para una manzana es una de las cosas más difíciles con que las que luchamos como breeders y como socios en la comercialización de las manzanas“, señaló.
Con un nombre como Honeycrisp, que básicamente se explica por si mismo, Luby dijo que la fruta atrae a los compradores. Detalló que con sólo escuchar el nombre, el consumidor puede generar una imagen de esta manzana crujiente en su mente.

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