viernes, 19 de abril de 2013

El garbanzo se toma un respiro y le deja más lugar al trigo

 

En el centro norte de Córdoba, el mapa de los cultivos de invierno cambió totalmente su composición en los últimos 10 años. Mientras en la campaña 2002/2003, de cada 100 hectáreas que sembraban los productores Crea de la región 99 hectáreas eran con trigo y una sola con garbanzo, en la pasada cosecha la geografía se invirtió. El 85 por ciento de la superficie sembrada fue destinada a garbanzo, ocho por ciento a trigo, y el resto se lo repartieron entre arveja, lenteja, lentejón y cebada, de acuerdo con los datos que maneja la Regional Córdoba Norte. Los datos fueron presentados ayer en una jornada técnica que se concretó en Laguna Larga.

Si bien las restricciones comerciales que pesan sobre el trigo contribuyeron a su ausencia dentro de la rotación, el clima es un fundamento de peso a la hora de evaluar su retirada. “Pasamos de manejar 800 milímetros a 400 milímetros”, sostuvo Juan Pablo Fiala, integrante de esta regional del movimiento Crea, y uno de los disertantes en la jornada sobre cultivos invernales.

Reemplazante. En ese escenario de restricciones climáticas y comerciales para el trigo, el garbanzo apareció como una alternativa en la secuencia invernal, y su protagonismo creció en forma significativa en las últimas campañas.

Sin embargo, en la próxima siembra que en el norte cordobés tiene como fecha optima para mediados de mayo, el garbanzo cederá algo de lugar y el trigo aumentará su intención de siembra. Según Fiala, habrá en la región una sustitución del garbanzo por el trigo, debido a la falta de dinámica que tiene el mercado de la legumbre.

Muchos productores que el año pasado vieron en el garbanzo una oportunidad comercial es probable que en esta campaña desistan de su inclusión dentro de la rotación.

“En secano, se está a la espera de que haya una recuperación de la humedad en el perfil para definir la intención final. Pero bajo riego es posible que dentro de la regional el garbanzo pierda 30 por ciento de la superficie y que la pueda ganar el trigo”, comentó el técnico. En aquellos establecimientos regantes que consideran al garbanzo una especialidad dentro de la línea de su crecimiento productivo, este cultivo mantendrá su presencia.

Resultados 2011/2012. En la campaña pasada, de las 10.829 hectáreas sembradas con cultivos de invierno por los 12 grupos Crea de la región, 9.156 hectáreas fueron para garbanzo y sólo 892 para trigo. El resto se lo repartieron la arveja, cebada, lenteja y lentejón.

Los planteos bajo riego fueron mayoritarios. El 61 por ciento de las hectáreas –6.587– se hizo con el aporte del riego complementario. El garbanzo, con 5.439 hectáreas, fue el producto más regado. El trigo sólo ocupó en los equipos presurizados una superficie de 640 hectáreas, de las cuales alrededor de 400 fueron candeal, un producto que si bien rinde entre 10 y 15 por ciento menos que el trigo pan, cotiza entre 20 y 25 por ciento más que el valor de pizarra del cereal.

Los rendimientos no fueron buenos: el garbanzo aportó 21,34 quintales por hectárea y el trigo 38, de acuerdo con los registros de la regional. “Cuando el productor Crea se plantea la inclusión del trigo, lo hace con tres niveles de tecnología –baja, media y alta– en función de las expectativas. En la última campaña, el nivel de incertidumbre sobre el grano hizo que se aplicara una tecnología baja”, explicó Fiala.

La experiencia recogida en las últimas campañas muestra que si bien la ventana de siembra para el garbanzo es amplia (desde fines de abril a fines de junio), los mejores resultados tanto en riego como en secano se observan entre el 10 al 20 de mayo. Para ajustar el manejo sanitario, productores del movimiento viajaron a Canadá y Australia para identificar a los productos que mejor combaten el tizón. Los resultados fueron buenos y el patógeno, a diferencia de otras zonas de la provincia y del país, fue controlado.

Información local. Con el objetivo de validar información de la zona, la regional tienen en marcha una red de ensayos de garbanzo, a cargo de María Celeste Gregoret, su responsable técnica.

En el establecimiento El Espinillo, en Monte del Rosario, se evalúan fechas de implantación y cuatro densidades de siembra: baja, entre tres a seis plantas por metro lineal cada 52 centímetros; media, entre seis y ocho plantas; normal, entre 10 y 12 y alta, entre 14 y 16 plantas. Se añade la comparación entre cinco variedades: chañarito, norteño (hay una tendencia hacia su mayor uso en la zona), canadiense, sauco y mejicano. La evaluación también incluye el momento de riego, en llenado de grano, estado vegetativo, floración, riego continuo. Con 200 milímetros de agua en el perfil, el riego al momento del llenado de grano aportó el mayor rendimiento: 30 quintales por hectárea. Lo más bajo, el riego continuo, con 16 quintales.

Trigo pan. 182 dólares por hectárea. Es el margen bruto calculado para el trigo 2012/13 por los Crea del norte de Córdoba. Es un planteo bajo riego, en campo propio, con un rendimiento de 47 quintales por hectárea. El precio esperado es de 200 dólares por tonelada.

Trigo candeal. 259 dólares por hectárea. Es el margen bruto calculado para el trigo candeal 2012/13 por los Crea del norte de Córdoba. Es un planteo bajo riego, en campo propio, con un rendimiento de 42,3 quintales por hectárea. El precio esperado es de 250 dólares por tonelada.

Garbanzo. 322 dólares por hectárea. Es el margen bruto calculado para el garbanzo 2012/13 por los Crea del norte de Córdoba. Es para un planteo en secano, en campo propio, con un rendimiento de 17,7 quintales por hectárea. El precio esperado es de 450 dólares por tonelada.

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