jueves, 4 de abril de 2013

Denuncian que hay una situación de colapso en el delta entrerriano

El presidente de la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy (SRII), Armando Cadoppi, advirtió a través de la agencia periodística Aim que “más del veinte por ciento del delta entrerriano está endicado, sin un plan integral de manejo del agua y del ambiente”. 
En ese marco, confirmó que esta situación “afectará cada vez en mayor medida a comunidades extradelteñas, como Buenos Aires, Rosario, Escobar, Zarate, Gualeguay y Gualeguaychú”. 
Cadoppi aseguró que el gobierno “se niega a reconocer que en el delta son más de 300 mil las hectáreas endicadas y no 60 mil, como afirmaron sus funcionarios en el Foro del Agua”, que se realizó en marzo pasado en Paraná. 
El presidente de la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy (SRII) reclamó a la provincia un marco regulatorio adecuado para trabajar e invertir ordenadamente “sin afectar al ambiente, sin afectar los servicios que brinda el humedal y sin alterar los niveles de las aguas”. 
“Tergiversan (los funcionarios) la realidad y deberán responsabilizarse por el muy severo daño en el ambiente y las comunidades”, dijo. 
Además, Cadoppi agregó que “la realidad es crítica, y en tanto no se tomen medidas y continúe la situación de colapso, que es muy preocupante, el agua subirá y afectará tanto a productores como a sociedades delteñas y extradelteñas, como Buenos Aires, Rosario, Gualeguay, Gualeguaychú, Escobar, e incluso, podría tener derivaciones en ciudades de Uruguay”. 

Otros problemas 

El ruralista afirmó que los gobiernos nacional y provincial niegan el problema: “niegan que, de 1.800.000 hectáreas que tiene el delta, desde Diamante hasta la desembocadura del Río de la Plata, haya más de 300 mil endicadas en el delta entrerriano”. 
Según Cadoppi, “la negativa del gobierno provincial en admitir esta realidad, genera serios conflictos y perjuicios en la zona, ya que en situaciones de creciente de los ríos Paraná, Uruguay o Gualeguay, o de una sudestada, el agua tiene menor superficie para abarcar porque se han modificado cursos de agua, por lo cual, el agua drena cada día de manera distinta y además su altura sigue subiendo descontroladamente”. 
El otro aspecto está relacionado con la decisión del gobierno nacional de empujar al productor a sembrar sólo soja y a desalentar otras producciones. “La falta de políticas de producciones alternativas a la soja, como la ganadería, la forestación, el turismo o la apicultura, está promoviendo que se destine una importante superficie a producir soja en el delta, una región sumamente frágil ambientalmente y con enorme cantidad de agua superficial disponible”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.