De La Sota prometió “derogar todas las leyes nocivas del kirchnerismo”

Así lo expresó en el encuentro con productores e intelectuales peronistas, en su posicionamiento para ser candidato a 2015.

Sin aclarar cuáles son, el gobernador de Córdoba, José Manuel De La Sota, aseguró que “cuando seamos gobierno, vamos a derogar todas las leyes nocivas que nos dejará el kirchnerismo”.

La promesa fue formulada durante el encuentro con Productores Peronistas realizado en Córdoba el sábado pasado, con la presencia de un millar de participantes entre los que se encontraban intelectuales de la talla de Julio Bárbaro e integrantes del grupo Clarín como Héctor Huergo.

De La Sota avanza de este modo en su posicionamiento a polarizar la oferta electoral de un peronismo anti K, respaldado por seguidores que enarbolan la bandera de lo que podría llamarse el peronismo de Perón, el legado que dejó el líder, y que a su entender el kirchnerismo no representa.

Como emblema la titular de los productores peronistas, Soledad Díaz de Tejada Cossio le entregó a De La Sota una “actualización” del capítulo agropecuario del documento “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional”, elaborado por Juan Domingo Perón en 1974, poco antes de su muerte.

Como es de público conocimiento, Perón designó al frente del Ministerio de Economía desde que asumió la tercera presidencia hasta el día de su muerte a José Ber Gelbard, el creador de la CGE en 1953, denostado por un sector del peronismo tanto por su condición de judío como por su pensamiento de izquierda.

“El único que sostenía a Gelbard era Perón”, recuerda en sus memorias Horacio Giberti quien fuera el Secretario de Agricultura en aquellos años. Entre otras políticas aplicadas por Gelbard, con el aval de Perón, estaban la de precios únicos para los productos agropecuarios y el monopolio del Estado en la comercialización de granos.

Con esas y otras políticas dirigidas por el propio Perón la inflación desbordada de esos años se redujo en 1974 al nivel más bajo entre 1971 y 1991, según publica Clarín en la última edición del domingo 14 de abril último. Políticas que fueron el blanco de duras críticas de entidades que hoy integran la llamada Comisión de Enlace.

En un Estado que tiene el monopolio del comercio de granos las retenciones carecen de todo sentido, de allí que Perón las eliminó en su tercer mandato. Así lo recordó Adolfo Rodríguez Saa durante el debate por la 125 en el Senado un lustro atrás, aunque olvidando señalar que el precio de los productos los fijaba el gobierno de Perón y no el mercado.

Diez de Tejada Cossio explicó el sábado que “la Mesa Nacional Peronista Agropecuaria es la síntesis de un proyecto estratégico” de un grupo de empresarios, productores e intelectuales. Y que fue articulada como Mesa “porque es un lugar donde se debaten ideas, estrategias”.

Desde ese espacio se piensa en una construcción nacional “porque defendemos el federalismo, la territorialidad y la ruralidad”, añadió la titular de la MNPA, sin explayarse -por ejemplo- sobre las políticas de estatización en el comercio de granos como lo hiciera Perón hace 40 años. 

“La Mesa surge como una necesidad de fortalecer los vínculos del sector agroindustrial con las bases mismas del pensamiento justicialista, basado en la doctrina social de la iglesia, justicia social como consecuencia del trabajo digno, a partir de la producción”, explicó Diez de Tejada Cossio.

Para Perón la Justicia Social no es una mera consecuencia del trabajo digno a partir de la producción, sino de una justa distribución de la renta como principal vector. El 1 de mayo de 1974, dos meses antes de morir, Perón anticipó ante el Congreso de la Nación los objetivos económicos que tenía en mente como creador de la doctrina Justicialista en su Modelo Argentino. 

“En lo económico hemos de producir básicamente según las necesidades del pueblo y de la Nación, y teniendo también en cuenta las necesidades de nuestros hermanos de Latinoamérica y del mundo en su conjunto”, decía Perón entonces. 

Y agregaba ante la Asamblea Legislativa -dos meses antes de su muerte- que “a partir de un sistema económico que hoy produce según el beneficio, hemos de armonizar ambos elementos para preservar recursos, lograr una real justicia distributiva, y mantener siempre viva la llama de la creatividad”.