miércoles, 24 de abril de 2013

Argentina: Mejora el escenario para la ciruela de industria


Un sensible aumento en los precios internacionales abre una nueva oportunidad para los exportadores mendocinos. Referentes del sector aseguran que la cosecha fue menor a lo pronosticado. Cayeron los rindes promedio.
Con un escenario internacional más favorable por precios tonificados y una producción local que finalmente habría quedado por debajo de las estimaciones oficiales, el sector de la ciruela de industria podría conseguir mejores condiciones para este año.
Productores e industriales coinciden en que el volumen recolectado en 2013 es menor al pronosticado por el Instituto de Desarrollo Rural, que estimaba una cosecha superior a la finalmente lograda. La producción pronosticada de ciruela para 2013, a partir de la segunda estimación, es de 136.361 toneladas. Esta cifra representó una disminución del 35% de la producción, debido a factores tales como las contingencias climáticas (granizo, Zonda, lluvia) y aspectos fisiológicos (“mancha roja”).
Marcelo Serrano, presidente de la Sociedad Rural de San Rafael, admite que no pueden decir exactamente cuántos kilos se han cosechado  porque, aunque se hiciera un relevamiento en las industrias, hay muchos productores que secan la ciruela ellos mismos.
“De acuerdo a los rindes que han tenido muchos productores que conocemos, está claro que la producción ha sido mucho menor. Los montes no tuvieron los rendimientos que se esperaban, se cayó mucha ciruela por efecto de la “mancha roja” y muchos productores, al ver que el precio de compra era tan bajo, optaron por secar”.
Los industriales consultados -aunque prefieren mantener sus nombres en reserva- coinciden en que la producción finalmente podría resultar menor que la pronosticada oficialmente. No obstante, advierten que están cumpliendo con los programas que se habían trazado.
En ese ámbito se indica que, si por momentos los establecimientos no estuvieron  trabajando a pleno, no fue porque la fruta no estuviera en los montes sino porque el buen clima y la falta de mano de obra permitieron prolongar el tiempo de cosecha y eso hizo que las plantas fabriles trabajaran más desahogadas. Todo eso -explican- fue regulando el ingreso de fruta. Por eso, mientras normalmente la temporada de cosecha y secado dura 30 días y cuando interfieren las lluvias se acorta a tres semanas, este año se extendió a 45 días.
“Pero este año la fruta está”, aseguran desde la industria. Advierten que, para tener información seria, hay que esperar primero que la industria, como sector, haga un relevamiento del producto que dispone y ver, también, cuánto es lo que tienen los productores, porque todavía hay ciruela secándose al sol.
Inclusive, en General Alvear todavía habría fruta fresca en cámaras frigoríficas, esperando el momento de ingresar al secadero.
Escenario internacional

Lo que ocurra en el mercado internacional es determinante para Mendoza, considerando que prácticamente el 95% de la producción tiene destino de exportación. Al parecer, el panorama se presenta favorable este año.
Sobre este punto, el dirigente de los productores sureños señala que los precios han mejorado, a raíz de “las mermas de producción en Chile y en California, sumado a la falta de stock en Mendoza y en Chile”.
Asegura que “exportadores locales han formalizado operaciones con algunos clientes de Asia, a precios que se ubican entre U$S 29 y U$S 30 la caja de 10 kilos”.
Serrano indica que, ante este escenario, hay mucho interés de las industrias por la ciruela seca en poder de los productores. Un indicador de lo que a criterio del dirigente se insinúa como una previsible puja de los exportadores por la producción de este año, es que ya hay acopiadores que trabajan con la industria, que están visitando a los productores. “No es común que los industriales estén terminando de secar y ya salgan a comprar ciruela seca”, señala.
“Normalmente procesan la de ellos y la que compraron en fresco la venden; depende de cómo vayan las ventas, salen a comprar ciruela seca o no. De manera que las perspectivas son alentadoras; creo que los precios van a subir”, agregó.
Desde la industria -y aunque no se dan valores concretos- se admite que “los precios se están tonificando respecto del año anterior”. Pero algunos empresarios explican que esa mejora, más que por una menor producción de Chile, que es el primer exportador mundial, podría estar dada por la decisión de los exportadores trasandinos de regular la oferta en los mercados internacionales, porque también tienen problemas de competitividad cambiaria. A los precios que venían exportando, estaban perdiendo rentabilidad.
Explican que durante dos o tres años, el precio internacional de la ciruela (en base dólar) se ha mantenido en una meseta y últimamente, por una situación o por otra, el dólar rinde menos en cualquier parte del mundo.
Chile, si bien no tiene problemas por la suba de costos internos, sí lo tiene por la caída del tipo de cambio. Recuerdan que “hace 3 años los exportadores recibían 600 o 700 pesos chilenos por un dólar y hoy reciben 480 pesos chilenos por cada dólar. Se les destruyó el tipo de cambio”.
El fideicomiso

Esta coyuntura mundial de negocio podría favorecer a los fruticultores que decidieron secar su producción; entre ellos, los que se sumaron al Fideicomiso sectorial que instrumentó el Gobierno de Mendoza.
Aunque no hay precisiones sobre el número de productores integrados en esta iniciativa, desde el sector productivo calculan que no serían más de 200 (sólo San Rafael tiene alrededor de 4.000 agricultores que producen ciruelas para desecar).
Están reunidos en cuatro grupos distintos, dos de ellos son cooperativas. Una es la Cooperativa la Línea, que nuclea a cerca de 60 productores (constituida en el seno de la Sociedad Rural de San Rafael); la otra es la Cooperativa Fruderpa, de Real del Padre. Hay, por otra parte, un grupo de General Alvear (promovido desde el Municipio) y otro de San Rafael. Marcelo Serrano, el productor sanrafaelino, asegura que entre ambas cooperativas han reunido alrededor de 2,5 millones de kilos de ciruelas en fresco, lo que equivale a una cifra que se ubicaría “entre los 700.000 y 800.000 kilos secos”.
Los industriales consultados recuerdan que “si nosotros conseguimos un cliente que ofrezca más que Mendoza Fiduciaria (que promedia los $ 5,50 por kilo seco), se le vende a ese cliente y la diferencia es para el productor”. Antes, tienen que devolver los 40 centavos de peso por kilo que les adelantaron para cosecha y acarreo, o los 60 centavos por kilo que se pagó por el servicio de secado.
Desde el sector fabril se asegura que “la industria formal” pagó entre $ 1,10 y $ 1,20 el kilo de ciruela en fresco y que el que no vendió a ese precio fue porque no pudo formalizar las operaciones.
De manera que todo el que estaba en condiciones de facturar podría haber vendido su producción  a esos precios.
De todos modos, en el ámbito industrial se reconoce que hay mucha preocupación por las dificultades para mejorar los precios primarios en un contexto de constante suba de costos internos ya que “se ha tomado conciencia de que si no hay una base mínima de precio, se va a terminar destruyendo la base agrícola”.
Finalmente, Marcelo Serrano reconoce que, al margen de que éste pueda ser un año de buen precio, el objetivo principal es poder lograr la continuidad de las cosechas. “Esto no es fácil para los productores mendocinos por un montón de factores, como falta de labores culturales por falta de rentabilidad a lo que se suma el tiempo que muchas veces nos hace tambalear”.
Fuente: Los Andes

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