lunes, 27 de julio de 2015

Se exportó menos menos carne !!!


Los consorcios exportadores de carne vacuna fueron los que presionaron para que la Argentina bajase su nivel de consumo interno para darle paso a la venta en el exterior de los mejores cortes Sin embargo, entre 2002 y 2014 las exportaciones de carne bovina tuvieron una reducción de 42 por ciento en cuanto a su […]
Los consorcios exportadores de carne vacuna fueron los que presionaron para que la Argentina bajase su nivel de consumo interno para darle paso a la venta en el exterior de los mejores cortes Sin embargo, entre 2002 y 2014 las exportaciones de carne bovina tuvieron una reducción de 42 por ciento en cuanto a su volumen. Esto se explica por la fuerte regulación en el sector luego de la merma de su stock. Pero medido en ingresos, la Argentina recibió 990.243.000 dólares producto de la venta de carne, un incremento de 119 por ciento. Esto se debió al fuerte aumento de la tonelada de res con hueso, que pasó de los 1289 a 4812 dólares en 2014.
Entre 2008 y 2009, cuando el consumo de carne bovina había llegado a su máximo histórico de 68,4 kilos por persona por año, los lobbystas ganaderos, puntualmente el consorcio de exportadores ABC y la empresa Quickfood cuestionaban en reuniones con periodistas y empresarios los altos niveles de consumo interno abogando por una drástica baja. El planteo era que el país debía enviar al exterior los mejores cortes. Entre 2012 y 2013, el precio del ganado en pie dentro de la Argentina recobró valor, y la producción bovina tuvo un fuerte vuelco hacia el mercado local, en detrimento de los postulados de los lobbystas ganaderos exportadores. En 2003, el precio kilo vivo era de 1,52 peso, mientras que en 2014 se ubicó en 15,1 pesos, un incremento de 893 por ciento. Y en dólares, el precio del ganado en pie tuvo una recomposición de 287 por ciento.

El consumo de carne continúa en niveles altos, a pesar de los aumentos de precios aplicados en los comercios. Es decir, el mercado local pasó a ser tan rentable (o más) que la exportación, y la demanda interna convalidó los altos precios de los productos en góndola, donde también puede apreciarse la expansión de otros consumos, como la porcina y aviar.

En la ecuación exportación-consumo interno, en 2002 el 13,9 por ciento del total producido en carne bovina era enviado al exterior, mientras que el 86,1 por ciento restante era consumido por la población local. En la serie analizada, el pico de exportaciones ocurrió en 2005, cuando fue colocado en el exterior el 24,5 por ciento de la producción. En 2014, el 92,4 por ciento del total producido fue consumido localmente, y el restante 7,6 por ciento, vendido al exterior.

Otra de las máximas de los “ganaderos tradicionales” tiene que ver con los incumplimientos en la cuota Hilton. En realidad, ésta es una cuota que se le asigna al país pero que es de estricto cumplimiento de los exportadores. Son ellos los que deciden si vale la pena o no vender a Europa. En los últimos años, la Argentina encontró incluso otros mercados más rentables que la Cuota Hilton. A todo esto ahora también se le suma el retorno de las exportaciones hacia los Estados Unidos, un país que subsidia fuertemente a sus productores para evitar la competencia de otros países, misma práctica que la Unión Europea.

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