Destacan la importancia de desarrollar la fabricación de pasta celulosa en el país

El ingeniero Carlos Cadoppi se refirió así a una actividad considerada poco promovida en el país.

La actividad primaria en la economía no es sólo agricultura y ganadería. El presidente del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos, (CADIA), Carlos Cadoppi, rescató la importancia de fomentar la actividad forestal no solo en el cultivo sino también en su desarrollo industrial. A su vez, criticó a los ambientalistas que se opusieron en su momento a la instalación de Botnia y Ence.

“La Argentina no ha dejado de ser un país productor de materias primas. La industria forestal es el más ejemplificador del ejercicio de nuestra profesión. En Argentina crecen los arboles 10 veces más que en los productores de papeles. Nuestro país tuvo incentivos a la producción forestal de todos los colores. Sin embargo, exportamos la madera en bruto para que otros países, como los finlandeses y españoles, hicieran las pastas y papeles con los subsidios de acá. Subsidiamos a la industria extranjera”, contó.

“Exportamos madera en rollizo, cruzaban el océano, se hacían papel y venían acá para abastecer nuestra demanda. Luego, la crisis del petróleo hicieron inviables los fletes. Entonces vino la decisión de Botnia y la española de instalarse en estos lados. La Argentina que tiene mucha masa forestal, no puso las plantas. Todo el escándalo ambientalista  fue funcional a los intereses de la importación”, agregó.

“No hay mirada de desarrollo en el tema de Papel Prensa. Sacaron una ley para sacar el monopolio, la única forma de hacerlo es fomentar la competencia. Ninguno de los diputados se les ocurrió decir que había un monopolio en la compra de madera de Papel Prensa. Se preocuparon por los monopolios de Clarín y La Nación pero no en instalar una industria. Fue un proceso ideológico”, detalló.

“Decir a esta altura que no somos capaces de controlar los procesos de contaminación es tomarnos por zonzos. Finlandia, Suecia, Noruega y España vienen hace más de 100 años con plantas de celulosa instaladas en lagos. Es un agravio a la inteligencia que se diga que no se puede controlar la contaminación”, concluyó.