lunes, 15 de octubre de 2018

¿Qué salvará a los tomates de mesa sicilianos?


Nos acercamos al pico de la campaña siciliana de tomate de mesa, que representa el 40% de la producción nacional. Las zonas de producción se encuentran en las costas entre Agrigento y Siracusa, que incluyen a Caltanissetta y especialmente a Ragusa, que representa el núcleo, tanto en términos de extensión como de volumen.
Hemos contactado con el experto en agronegocios, Massimo Pavan, para comprender mejor la producción y las tendencias del mercado. Pavan fue vicepresidente del Consorzio Tutela del Pomodoro di Pachino IGP (Consorcio para la protección de los tomates de Pachino IGP) durante 6 años. Ahora, es miembro de la Junta y coordinador de Table Tomato O.I. Además, es el vicepresidente del Consorzio della Tutela della Carota Novella di Ispica IGP (Consorcio para la protección de la zanahoria Novella de Ispica IGP).

Costes y Producción
Pavan dijo: “Debemos comenzar nuestro análisis desde los problemas de producción. Los crecientes costes hacen que la producción sea cada vez más difícil. Por un lado, los materiales para establecer cultivos se han vuelto más caros. Por otro, la imprevisibilidad del clima y las enfermedades de las plantas cada vez más agresivas elevan los costes de producción.
El gerente continúa: “Desafortunadamente, este esfuerzo no corresponde con los ingresos. Esto se debe a que los mercados no están obligados a considerar las crecientes dificultades en la producción. Al fin y al cabo, un producto como el tomate cherry, que antes se consideraba un producto de primera calidad, ahora se vende por 1,50 euros por una bandeja de 500g. Hay algunos productos de nicho que son más caros, pero son excepciones. Los productores se ven muy afectados por esta tendencia negativa, y no sé cómo salvarnos. Esta es la situación general del tomate siciliano".
“Una vez más, el clima causó problemas importantes en Sicilia. Hubo una ola de calor en septiembre que resultó en un número creciente de enfermedades de las plantas, hasta el punto de que algunos de nosotros tuvimos que replantar. Por lo tanto, los costes aumentaron. Otras zonas europeas no se ven afectadas por este tipo de clima que dificulta la gestión de la producción.
Análisis de precios
El experto aclaró: “Actualmente, los precios son buenos porque no hay mucho producto. Por lo tanto, el análisis debe realizarse teniendo en cuenta el promedio anual, desde el principio hasta el final de la temporada. De esta manera sabremos si los productores perderán dinero en julio de 2019. No tiene sentido hacer un análisis del precio actual de 1,60 euros por kilo (en promedio), porque podríamos experimentar un precio más bajo en un futuro cercano. Sin embargo, la tendencia actual muestra que los precios de producción serán bastante altos.


Continúa: "Obviamente, debemos invertir en calidad con medidas agronómicas más precisas, y al mismo tiempo ser conscientes de que el consumidor no sabe qué hay detrás de una bandeja de tomates: el esfuerzo, los riesgos, la seguridad alimentaria, cuánto ha gastado el productor para producir un kilo de producto y así sucesivamente. Los consumidores primero consideran el precio, después el atractivo estético del producto, y recientemente también comienzan a interesarte por el lugar de origen, lo que es bueno para el futuro de la producción".
“Necesitamos más capital comercial. El precio de un producto no puede ser inferior a los costes de producción. Los productores deberían tener cubiertos esos costes, permitiéndoles continuar trabajando decentemente. Al hacerlo, habrá un mayor beneficio socioeconómico para una agricultura consciente“, concluye Pavan.

Fuente:FreshPlaza.-

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