sábado, 13 de octubre de 2018

De la ciudad al campo: ¿qué saben del agro las nuevas generaciones?


Un estudio afirma que los jóvenes no vinculados al agro, mantienen una relación distante con este sector, debido a la falta de conocimiento y temor por algunos temas
La Escuela de Posgrado de Comunicación y el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, difundieron los resultados de un estudio que realizaron sobre la “Percepción de los jóvenes sobre el Agro”. Evidentemente la relación de los millennials y el motor de la economía argentina, despiertan mucho interés.
El objetivo que persiguen desde la institución es crear un mapa con la percepción de los diferentes públicos en relación al agro. Es por ello que para el año próximo estiman estudiar la percepción de las mujeres.
En primer lugar, vale aclarar que se utilizó una metodología de carácter cualitativo con la técnica focus group, aplicada a dos grupos formados por jóvenes urbanos relacionados con el agro, dos grupos de jóvenes urbanos y un grupo de líderes, ambos sin contacto con el agro.
Del estudio se desprende que los jóvenes del grupo vinculado al agro de AMBA, manifiestan que en la vida familiar el campo resultaba central, porque es el medio de subsistencia. Están bien informados, valoran y “quieren” el campo. En tanto, los jóvenes del grupo no vinculado al agro que también viven en AMBA, mantienen una relación distante con el agro, debido a la falta de conocimiento y temor por algunos temas. En sintonía, para el grupo de líderes de jóvenes (dirigentes, profesores, maestros), el agro es algo alejado, disociado de su ámbito de interés. “Se comportan de manera muy similar al grupo de jóvenes no vinculados al agro, desconocimiento y prejuicios son verbalizados sin reflexión”, resaltaron los investigadores.
Damián Fernández Pedemonte, docente de la Escuela de Posgrado de Comunicación de la Universidad Austral, y uno de los integrantes del equipo de investigación, en diálogo con Infobae recomendó: “Si las entidades agropecuarias y los productores quieren llegar a los jóvenes, tienen que hacerlo a través de sus pares”, y agregó: “Un camino posible, es que aquellos jóvenes que están vinculados al agro y tienen una percepción positiva del sector, sean los interlocutores de los jóvenes que no tienen contacto, porque a ellos si les creen. Hay que trabajar esa relación, convertir en voceros a los chicos que vienen a estudiar agronomía o que su familia tiene campo”.
El agro implícito
En el estudio resaltaron que a la hora de proyectar el imaginario de Argentina como país, surgieron menciones espontáneas tales como Alimentos, Agro-Ganadería, Turismo, Fútbol-Messi y Maradona, Asado/Carne, Mate, Campo-Gaucho, Diversidad, Simpatía, Costumbre. En este sentido, los investigadores analizaron que “de los diez temas que se enumeran, al menos cinco están ligados a la actividades que se desarrolla en el agro denotando una vinculación intuitiva del mismo con la esencia del país, sin embargo ellos no lo identifican naturalmente a esta relación”.
Entre el grupo de jóvenes relacionados al agro y los que no lo están, surgen algunas miradas contrapuestas. De acuerdo a la investigación, desde la ciudad se ve al campo como poderoso económicamente, y dominante; mientras que desde el campo surge como indispensable, vital, cercano, familiar; el foco puesto en los pequeños productores. Los jóvenes de la ciudad, relacionados con el agro tienen una percepción positiva y un compromiso natural con él.
Los jóvenes “no agro”
Según sostiene el estudio, el grupo de jóvenes no vinculados al agro en los casos en que manifestaron aspectos negativos, aparecen temáticas relacionadas a los agroquímicos como veneno, el daño al medio ambiente y problemas con las personas que están cerca. También se habla de malas condiciones de trabajo. Asimismo, se define la vida en el campo como dura, aislada y sin señal, también al mal uso de los recursos: maltrato animal y agotamiento de la tierra.
Cabe destacar que el estudio también arrojó aspectos que son compartidos por los jóvenes tanto de la ciudad como aquellos que vienen del campo. En ese sentido, los jóvenes desarrollan todas sus actividades en relación con su celular. Esperan recibir información en estilo narrativo, de “storytellling” y rechazan la acumulación de datos. Tienen en cuenta los factores de humor y entretenimiento para su acercamiento a la información y finalmente, revalorizan experiencias, acercamientos en primera persona.
Dado los hallazgos del estudio, Fernández Pedemonte también sugirió: “Cómo los jóvenes están permanentemente con los medios digitales, fundamentalmente con el celular y se informan mediante por redes sociales, las notas sobre el agro para llegar a ellos no pueden ser informes técnicos, con cifras, ni con un lenguaje demasiado objetivo porque no le prestan atención”, y ejemplificó: “Para abordar el tema sobre los agroquímicos, tienen que ser en testimonial con un lenguaje más narrativo combinando con el humor que es el formato que ellos aprecian”.

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