Si bien el consumo de col es tradicional en los mercados de Europa del Este, la demanda en esos países se encuentra bajo presión. A los productores les cuesta sacar beneficios en varios países, en parte como resultado del descenso de la demanda, y en parte a causa del cierre de la frontera rusa para la col europea. Parece que a la col china le va mejor que al tradicional repollo. Mientras, en Europa, el mercado se caracteriza por una demanda baja. En los Estados Unidos, la demanda tiende al alza los días previos a San Patricio, día en que se consume mucha col. En Israel, la demanda también puede incrementarse por la celebración de fiestas como la Pascua Judía y el Año Nuevo.
España: Desciende alrededor de un 30% la producción de col picuda
Si bien el cultivo de col picuda para exportación a Reino Unido ha experimentado un buen crecimiento en los últimos años, la situación ha cambiado en los últimos dos años. A Reino Unido, el principal mercado para la col en general, se envía principalmente la variedad Duchy, cuya producción ha menguado un 30% este año. Antes, la campaña de exportación resultaba más rentable para el sector español, porque la gran distribución británica no permitían a los productores locales almacenar la col en frío. Esta restricción se levantó hace dos años, por lo que la temporada española de exportación se redujo de noviembre-junio a mediados de diciembre-mediados de mayo. "Con un inicio tan tardío, no nos da tiempo a rotar el cultivo y solo nos permite trabajar solo con este producto", lamenta un productor.
La Cape Horn, sin embargo, tiene demanda en los Países Bajos, Alemania y Francia, además de en otros países de Centro Europa y el norte del continente. Portugal es el mayor productor de esta col, pues es un cultivo que resiste muy bien la humedad. No obstante, al contrario que la Duchy, en España, la producción crece cerca de un 5% al año.
La col de Saboya también se cultiva en España, y la campaña de exportación va de abril a mayo. El Reino Unido es el mercado más importante para esta col.
Por otra parte está el kale también cuya superficie de cultivo se ha incrementado exponencialmente, con cifras de crecimiento de entre 30-40% anual en los tres últimos años. La producción española se centra en el mercado de exportación y se propone cubrir los huecos de la temporada europea. En España, el consumo es muy bajo.
Por otra parte está el kale también cuya superficie de cultivo se ha incrementado exponencialmente, con cifras de crecimiento de entre 30-40% anual en los tres últimos años. La producción española se centra en el mercado de exportación y se propone cubrir los huecos de la temporada europea. En España, el consumo es muy bajo.
Murcia es la región más importante en cuanto a producción de col. Por la escasez hídrica que sufre, muchos cultivos se han trasladado a Alicante y al Delta del Ebro, en Tarragona.
Los productores ucranianos viven una situación difícil
Debido a la bajada de la demanda y al cierre de la frontera rusa, a los productores de col les cuesta mantenerse a flote. A raíz de la caída del consumo, el 90% de la producción se ha vendido en el mercado al contado, donde los tratos se cierran en el campo o con el mayorista. Los productores siguen conservando existencias almacenadas con la esperanza de que las condiciones del mercado mejoren. Como resultado, el comportamiento de los precios es errático esta temporada. Según un comerciante, apenas tiene sentido tener almacenadas las coles. "Los precios no suelen cambiar a lo largo de la temporada, así que no sirve de nada esperar".
Si bien los productores saben que el consumo ha caído, no pueden hacerse una buena idea del mercado porque lo venden todo en el mercado al contado. "Les es difícil entender los cambios, así que reaccionan de la única manera que saben: reduciendo la superficie de cultivo", explica un comerciante.
El repollo sigue liderando el mercado en Ucrania, con una producción de 1,5 millones de toneladas al año. Casi todo el volumen se vende en el mercado nacional. La col lombarda y la col china ocupan el segundo y tercer puesto después del repollo. Sin embargo, los tiempos están cambiando, pues el consumo de otros tipos de col ha caído de forma drástica en el último lustro.
El veto ruso y la caída del consumo tras la pérdida de Crimea y la continuidad del conflicto en el este del país ha provocado que los productores tengan difícil sacar beneficios. En el pasado, Ucrania aprovechaba el inicio temprano de la campaña, pues le sacaba ventaja a la competencia en el mercado ruso. Desde el veto, es algo que ha pasado a la historia. La temporada empieza en abril y continúa hasta el otoño con los cultivos tardíos. La última cosecha se almacena para los meses de invierno.
Polonia: Temporada trágica para el repollo
Tras una campaña del repollo que un comerciante describe como "trágica", la situación parece ser mucho mejor para la col china. Debido a los grandes volúmenes que hay almacenados, la situación del repollo sigue siendo deficiente. "En Europa, la demanda es baja, lo que se traduce en precios bajos", dice un comerciante. Para los exportadores de col china, el mercado se presenta más halagüeño. Hay buen volumen disponible y los precios se han conformado en competencia con la producción holandesa. Un comerciante nos cuenta que están exportando a los Países Bajos, Dinamarca y Alemania. Los productores no se están beneficiando de la situación, pues reciben 0,07 euros por kilo menos que en la temporada anterior.
A la col china le va mejor que a otras variedades, probablemente como resultado del menor volumen disponible. Aún está por ver si las condiciones de mercado mejorarán hacia finales de abril, cuando empiece la temporada. La col almacenada se destinará principalmente a la industria transformadora o, finalmente, será destruida.
El frío frena la oferta de col francesa
En la semana 9 también hizo frío en Francia, lo cual tuvo un impacto significativo sobre los volúmenes de coles. En especial la coliflor ha registrado un rápido descenso de la producción. Una gran cooperativa francesa que suele comercializar entre 80.000 y 100.000 coliflores semanales en esta época del año, tan solo vendió 22.000 hasta el martes, 9 de marzo. Sin embargo, en comparación con la semana anterior, parece que la oferta de col se está recuperando.
El sector de la col en Francia apuesta cada vez más por la venta de productos precortados listos para su uso inmediato, aunque la mayoría de las coles se venden todavía por unidad. En cuanto a las minicoles, se demandan casi exclusivamente en Pascua y Navidad. Existe un número limitado de restaurantes y tiendas que en Francia las venden todo el año. Tienen un mercado pequeño, aunque estable. En el mercado francés, sorprende particularmente que cada vez más consumidores comen coliflor cruda de IV gama como snack, tendencia llegada de Norteamérica. Además, también se utiliza coliflor en pasteles salados y pizzas.
Italia: Las heladas dañan la cosecha de coles
Hay oferta de coles (lombarda, repollo, de Saboya) de sobra. Los precios están subiendo, pero han empezado muy bajos, sobre todo porque enero fue muy templado y febrero, muy invernal. Un comerciante dice que todavía hay poco producto disponible. La col se importa de España y Portugal, entre otros países. En enero, la situación era distinta. Entonces, había mucha oferta en las regiones italianas de Apulia y Véneto. "El precio se mantiene bajo, entre 0,50 y 0,70 euros", explica un comerciante. La col de Saboya tiene más demanda y también alcanza precios más altos, en torno a los 0,70 euros.
Dado que el año empezó con temperaturas cálidas, la demanda fue limitada. El mal tiempo que vino después afectó a la producción. En varias regiones, las heladas dañaron las coles. "Por lo que vemos, los volúmenes son bajos en toda Europa", apunta un comerciante.
Dado que el año empezó con temperaturas cálidas, la demanda fue limitada. El mal tiempo que vino después afectó a la producción. En varias regiones, las heladas dañaron las coles. "Por lo que vemos, los volúmenes son bajos en toda Europa", apunta un comerciante.
Alemania: Demanda baja y precios históricamente bajos
En la actualidad, existe una alarmante sobreoferta de col en el mercado alemán. Los productores y comerciantes hablan de un excedente de cerca de un 20% con respecto al año pasado. A la vista de lo escaso de la demanda en el mercado nacional, los precios han caído a mínimos históricos a lo largo de la temporada. En lo que al repollo se refiere, los calibres grandes, por encima de los 3 kilos, se compran por unos 0,05 euros. Los calibres medianos (2-3 kg) son un poco más caros. Incluso los calibres pequeños (hasta 2 kg), que tanto se buscan, apenas alcanzan los 0,15 euros. Los precios de la col lombarda son comparables.
Ahora mismo, los comerciantes tienen pocas esperanzas de que la situación mejore: tan solo si se venden tipos especiales de col, como la famosa Jaromakohl, el precio se mantiene en un nivel aceptable. Son variedades que, ahora mismo, se están cultivando en el extranjero, por lo que los costes de producción y transporte también son más altos. Lo mismo ocurre con la col picuda. En parte, Alemania depende de los envíos de Portugal y otros países del sur de Europa, pero sus precios son también significativamente mejores que otros años.
Los comerciantes holandeses dan por perdida la temporada del repollo
Algunos comerciantes ya están dando por perdida la temporada del repollo. En los Países Bajos, la cosecha ha sido extraordinariamente abundante; las cámaras frigoríficas están llenas y Europa del Este todavía no ha llegado al mercado. Sobre todo, hay excedente de repollo de calibre 36. Los precios están por los suelos. El repollo de calibre 36 alcanza 5 céntimos el kilo; los calibres más pequeños alcanzan un precio mejor: 25 céntimos el kilo. También por la col lombarda se pagan precios bajos: 6 céntimos el kilo por el calibre 36 y 16 céntimos por el calibre 60.
El mercado del kale se recuperó en la semana 9 por el frente frío. La temporada holandesa de esta variedad casi ha finalizado, lo que está provocando falta de producto. En el transcurso de la semana 10, el comercio se recuperó un poco de nuevo. La temporada de coles de Bruselas holandesas ya ha concluido.
EE. UU.: Suben los precios en los días previos a San Patricio
Los productores se están preparando para el Día de San Patricio, cuando es tradición consumir platos con col. La oferta es buena. Un comerciante dice que prácticamente todo el suministro acabará en la gran distribución en el marco de programas para los días previos a San Patricio. La oferta se estima un 25% mayor. "Los volúmenes son mejores que el año pasado, cuando las condiciones meteorológicas causaron algunos daños", señala un comerciante. Las tormentas y las lluvias perjudican a la cosecha. Texas es ahora mismo el mayor competidor; la competencia de la costa oeste de California es limitada.
Los precios de las hortalizas van al alza. Un comerciante estima que la col es un 10% más cara que el año pasado. Está previsto que el mercado se desplome tras el Día de San Patricio. Los productores lo tienen en cuenta a la hora de plantar.
Israel se pregunta si permitir o no las importaciones
Pese a los varios periodos de mal tiempo, el precio de la col lombarda y del repollo se han mantenido estables. El precio del repollo se sitúa en unos 0,50 euros el kilo, mientras que la col lombarda se vende por 0,80 euros el kilo. Estos precios son similares a los habituales. En Israel, los precios se han mantenido prácticamente estables en los últimos años.
El país produce alrededor de 60.000 toneladas de col cada año. Todo el volumen se vende en el mercado nacional. La mayoría de la cosecha se destina a la industria, mientras que el restante se vende en fresco. Anteriormente, en algunos periodos había demanda de Europa del Este y Rusia, que ofrecían una oportunidad de exportación. Sin embargo, en los últimos años, los precios han sido demasiado bajos, por lo que esta opción ya no es rentable.
Si bien la producción es estable, se ha sufrido cierta escasez en los últimos años debido a picos en la demanda, sobre todo en torno a las fiestas tradicionales judías, como la Pascua (en primavera) y el Año Nuevo judíos (en otoño). En respuesta a ello, el Gobierno israelí ha incorporado la col a una lista de productos cuyos aranceles de importación se pueden reducir temporalmente para evitar la subida de los precios. El objetivo del programa es abrir el mercado en función de las previsiones de oferta y demanda. Los productores no confían demasiado en este sistema, lo encuentran poco razonable, porque es difícil predecir cuándo alcanzará su punto álgido la demanda. El resultado podría ser abrir las fronteras, tras lo cual los precios caerían y los productores locales saldrían perjudicados. Y la mayoría de los productores de col ya no se encuentran en una situación fácil.
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