Las cadenas del agro atraviesan diferentes crujidos debido al factor climático de la sequía, entre los que se perfila el deslizamiento de costos y de precios internos.
Un ejemplo proviene desde el maíz, cultivo emblema que protagoniza un salto productivo y de transformación. Debido en gran parte al “mercado climático” en Rosario, cotiza hoy 20 dólares por tonelada por encima de Chicago (170 contra 150 dólares por tonelada), una excelente noticia para los productores que lograron esquivar la falta de agua, pero una mala nueva para los “transformadores”. Entre ellos las producciones de carne y de leche, a causa de la menor cosecha y de la suba de costos de la materia prima. El recalentamiento también alcanzará a las industrias de moliendas de combustibles y alimentarias.
Medidas
Durante la primera Agrojornada 2018 organizada por Agrovoz-La Voz del Interior y Agroverdad, el ministro de Agricultura y Ganadería de la Provincia, Sergio Busso, anunció que en los próximos días se iniciará una “apertura progresiva” de las declaraciones de emergencia, apoyada en relevamientos y en indicadores zonales, en algún caso provistos por el Inta.
También adelantó que, en coordinación con las otras provincias pampeanas y la Nación, se están tramitando medidas financieras para refinanciación y nuevo créditos a tasa subsidiada. Se tratará de “poner tasas competitivas y eso es un esfuerzo (fiscal) enorme; significan subsidio y plazos de amortización y de gracia”, consideró.
Retenciones y seguros
Al abordar la cuestión del riesgo agrícola, Busso volvió a proponer una opción que ya había mencionado ante el Consejo Federal Agropecuario: la de utilizar parte de las retenciones (mientras este impuesto siga vigente, aclaró) para estructurar un seguro universal que cubra las contingencias climáticas. Recordó que, en 2017, desde Córdoba las retenciones a la soja aportaron 21 mil millones de pesos a la recaudación nacional.
Luis Macario, titular de la Bolsa de Cereales de Córdoba, reconoció que el Gobierno está cumpliendo con el cronograma de rebaja para la soja, pero advirtió de que este tributo “discrimina al agro” y “no diferencia entre quien tiene resultado positivo y negativo”, en tanto reconoció que instituciones como la que representa están en deuda para realizar “una propuesta formal y profesional” a las autoridades sobre seguro agrícola.
Entre los asistentes, Mario Aguilar Benítez, titular de Las Chilcas, en la zona de Rayo Cortado (Río Seco), dijo a La Voz que está trayendo maíz desde Salta de modo de anticiparse a un potencial bache de propia producción para alimentar el feedlot de bovinos, granja porcina y planta de etanol. Esa cadena le insume alrededor de 110-120 toneladas diarias. “Seguimos siendo optimistas en torno al futuro. No tengo dudas de que vamos a recuperar el perfil exportador de nuestras carnes”, un flanco que alentó el economista José Luis Espert.
Alberto Morelli, presidente de Maizar (Asociación de Maíz y Sorgo Argentinos), ponderó los recientes anuncios del presidente Mauricio Macri respecto de unificar registros fiscales, como el de Operadores de Granos, y cuya instrumentación se prevé en 60 días. “Estamos todos de acuerdo con reducir la burocracia, en la medida en que se asegure un alto y eficaz control de la evasión”.
Juan Carlos Meia, productor de leche y carne de Balnearia, opinó que la lechería se ve impactada por “un combo climático, impositivo y económico. El año pasado fue de mediana rentabilidad, pero los anticipos impositivos caen en un momento climático negativo”.
“En épocas de crisis, sale mejor parado quien acertó en la gestión y en las inversiones durante los cinco años anteriores”, opinó Meia, quien fue vicepresidente de Sancor hasta 2009.
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