Estados Unidos es un socio comercial impredecible y difícil de descifrar para el macrismo.
Por un lado, le quitó o el negocio del biodiésel a la Argentina, que generaba más de u$s1.000 millones al año. Posteriormente, la Casa Blanca castigó al acero y aluminio nacionales con elevados aranceles, pero luego dio marcha atrás con la medida.
En paralelo, dio luz verde para que -luego de 17 años de restricciones- ingresen los limones al mercado estadounidense.
Ahora, se oficializó el retorno de la Argentina al Sistema Generalizado de Prefrerencias (SGP), tras ser sancionada por el Congreso y promulgada por el presidente Donald Trump la llamada “Ley de Asignaciones Consolidadas”.
El SGP consiste en el otorgamiento de preferencias arancelarias por parte de países desarrollados a determinados productos exportados desde países en vías de desarrollo, que reciben tratamiento preferencial y reducciones impositivas significativas.
En 2011, último año en que la Argentina integró el SGP, los productos beneficiados registraron exportaciones por u$s464 millones.
Sin embargo, tras cortocircuitos entre los entonces presidentes Barack Obama y Cristina Kirchner, el país perdió ese beneficio en 2012.
La Casa Blanca había considerado en ese entonces que el kirchnerismo estaba perjudicando a las empresas Azurix y Blue Ridge Investment por la cancelación de contratos en medio de la crisis Argentina de 2001. Y esto se pagó con un “castigo” comercial.
Ahora, tras años de gestiones, finalmente fue Trump el que dio luz verde para el regreso de la Argentina al SGP.
La decisión de Washington establece que dicho beneficio -que alcanza a otras naciones- estará vigente hasta el el 31 de diciembre de 2020.
Además, dispone el reembolso de los aranceles cobrados desde el 1 de enero de 2018 hasta la fecha de restablecimiento.
Desde el Ministerio de Producción informaron que “la inclusión de la Argentina se da luego de dos años de intensas negociaciones” y que “a partir de ahora, un listado de productos de las economías regionales podrán ingresar en el mercado norteamericano con arancel cero”.
“EE.UU. concedía arancel cero a 538 posiciones de productos agrícolas argentinos hasta 2012 en el marco del SGP”, explicó el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Reyser, quien detalló que “los principales productos abarcados fueron los vinos, artículos de confitería sin cacao, conservas de carne, aceite de oliva, quesos, maníes y frutillas”.
“Estamos recobrando una relación madura con EE.UU., lo cual nos permitirá abrir numerosas posibilidades comerciales, como esta reincorporación al SGP que es particularmente importante para las economías regionales, así como también en productos de agregado de valor”, señaló el canciller Jorge Faurie.
“Seguiremos trabajando para abordar todo el conjunto de los temas de la agenda económica y comercial bilateral que brindará nuevas y mayores oportunidades a los exportadores argentinos”, agregó el funcionario.
Todo listo para que ingresen los limonesEn paralelo a esta confirmación del retorno de la Argentina al SGP y de la suspensión temporal de los aranceles al acero y aluminio, surgió otra buena noticia: en abril comenzarán a ingresar los primeros embarques de limones, tras 17 años de prohibiciones.
Esta medida habrá sido consecuencia de la presión de la diplomacia argentina en los tribunales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ante las restricciones fitosanitarias que impusieron sucesivas administraciones de Washington.
El aviso del levantamiento de las trabas había llegado en diciembre de 2016 y, por una cuestión de tiempos, las empresas locales tuvieron que dejar pasar de largo la cosecha 2017 y recién ahora podrán realizar el primer despacho.
“La primera exportación de limones a los EE.UU. va a hacerse durante los primeros días de abril”, confirmaron a iProfesional fuentes de la Asociación Tucumana del Citrus.
En tanto, desde el SENASA confirmaron que tras una inspección de técnicos de ese país, “el primer envío podría ser entre el 7 y el 10 de abril”.
Desde Agroindustria confiaron a este medio que ahora la estrategia apuntará a lograr la apertura para los cítricos dulces, como las naranjas y las mandarinas.
“Esto generaría una gran oportunidad para los productores de Entre Ríos. Ya estamos trabajando en eso”, aseguraron.
Respecto del potencial que tendrá el mercado estadounidense para la industria nacional del limón -cuya principal provincia exportadora es Tucumán- desde el Ministerio de Producción estimaron que las empresas locales podrán colocar hasta u$s50 millones anuales.
Esto significaría que la reapertura estaría lejos de propiciar un boom de exportaciones.
Cabe destacar que Estados Unidos importó el año pasado cítricos por u$s1.222 millones –unos u$s345 millones fueron desde de Chile-, de modo que la Argentina tendría una cuota de apenas 4%.
En paralelo, se espera una decisión por la carne vacuna: en 2015, tras casi 15 años de prohibiciones y un largo reclamo ante la OMC, el ex presidente Barack Obama había acordado la apertura del mercado estadounidense, pero dejó su cargo sin cumplir su promesa. Y Trump, por ahora, sigue sin dar el brazo a torcer.
“Ya respondimos el último cuestionario que nos enviaron. Así que la parte técnica está lista. La pelota está del lado de ellos. Confiamos en que estamos muy cerca de lograr la reapertura”, aseguraron fuentes de Agroindustria.
Según explicaron, el acuerdo prevé un cupo de importación de 20.000 toneladas anuales de cortes vacunos con un arancel bajo, del orden de los u$s44 por tonelada, menor al 1% del valor promedio al que viene exportando la Argentina.
Pasado dicho cupo, el arancel saltará al 26,4%, lo que dificultaría el negocio.
Pese al entusiasmo oficial, fuentes de la Cámara de la Industria de la Carne, plantearon sus inquietudes: “Desde hace dos años que Estados Unidos promete que va a resolver el tema y no pasa nada. En el sector hay cierta reticencia a creer”.
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