Señaló que la única forma de poder acceder a un grado de experiencia y de conocimiento en diferentes áreas para el desarrollo de una empresa es a través de la cooperación.
“El que no es competitivo en este mercado mundial está perdido. Hay que ser competitivo y esto significa estar totalmente enfocado en lo que quiere el cliente, ser capaz de dar respuesta a lo que quiere, tanto en calidad, tiempo y lugar, ya que todos esos elementos hacen y se conjugan para que al final del día esa empresa tenga éxito y pueda lograr su propósito”, afirmó Luis Gustavo Díaz, Ing. Agrónomo de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Explicó para Agraria.pe que la asociatividad como mecanismo para el desarrollo de sus actores, quienes de esa manera pueden acceder a economías de mayor escala; no ha tenido muy buen éxito y hoy en día ya se la está dejando de lado. Esto se debería a la complejidad del proceso, asociarse con otra persona o empresa es una decisión difícil, porque compromete, casi de manera obligatoria, a las partes.
En ese sentido, el concepto más relevante y apropiado es la cooperación y cómo las empresas pequeñas se ayudan en diferentes ámbitos: en maquinaria, dentro del mercado, con un marco común, como puede ser un producto con denominación de origen. Asimismo, se puede cooperar entre sí para lograr mayores y mejores maneras de acceso a nichos de mercado, mayor rapidez.
“Las competencias que se requieren en los negocios hoy en día son bastante complejas. Hoy una empresa cualquiera necesita gerente general, gerente de producción, de recursos humanos, para lo que es necesario un “grado de expertise”, que un empresario o un agricultor pequeño no tiene. La única forma de poder acceder a ese grado de experiencia, de conocimiento en diferentes áreas es a través de la cooperación”, precisó.
Sostuvo que no es oportuno amarrar a los productores o empresarios a través de una asociatividad formal, sino que estos deben buscar espacios donde se sientan cómodos, ayudándose en unos aspectos, para después ayudarse en otros, si hay confianza y así sucesivamente, lo que generará un sistema en el cual entre todos alcancen un determinado objetivo.
Gustavo Díaz también señaló las diferentes funciones del Estado dentro del tema de competitividad: Primero debe reconocer que no existen recetas a priori para todo, puesto que todos son diferentes, entonces se requiere establecer instrumentos financieros que apoyen las buenas ideas, es decir, que el financiamiento público sea flexible.
Segundo, debe enfocarse en los jóvenes, dirigir una especial atención hacia ellos, debido que la cultura que están estableciendo (integrada mediante las redes sociales y el de trabajo en equipo) es la conllevará al éxito a una empresa, empresario o productor. “El nuevo paradigma de los jóvenes de compartir información, experiencias y trabajar en red es el paradigma que va a hacer exitoso en el futuro. Por ello, el sector público tiene que fomentarlo, fortalecerlo”, concluyó.
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