Ciro D´Antonio recibe novedades de uno de los capataces antes de ingresar a su despacho. Los clientes demandan mercadería y hay poco stock en el frigorífico. Australia, Gabón, Egipto aguardan por materia prima elaborada made in Mar Argentino.
“Hay una demanda sostenida y hemos trabajado poco en estas últimas semanas”, explica el presidente de Frigorífico Del Sud Este y a su vez, representante de una docena de frigoríficos en CAFREXPORT. A una comitiva de la Cámara los recibirá Casamiquela este jueves en el INIDEP. En la apretada agenda del Ministro, a ellos les toca a las 11:30, si no surge ningún imprevisto.
“Esperemos que podamos sacar provecho de todo lo que hemos hecho el año pasado. Con el cambio de autoridades, técnicos de segunda línea ya no están. Sería lamentable tener que arrancar todo de nuevo”, dice mientras revuelve un café de la máquina expendedora.
Antes de comenzar la entrevista repasa los precios de la merluza fresca a pie de muelle para fábrica. “Estaba en $3,80 y pasó a $4,20 cuando hay pescado y alcanzó los $4,50 cuando escasea. Me parece lógico que defiendan su producción pero a nosotros ese techo nos quita rentabilidad. Hoy la mitad de los barcos no pescan merluza”, dice D´Antonio.
La devaluación en goteo que se inició el año pasado para el industrial no alcanza para recomponer la ecuación económica. “Aumentó el combustible y con él todos los insumos. Creo que la oportunidad de una devaluación gradual la hemos perdido. La salida es la devaluación pero brusca, como en el 2001, que supere a la inflación”.
El Presidente de CAFREXPORT dice que, a diferencia del año pasado, en que ningún funcionario nacional aceptaba hablar de modificar el tipo de cambio, hoy todos lo reconocen. “Hacerlo de manera lenta sería un desangrado que, como vemos, no sirve”, remarcó.
La resolución de AFIP 3577/14 establece una percepción de impuesto a las ganancias adicional y una verificación de IVA obligatoria cuando el destino físico de la mercadería difiere de los países donde se encuentran domiciliados los clientes.
La nueva normativa ha generado un rosario de quejas entre los frigoríficos exportadores. “Ellos creen que toda triangulación es una sobrefacturación o una evasión. Y aunque tienen elementos sencillos para determinarlo, ahora establecieron un mecanismo un tanto complicado porque la pesca tiene mucha triangulación. Trabajamos con traders que venden en distintos países. Rusia, Nigeria, Argelia, Gabón, Cuba, una porción mínima en los Estados Unidos. Le vendemos a empresas transnacionales o a grupos económicos que manejan sus operaciones comerciales en una sede administrativa centralizada en un país y el destino físico de la mercadería se realiza en otro, a la misma empresa. La coincidencia del destino físico con la facturación no implica en todos los casos una intermediación de un trader.
La retención de ganancias no impacta mucho porque es apenas del 0,2%. El problema es el tiempo que se toma AFIP para devolver el IVA. Los empresarios creen que es una nueva forma de alimentar las cuentas públicas con el dinero de los grandes contribuyentes.
RP: -¿Le trasladaron esta preocupación al Ministro de Producción y de Asuntos Agrarios bonaerense en las reuniones mantenidas en los últimos días?
CD: -Sí, le contamos que hemos solicitado que se exima del IVA la primera compra de las capturas pesqueras. Mientras tanto la AFIP tarda hasta dos años en verificar esas operaciones. El temor es no llegar a cobrarlo nunca. En Mar del Plata hay inspectores para verificar, a quienes rotan de manera permanente. Antes eran fijos y uno tenía que explicar una sola vez las operaciones comerciales. Ahora a cada uno que llega hay que explicarle todo. Si aumentan los inspectores y en 30 días las verificaciones están hechas, no tenemos problemas. Es lícito controlar y no nos negamos a eso. Es un atributo de AFIP que respetamos, pero tenemos razones para dudar de su aplicación.
RP: -¿En cuánto afecta a las empresas la demora en el reintegro del IVA?
CD: -Te pongo un ejemplo. Hay una empresa entre mediana y grande que tuvo que dejar de pagar las cargas sociales. La AFIP le adeuda 10 millones de IVA y ellos deben 11 millones de cargas sociales. Mientras el IVA está casi congelado, con una actualización mínima, la deuda previsional corre con intereses regulares. Si este procedimiento de devolución sufre demoras, en nuestro caso casi implica que en cinco meses tenemos retenido el mismo monto que el capital de trabajo en giro; es decir, lo que nosotros necesitamos para seguir funcionando: comprar materia prima, pagar a proveedores y empleados, insumos, pagar impuestos… Hoy tenemos que tener mayor capital de trabajo para enfrentar estas demoras. El año pasado nos ayudó mucho el crédito recibido del Banco Provincia para comenzar el año con problemas económicos pero no financieros.
RP: -¿Cómo imagina 2014?
CD- Soy cauto. En 2013 todos hemos hecho un gran esfuerzo para evitar que se produzcan estallidos sociales. Es un signo de madurez que tenemos que resaltar. Ojalá esa madurez nos siga acompañando para transitar este nuevo período que será igual o más complejo que el anterior.
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