jueves, 9 de agosto de 2012

Anticipos de la tecnología que se viene

Admite Agrícola en Venado Tuerto


Para Diego Villarroel, técnico de INTA Manfredi, los implementos tecnológicos permiten tener un control total de la producción, incrementar la eficiencia y apostar a su certificación. La Agricultura de Precisión es uno de los temas en los que se capacitan los usuarios que participan de Admite Agrícola.

La incorporación de la tecnología a la maquinaria agrícola es uno de los saltos más importantes que experimentó el agro en los últimos años. La mayoría de los equipos nuevos ya vienen con monitores de rendimiento incorporados, y muchas fábricas de cosechadoras ofrecen la posibilidad de agregarlos. Incluso, ya existen tres monitores de origen argentino, que son tan confiables como los extranjeros.
Sin embargo, para poder aprovechar la información que surge de dichos implementos, es importante la capacitación de los usuarios. En Admite Agrícola, la plataforma de entrenamiento para usuarios de maquinaria que se está llevando a cabo hasta el 11 de agosto enla EscuelaSalesianade Venado Tuerto, organizada por Ferias y Exposiciones Argentinas S.A., los asistentes consultan, comparten y profundizan los conocimientos que surgieron a partir de la utilización de los monitores.

Cosechando datos

Diego Villarroel es técnico del proyecto de agricultura de precisión y máquinas precisas del INTA Manfredi y fue docente de agricultura de precisión en el módulo de cosecha. El técnico explicó que los banderilleros satelitales y los monitores de siembra fueron los implementos más incorporados, pero que con los monitores y mapas de rendimiento es posible incrementar notablemente la eficiencia.
“Como los mapas de rendimiento permiten recopilar datos georeferenciados se pueden administrar mejor los insumos, marcar situaciones dentro del lote como malezas, fallas de siembra o manchoneos, e identificar variedades o tratamientos”, expresó, y consideró que su incorporación no tiene alto costo y es útil incluso para aquellos lotes parejos porque “se pueden realizar manejos variables de semilla o de fertilizante, diferentes tipos de ensayos y analizar qué opción se comportó mejor ante una modificación”.
En relación a los monitores de rendimiento, indicó que en general muestran en qué condiciones se está trabajando, como la velocidad, el ancho de corte, los niveles de pérdida, que ofrecen datos como la humedad promedio o el nombre del lote y de la carga, y que posibilita ver el nivel de eficiencia con el que se está trabajando, tanto en la trilla, la separación, limpieza o pérdida de semillas.
Si bien hoy no es una tendencia adoptada, el técnico opinó que utilizar estas herramientas permite pensar en la certificación de la producción, ya que como permite contar con todos los datos del manejo a lo largo de los años, se puede realizar su trazabilidad y de esa manera apostar al agregado de valor y la denominación en origen.
Villarroel tomó como ejemplo un pequeño productor de la municipalidad de Oliva, Córdoba, que adoptó el mapeo y dosificación variable en siembra, y para amortizar el gasto también comenzó a prestar el servicio a terceros. “Vio que hacer dosificación variable era rentable, pero también empezó a pensar en el manejo agronómico del campo: administraba la densidad de siembra y la fertilización en las zonas buenas, pero también utilizó los datos para ir mejorando los ambientes malos. Por ejemplo, en las zonas malas sembraba sorgo”.

Adelantarse al futuro

Entre las tendencias que se mencionaron en las clases de Admite Agrícola se destaca la utilización de un solo monitor para siembra, pulverización y cosecha, con el objetivo de que se simplifique su utilización para el operario. “También estamos apuntando a hacer un mapa de calidad, de proteína y de aceite, que se agregue al rendimiento, y le podríamos sacar provecho en el trigo por ejemplo”, indicó Villarroel. El técnico añadió que también hubo avances en el almacenamiento de los datos, y que hoy los sistemas almacenan la información cuando no hay cobertura de señal, y la transmiten apenas la red reaparece.
Por supuesto, los implementos tecnológicos apuntan hacia las automatizaciones, y los pilotos para cosecha con márgenes de error menores a los2,5 cm. pasan a ser verdaderamente importantes. Además, llamó la atención la conexión bidireccional, que apunta a que mientras se realiza la trilla se reciban los datos no sólo de la cosechadora sino también los de la tolva en el mismo monitor, y que la máquina realice una calibración automática en función de los resultados.
“Lo que se viene son las máquinas que siguen al líder. Por ejemplo, cuando se está realizando la cosecha y la capacidad de almacenaje está llegando al 70%, la máquina le manda un mensaje al tractor con la tolva, que busca a la cosechadora, se posiciona a una distancia determinada, se hace la descarga y luego vuelve a su lugar, todo de manera automática y sin operador. La idea es que el operario ya no maneja, sino que va mirando parámetros, analizando los datos, y gracias a que está más descansado es más eficiente”, anticipó el técnico de INTA.
 

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