martes, 18 de enero de 2011

DESALOJAN A PEQUEÑOS PRODUCTORES EN ENTRE RIOS

“Desde la Federación Agraria exigimos que el gobernador Sergio Uribarri de la orden urgente de frenar el desalojo”
Desde esta martes 28 de diciembre a las 7 hs, efectivos de la policía de Entre Ríos se encuentran en los campos de “El Quebracho”, en la localidad de Santa Elena, Entre Ríos, para desalojar a las casi 50 familias de pequeños productores que trabajan esas tierras hace más de quince años. Las fuerzas de seguridad entrerrianas actúan bajo la orden del juez Horacio Soldani, de La Paz. “Desde la Federación Agraria exigimos que el gobernador Sergio Uribarri de la orden urgente de frenar el desalojo. Se trata de pastajeros que obtuvieron la tierra en arriendo por parte del propio gobierno de Entre Ríos, en la década del ’90, cuando fueron echados del frigorífico Santa Elena y cobraron parte de sus indemnizaciones con el derecho a usar esas tierras. Ahora, en lugar de colonizar esos campos y dar lugar a una política de inclusión de los pequeños productores, se está queriendo concretar una maniobra de venta de tierras –con la gente adentro- a una firma privada Tres Arroyos, que firmó un contrato con la provincia de Entre Ríos, para pagar menos de 1500 pesos la hectárea, en un plazo de diez años, y puso como condición que se eche a los pastajeros”, afirmó Omar Príncipe, secretario gremial de FAA.

A los efectos de proporcionar más antecedentes del caso, a continuación reproducimos una nota publicada en el periódico “La Tierra”, editado por FAA, en diciembre de 2010

Santa Elena: de obreros desocupados a pastajeros que pelean por su tierra
Planean abrir una filial FAA en la zona, y avanzar en la generación de proyectos productivos que mejoren la difícil situación económica de la región.

La localidad de Santa Elena, unos 150 kilómetros al norte de la capital de Entre Ríos, sobre la orilla del Paraná, es una de las ciudades argentinas con mayor nivel de desocupación. En los años ’90, tras el cierre en 1993 del frigorífico a partir del cual se fue armando el pueblo, llegó a tener más del 80 por ciento de la población económicamente activa sin empleo fijo. En este lugar, hoy un grupo de pequeños productores ganaderos vinculados a FAA reclama la tenencia de su tierra, para poder tener alguna actividad productiva.
Son unos 40 grupos familiares, a cargo de hombres que tienen entre 40 y 70 años. Todos ellos, hoy sobreviven como pastajeros que se dedican a la cría de ganado. Fueron obreros de la carne hasta ser despedidos del frigorífico, cuando se cerró tras haber sido privatizado poco antes, por el gobierno nacional en 1991. “Vino Menem acá a Santa Elena esa vez, el 14 de marzo, y anunció con bombos y platillos que la empresa pasaba a manos privadas. Dijo en el acto que se hizo en el playón de la fábrica que no iban a alcanzar los brazos de tanto trabajo que iba a generar la nueva propiedad de la firma, que eran los hermanos Constantini. Tres días después, llegaban los primeros 633 telegramas de despido. Y en menos de dos años, estábamos todos en la calle”, relata Daniel Bordón, obrero del frigorífico durante varias décadas, hasta que cerró. Tiene hoy unos 70 años. Y desde que fue despedido se reconvirtió como productor ganadero, como varios de sus compañeros. “Compré unas vacas con la indemnización, como varios compañeros. Empezamos a criar ganado en la zona del Quebracho, a unos 10 kilómetros del pueblo, en campos que originalmente eran del frigorífico, y ya después eran tierras fiscales. En su momento, el gobierno de Entre Ríos nos hizo un contrato de arriendo, que hoy desconoce, a pesar que tenemos los recibos que le pagábamos al banco BERSA”, explica otro de los pastajeros, Angel Mestida, más conocido por acá como “Gorra Colorada”.
Junto a él, y otros productores que hoy están por armar una filial de la Federación Agraria, el cronista de Sur Suelo recorrió los campos en disputa. “Acá se ha resistido varios intentos de desalojo. Y ahora están peleando junto a la Federación Agraria para ver si sale la ley que regularice la tenencia de la tiera y poder tener proyectos para mejorar la producción. La idea es poder armar una filial de FAA, para tener más fuerza gremial en esta lucha. Lo último que sabemos es que la empresa Tres Arroyos, asociada con capitales estadounidenses, compró estas tierras para desmontar y poner un mega proyecto chanchero, pero con los productores adentro”, se indigna el abogado Luis Lemos, que también fue empleado del frigorífico, en épocas de su administración estatal, y hoy representa legalmente a los pastajeros.
Para conseguir que el gobierno provincial les reconozca su derecho a trabajar estas tierras, es vital que haya avances a nivel nacional con la ley que frena los desalojos. Y también, según explican los pastajeros, “sería importante que a través del Ministerio de Argicultura se pueda brindar algún apoyo técnico, y que organismos como el INTA o el SENASA nos den una mano para mejorar la producción. Si podemos volver a pagar los arriendos o comprar estos campos, tenemos la idea de consolidarnos en la ganadería de cría, pero además poner una chanchería, proyecto avícola, y una franja de horticultura para proveer a Santa Elena, adonde hay tanta pobreza. Hasta se nos ocurre que podría haber una feria en el pueblo de alimentos a bajo precio elaborados aquí mismo”, se entusiasma ahora Lemos, en el final de la entrevista.
El director Alfredo De Angeli, consultado especialmente para este informe, recordó con nostalgia la importancia que supo tener el frigorífico de Santa Elena para la provincia de Entre Ríos, y apuntó: “Qué importante sería para nuestra Federación Agraria poder avanzar con el proyecto de ley de tener un Instituto de Colonización. Y en este sentido, creo que uno de los primeros casos en los que debiera colonizarse es el de los pastajeros del Quebracho. Porque además de ser productores, son ex obreros del frigorífico que fueron despedidos, lo cual sintetiza para la FAA toda una bandera, de lucha por la producción agropecuaria, pero también por un país más justo”.
Los productores ocupan casi 800 hectáreas, cada uno de ellos trabaja en promedio unas veinte hectáreas de monte, y tienen en total unas mil cabezas de ganado. Además, algunos chanchos, gallinas y también unas pequeñas huertas. Tienen sus puestos en campos que rodean a la ciudad de Santa Elena, apenas una parte de la gran cantidad de tierras que tuvo en su momento la firma, cuando era propiedad de la afamada empresa inglesa “Bovril”.

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