sábado, 9 de octubre de 2010

Llega a la Argentina una revolucionaria vacuna para cerdos



Se trata de Improvac de Pfizer Sanidad Animal, un nuevo procedimiento de operación estándar que aumenta la productividad de los cerdos no-castrados, conservando la calidad comestible de la castración quirúrgica

Pfizer Sanidad Animal anuncia el lanzamiento de Improvac, una revolucionaria vacuna para el manejo del ganado porcino. Es una alternativa efectiva a la castración quirúrgica, que mejorar la calidad de la carne de cerdos de animales machos previniendo el ‘olor sexual’. A diferencia de la castración quirúrgica, permite patrones de crecimiento mucho más parecidos a los de cerdos intactos – incluyendo una conversión alimenticia más eficiente. Esto significa que los cerdos que reciben Improvac pueden reducir potencialmente costos de producción, mejorando la rentabilidad.

Improvac funciona como una vacuna usando el propio sistema inmune del cerdo para bloquear temporalmente el desarrollo de los testículos durante la maduración sexual. No es un medicamento y no tiene actividad hormonal. Al bloquear la actividad de los testículos, previene la producción y acumulación de sustancias que producen olores y sabores desagradables en la carne de cerdo al momento de cocinarla.

En lugar de castrar quirúrgicamente a los cerdos machos jóvenes, los productores simplemente administran dos inyecciones detrás de la oreja, con un intervalo de al menos 4 semanas entre cada inyección, aplicando la segunda aproximadamente 5 semanas antes del sacrificio. Esto estimula el sistema inmune del cerdo para que produzca anticuerpos naturales a su propio factor liberador de gonadotropinas (GnRF), la sustancia que estimula la función testicular y promueve la acumulación de olor sexual. Este modo de acción único, significa que Improvac puede producir una castración inmunológica temporal que evita la necesidad de la dolorosa castración quirúrgica.

“Improvac representa un cambio en la castración quirúrgica hacia una forma de manejo más amigable para el animal que puede ayudar a resolver cualquier inquietud del consumidor sobre el dolor y estrés causados por la castración quirúrgica. La mejor eficacia en la conversión alimenticia tiene además implicaciones ambientales positivas a nivel mundial ya que promueve una industria más sustentable usando menos alimento y generando menos desechos por cada kilogramo de carne producido”, comentó Lucas Monte, Responsable del Área de Cerdos de laboratorio Pfizer.

Para los productores, los beneficios económicos de Improvac son considerables comparados con la castración quirúrgica. Además de reducir los costos de producción, Improvac evita muertes y enfermedades en los animales producto de estrés e infecciones asociadas con la castración quirúrgica. Además, al mantener mejores patrones de crecimiento y canales más magros de cerdos íntegros, también existe el potencial de aumentar las ganancias.

La diferencia visual entre los animales castrados quirúrgicamente (sin testículos), los cerdos que reciben Improvac (testículos pequeños) y los cerdos normales (testículos de tamaño normal) es evidente de manera inmediata – permitiendo a los productores y mataderos diferenciar entre los distintos animales y canales, rápida y fácilmente.

Amplias investigaciones con los consumidores han confirmado que la carne de los cerdos que reciben Improvac tiene la misma alta calidad comestible que la que se produce a partir de animales castrados quirúrgicamente o de cerdos hembras. Además, ha demostrado ser indistinguible para grupos étnicos y de consumidores que tradicionalmente son muy sensibles a la presencia de olor sexual.

En Argentina, en la cátedra de porcinotecnia perteneciente a la Facultad de Agronomía de la  Universidad de Buenos Aires se llevó a cabo un ensayo para evaluar si existía diferencias entre muestras de carne porcina proveniente de animales con diferentes técnicas de castración (castración quirúrgica vs. castración inmunológica) comparándolos con machos enteros. La conclusión de dicho ensayo fue que las muestras de animales machos castrados inmunológicamente y machos castrados quirúrgicamente son diferentes a los machos enteros, presentando menor intensidad de olor y olores extraños que los machos enteros y con mayor aceptación y preferencia por parte de los consumidores. Se puede concluir así que los machos castrados inmunológicamente presentan características sensoriales similares y comparables a los machos castrados quirúrgicamente, diferenciándose estadísticamente (p<0.05) de los machos enteros.

“Actualmente se estima que más del 95% de los cerdos criados comercialmente en todo el mundo son sometidos a castración quirúrgica. Los importantes beneficios económicos y de salud que ofrece Improvac hacen suponer que será ampliamente adoptado y se convertirá en un procedimiento estándar en la producción de cerdos”, agregó Monte.

Antecedentes
Improvac ha estado a la venta en Australia, donde fue desarrollado originalmente, desde 1998. Actualmente es comercializado y utilizado en 57 países de todo el mundo (recientemente aprobado por las autoridades de China y Japón).

Ha sido ampliamente aceptado por productores, mataderos y consumidores en el mercado local debido a su capacidad para prevenir el olor sexual, y por lo tanto para asegurar la alta calidad comestible de la carne de cerdo de los animales castrados y la excelente eficiencia alimenticia y calidad de la canal (menos grasa, más magra) asociada con cerdos no-castrados.

Extensos estudios entre productores y consumidores de otros países han confirmado que sus características únicas ofrecen también beneficios en otros mercados a nivel global.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.