miércoles, 20 de octubre de 2010

Argentina pierde más de u$s 21 mil millones por año debido a las políticas de intervención

Agrotendencias 2010 inició sus actividades poniendo el foco en los perjuicios de las políticas gubernamentales en los mercados agropecuarios. Roberto Riva, presidente de la Federación de Acopiadores de Cereales, y el investigador Juan José Llach coincidieron en que la Argentina está desaprovechando el sostenido crecimiento de la demanda de alimentos.


            El seminario Agrotendencias 2010 abrió su programa de disertaciones con un fuerte sesgo en cómo afectan las políticas intervencionistas del gobierno sobre los mercados agropecuarios y, más aún, sobre la posibilidad de la Argentina de ser parte de un proceso de crecimiento de países emergentes que llegó para quedarse.
            Ante un auditorio de 500 personas y más de 400 inscriptos para seguir la jornada vía Internet, la apertura de la sexta edición del seminario estuvo a cargo del presidente de la Federación de Acopiadores de Cereales, Roberto Riva, quien puso el acento en la necesidad de revertir la situación actual y devolver las herramientas de mercado que permitan manejarse en el juego de la oferta y la demanda.”Creemos en los mercados competitivos, donde los precios reflejan la intensidad con que se desean los bienes”, fue una de las primeras oraciones del discurso inaugural.
            Riva sostuvo que “las herramientas como los mercados de futuro profesionalizan nuestro sistema de comercialización. No estamos de acuerdo con quienes creen que el mercado es una mera cuestión precaria de compra y venta y, por lo tanto, puede ser intervenido”. Según el titular de la entidad, las distorsiones como los ROE no sólo no han contribuido a mejorar el comercio, sino que, además, han favorecido a sectores que menos lo necesitan.
            Finalmente, el titular de la Federación de Acopiadores de Cereales afirmó que los dirigentes del sector agroindustrial tienen la responsabilidad de brindar una agricultura dinámica y económicamente sustentable, al tiempo que llamó a contar con entidades representativas de productores que estén en línea con las demandas de las bases, procurando limar sus diferencias.

Oportunidad desaprovechada

            A su turno, el profesor e investigador del IAE-Universidad Austral, Juan José Llach, disertó sobre “El nuevo mundo emergente y la demanda de alimentos: ¿ciclo corto o tendencia larga?”, y analizó el grado de inserción de la Argentina en el proceso de crecimiento mundial de la economía.
Su mensaje fue claro: “nuestro país está desaprovechando una oportunidad más importante que la que había a fines del S. XVIII y principios del S. XIX”.
            Según el especialista, debido a las políticas de intervención en los mercados, hay una fuerte pérdida de producción posible. “Argentina está dejando de producir más de 21 mil millones de dólares por año a causa de esas políticas, de los cuales 12 mil millones serían de exportación”, aseguró.
            En su análisis histórico de la Argentina, Llach sostuvo que las situaciones de altos precios internacionales coincidieron con en su gran mayoría con gestiones de gobiernos peronistas. La diferencia sustancial entre las dos períodos de Perón en que se dio ese panorama, fueron más bien cortas, mientras que el período de bonanza actual lleva unos 8 años.
            Ante esta coyuntura, el experto se preguntó si es posible un cambio en las políticas comerciales de la actual gestión. “Lo que veo es que la gente quiere políticas de acuerdo. Soy moderadamente optimista, la mayor parte de la sociedad quiere que se le dé una mayor cabida al sector agropecuario”, indicó.

Crecimiento mundial

            El analista sostuvo que la tendencia de precios altos de los alimentos, así como el crecimiento económico de los países emergentes, socios estratégicos para la Argentina, se mantendrá por un mínimo de 10 años, con la posibilidad de que sean 20.
            “El FMI está dando un crecimiento de 4,8% de la economía global para este año, y 4,2% para el año que viene”, apuntó. En ese marco, habló de los factores económicos que permiten pensar que esta tendencia se mantendrá así. A nivel global, se está dando lo que se llama “guerra cambiaria” (con EE.UU. y China como principales contendientes).” El proceso de apreciación del dólar se ha revertido y esto ha hecho repuntar los commodities. Pueden que se aprecien monedas de países que producen commodities. En esos países (entre los que está Argentina) hay una lucha para que las monedas no se aprecien más de la cuenta”, analizó.
            De todas maneras, explicó que la economía global está peor de lo que estaba a fines de 2009, a partir de la crisis europea. “Hay una recuperación desigual de los países, y los mercados de trabajo e inmobiliario de EE.UU. no se han recuperado del todo”, agregó.
            Luego, afirmó que “en el mundo no hay riesgo de inflación y, por lo tanto, las tasas de interés internacionales van a ser bajas, y no sólo de los commodities”.
            Sobre lo que está sucediendo con las economías emergentes, Llach aseguró que se está dando una nueva configuración mundial, dividida en dos: tortugas desarrolladas, y liebres emergentes.
“Por primera vez, desde la Revolución Industrial, los países pobres están creciendo mucho más rápido que los países desarrollados. Esto ha comenzado en los últimos 25 años y se ha acentuado en la última década”, detalló. Y añadió: “en el mapa de riesgo que publica el FMI, los activos financieros de los países emergente nunca entraron en zona roja en estos años. Esto es una novedad absoluta.”
Llach concluyó que “si la demanda mundial de alimentos venía creciendo con una pendiente de 20º, ahora lo va a hacer con una pendiente de 25º”. En ese contexto, la oportunidad para Sudamérica es que la tendencia es hacia la demanda excedente de casi todos los alimentos, pero dos se destacarán: la carne de pollo y la soja

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