lunes, 15 de agosto de 2016

Suplementación en sistemas de cría de ovinos. Parte I


La suplementación de ovinos puede tener diferentes objetivos, se la suele asociar a momentos críticos cuando por condiciones climáticas la cantidad y/o calidad de pasto no son suficientes. Para la majada de cría los momentos claves que son durante el servicio, fin de gestación y lactancia, entre 45-60 días. Año IV Nº 88 (Hoja Informativa para el Delta Entrerriano).
Por:  Pucurull Ramon GAMBETTA
Siempre se debe tener en cuenta la disponibilidad de recursos forrajeros para esas etapas y, principalmente la fecha y duración del servicio. Esto último para tener más concentrada la parición y facilitar el uso de los recursos forrajeros y la posibilidad de suplementar. La cantidad y tipo de suplemento a utilizar depende fundamentalmente del objetivo productivo concreto que se persiga, además de los vientres de cría, se puede usar para el engorde de corderos, para la recría de hembras de reposición, y la mejora del estado de los carneros a usar en el servicio, etc. Deber ser utilizada adecuadamente, ya que el suplemento, en general, es un insumo de costo elevado, por lo que su uso indiscriminado, puede atentar contra los resultados, físicos y sobre todo económicos del sistema.

Consideraremos la suplementación para los sistemas de cría, anteriormente, vimos cuales son los momentos de mayor requerimiento del vientre desde el servicio hasta la lactancia. En ese caso tomamos un sistema de campo natural y con dos épocas de servicio (ver gráficas). De las curvas de producción del pastizal natural y dependiendo de la fecha de servicio vemos que se producen baches más o menos importantes de acuerdo al momento que realizamos el servicio. Con servicios de otoño se aprecia que la falta de forraje son menores debido a la fecha que se produce la parición, fines de agosto, lo que permite una lactancia en primavera con buena calidad de la pastura natural. La situación cambia totalmente con las encarneradas de verano porque la parición se realiza en julio, de manera que la oveja pasa sus últimos sesenta días de preñez y la lactancia en junio-julio con la peor situación forrajera. Por otra parte, con encarneradas de verano hay menos disponibilidad de pastos naturales por la falta de agua, lo que hace más difícil que las ovejas recuperen peso para tener más posibilidades de quedar preñadas. Con servicios de otoño marzo-abril podemos disponer de los rebrotes de otoño lo que hace que las ovejas recuperen más su estado al servicio al a vez que permite servicios más cortos 35 días. De cualquier manera, por efectos climáticos, no todos los años son iguales y esas carencias se pueden agravar en todas las épocas. Por lo tanto, un manejo práctico es la suplementación estratégica en esos períodos para evitar pérdidas en el momento del servicio (ovejas que fallan) y evitar pérdidas por falta de pasturas en el último tercio de gestación. Entre otras ventajas hacer alguna suplementación en esta época de servicio es que las ovejas aprenden a comer suplemento y cuando lo necesitan en los últimos 45-60 antes días de parir y posterior lactancia, no necesitan aprendizaje y se aprovechan más los suplementos y se ahorra dinero por menos desperdicio. El ovino tiene memoria, en caso que, de corderas, por ejemplo, hubieran comido algún suplemento al pie de la madre, de grandes ya no precisan acostumbramiento y agarran rápidamente la comida.


Objetivos de suplementación en oveja de cría:
  • Minimizar muerte de ovejas por toxemia de preñez.
  • Obtener un cordero viable de más de 3 kg al parto.
  • Maximizar la producción de leche por oveja.
  • Minimizar pérdida de calidad de la lana de la madre.

Para majada en final de gestación, sobre campo natural, la suplementación energética es la más indicada, en un orden del 0,6 al 1% del peso vivo (PV), para ello se pueden usar granos enteros, trigo, maíz, avena o subproductos como afrechillos, casacarilla de soja, etc. Conviene antes de realizar esta práctica separar las ovejas en lotes, primero teniendo en cuenta condición corporal, priorizando aquellas que se encuentren en con bajo peso, como así también a las melliceras si es que se realizó ecografía con detección de mellizos. La duración de la suplementación no debe ser inferior a 40 o 45 días, salvo el caso que las ovejas están acostumbradas a comer, se debe continuar la suplementación por lo menos 30 días de la lactancia, si es que no se disponen de pasturas adecuadas. En algunos casos si hacemos suplementación en el preparto y tenemos pasturas que pudieron ser reservadas para el momento de la lactancia, no sería necesaria la suplementación en esta etapa.
Otros de los momentos en que se puede usar la suplementación, es el momento previo y durante servicios especialmente para permitir un aumento de peso del vientre (Flushing), con el objetivo de incrementar la tasa ovulatoria y así lograr mayor cantidad ovulaciones múltiples, y lograr más cantidad de mellizos, con la ventaja prácticas, como dijimos, que la oveja ya sabe comer. En estos casos haciendo (Flushing) es importante el nivel proteico y energético de la dieta, (expeler de girasol, soja, etc.) a mayor proteína, mayores tasas ovulatorias.

Acostumbramiento

Es necesario disponer de un período de acostumbramiento para el animal, en cuanto a manejo y a alimentos diferentes. Para el caso que tengamos que suplementar ovejas en el último tercio de gestación, hay que tomar precauciones, tanto por el cambio de la dieta, así como por el cambio del manejo, se aconseja tener los máximos cuidados en las ovejas con más de 3 meses de gestación. Para evitar problemas en estas categorías, lo ideal es que siempre nuestra majada aprenda a comer desde corderos, si aprendió es esa etapa conserva la costumbre de por vida. Como no siempre vamos a tener el grueso de nuestras ovejas acostumbradas a comer suplementos, se puede solucionar en parte teniendo un porcentaje de las mismas que sepan comer (señuelos) y eso hace que las otras incorporen más rápido el suplemento. En estas categorías y en casos de falta de estructura, el suplemento (grano) se puede dar en el campo, distribuyendo los granos en forma de chorillo a lo largo de un alambrado, lo que permite no hacer muchos movimientos con la majada. El periodo de acostumbramiento es variable, pero suele rondar de 10 a 14 días, cuando la cantidad final sea cercana al 1, 1,2 % del peso vivo, y de hasta 30 días cuando la cantidad final sea mayor (4-5%) del peso vivo. En los casos que podamos planificar con tiempo la suplementación de la majada, en el período de acostumbramiento, se debe tratar que el lote de animales debe este sano, revisado, desparasitado, vacunado contra clostridios, etc. La localización debe ser un lugar tranquilo, de piso firme y con agua fresca a voluntad, calcular 5 lts/animal/dia, ya que el consumo de concentrados y sales aumenta el consumo de agua, los lotes deben ser homogéneos en tamaño, para evitar dominancia. Lotes pequeños, no más de 300 animales/lote, para permitir un adecuado control, por parte de quien suministra el alimento, especialmente para detectar los que no se adaptan. Respetar 30cm lineal de comedero/animal y no más de 2,5 a 3 animales/metro lineal. Rutina: es importante cumplir horarios establecidos, limpieza de comederos de los residuos, entre otras prácticas.
Lic. Marta Iselli
Agosto de 2016
Equipo comunicaciones Proyecto Delta: Cristian Barreto; Mariana Cabezas; Marta Iselli

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