La crisis hídrica golpeó duramente a toda la región, con afectaciones difíciles de medir en tiempo real. Los productores agropecuarios sufrieron inconvenientes según el rubro, pero todos tuvieron que modificar drásticamente los planes. Uno de los sectores que directamente acusaron el impacto fue el de las empresas proveedoras de bienes o servicios del campo. Las […]
La crisis hídrica golpeó duramente a toda la región, con afectaciones difíciles de medir en tiempo real. Los productores agropecuarios sufrieron inconvenientes según el rubro, pero todos tuvieron que modificar drásticamente los planes.
Uno de los sectores que directamente acusaron el impacto fue el de las empresas proveedoras de bienes o servicios del campo. Las políticas impulsadas por el gobierno de Macri a poco de haber asumido significaban prácticamente una quita de la presión hacia el campo. Esto motivó a muchos productores a la inversión, situación imposible de sostener para muchos con los fenómenos climáticos.
Para conocer detalles de la situación actual dialogamos con José Luis Rossi, integrante de la agrupación que nuclea a las empresas del rubro dentro del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, la Cámara de Empresas Proveedoras del Agro (CEPAR).
Sobre el momento José manifestó que “el año no nos acompañó, sufrimos las inundaciones, el factor climático nos ha jugado una mala pasada. Y afectó no solamente al sector agropecuario, a la lechería, la ganadería y la agricultura, sino también a todos los sectores relacionados. Hoy la soja, el maíz, el trigo tienen buen precio, pero al no poder levantar la cosecha en tiempo y forma y con el daño de un 50% como mínimo, hace que la economía en general esté complicada. Hay productores que desde mayo hasta noviembre no tienen una entrada de dinero para poder paliar los gastos”.
Además profundizó diciendo que “este año fue atípico, me parece que teníamos todas las expectativas, con un gobierno nuevo que está apoyando al campo, creíamos que lo íbamos a ver reflejado inmediatamente en nuestras empresas. Hoy no lo vemos y a su vez estamos con un problema de ventas y económico. No se puede obligar al productor agropecuario a pagar en estos meses, con todos estos problemas. Hay valores entregados en febrero que no pueden levantar”.
Casi inmediatamente después de la crisis hídrica la Cámara comenzó a realizar gestiones que permitan anticipar los inconvenientes financieros que se atraviesan en la actualidad. En ese sentido Rossi contó que “estuvimos reunidos con 9 de los 11 bancos de la ciudad, tuvieron buena predisposición en que no se corte la cadena de pago, cosa que se logró. Pero también estamos haciendo un esfuerzo muy grande las empresas y los comercios del agro, aguantando un dinero importante porque creemos que también tenemos que estar al lado en este momento tan difícil”.
Lo consultamos sobre si existen “incobrables” a esta altura del año. José Luis respondió que “no, aunque el planteo de la mayoría es real, es genuino. No es que no te quiere pagar, simplemente hoy, dada la coyuntura de la que venimos hablando, no tiene la plata. Entonces hay que buscarle la vuelta para que ellos sigan produciendo, seguir brindándoles servicios, tratando de ver en qué momento ellos empiezan a tener rentabilidad para salir de esta situación”.
Sobre la lechería contó puntualmente que “los agarró la crisis hídrica con un precio de $ 2,20, $ 2,30 y el que ordeñaba 5000 litros con las lluvias sacó 1000 litros. Se les cayó la facturación para empeorar la situación. No fue un problema de caprichos o malas decisiones, fue un problema climático”.
Finalmente José Luis Rossi resaltó el comportamiento en general del productor agropecuario: “No hay morosidad en el campo, en los últimos años la gente priorizó los compromisos. El que quedó apostó a tecnificarse, a tener capacidad de pago. Muchos tienen necesidad de maquinaria, pero no la compran porque quedaron con mucho temor. Creo que los bancos dieron una mano, pero no hubo créditos blandos. Hay créditos, en dólares o en pesos, pero en pesos al 28% y es muy difícil tomarlos con esa tasa cuando la rentabilidad es muy baja. En dólares lo pueden tomar aquellos que hacen agricultura, los que tienen calzados sus cereales en dólares. El que vende en pesos y con esa tasa, se hace casi imposible”.-
Uno de los sectores que directamente acusaron el impacto fue el de las empresas proveedoras de bienes o servicios del campo. Las políticas impulsadas por el gobierno de Macri a poco de haber asumido significaban prácticamente una quita de la presión hacia el campo. Esto motivó a muchos productores a la inversión, situación imposible de sostener para muchos con los fenómenos climáticos.
Para conocer detalles de la situación actual dialogamos con José Luis Rossi, integrante de la agrupación que nuclea a las empresas del rubro dentro del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, la Cámara de Empresas Proveedoras del Agro (CEPAR).
Sobre el momento José manifestó que “el año no nos acompañó, sufrimos las inundaciones, el factor climático nos ha jugado una mala pasada. Y afectó no solamente al sector agropecuario, a la lechería, la ganadería y la agricultura, sino también a todos los sectores relacionados. Hoy la soja, el maíz, el trigo tienen buen precio, pero al no poder levantar la cosecha en tiempo y forma y con el daño de un 50% como mínimo, hace que la economía en general esté complicada. Hay productores que desde mayo hasta noviembre no tienen una entrada de dinero para poder paliar los gastos”.
Además profundizó diciendo que “este año fue atípico, me parece que teníamos todas las expectativas, con un gobierno nuevo que está apoyando al campo, creíamos que lo íbamos a ver reflejado inmediatamente en nuestras empresas. Hoy no lo vemos y a su vez estamos con un problema de ventas y económico. No se puede obligar al productor agropecuario a pagar en estos meses, con todos estos problemas. Hay valores entregados en febrero que no pueden levantar”.
Casi inmediatamente después de la crisis hídrica la Cámara comenzó a realizar gestiones que permitan anticipar los inconvenientes financieros que se atraviesan en la actualidad. En ese sentido Rossi contó que “estuvimos reunidos con 9 de los 11 bancos de la ciudad, tuvieron buena predisposición en que no se corte la cadena de pago, cosa que se logró. Pero también estamos haciendo un esfuerzo muy grande las empresas y los comercios del agro, aguantando un dinero importante porque creemos que también tenemos que estar al lado en este momento tan difícil”.
Lo consultamos sobre si existen “incobrables” a esta altura del año. José Luis respondió que “no, aunque el planteo de la mayoría es real, es genuino. No es que no te quiere pagar, simplemente hoy, dada la coyuntura de la que venimos hablando, no tiene la plata. Entonces hay que buscarle la vuelta para que ellos sigan produciendo, seguir brindándoles servicios, tratando de ver en qué momento ellos empiezan a tener rentabilidad para salir de esta situación”.
Sobre la lechería contó puntualmente que “los agarró la crisis hídrica con un precio de $ 2,20, $ 2,30 y el que ordeñaba 5000 litros con las lluvias sacó 1000 litros. Se les cayó la facturación para empeorar la situación. No fue un problema de caprichos o malas decisiones, fue un problema climático”.
Finalmente José Luis Rossi resaltó el comportamiento en general del productor agropecuario: “No hay morosidad en el campo, en los últimos años la gente priorizó los compromisos. El que quedó apostó a tecnificarse, a tener capacidad de pago. Muchos tienen necesidad de maquinaria, pero no la compran porque quedaron con mucho temor. Creo que los bancos dieron una mano, pero no hubo créditos blandos. Hay créditos, en dólares o en pesos, pero en pesos al 28% y es muy difícil tomarlos con esa tasa cuando la rentabilidad es muy baja. En dólares lo pueden tomar aquellos que hacen agricultura, los que tienen calzados sus cereales en dólares. El que vende en pesos y con esa tasa, se hace casi imposible”.-
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