lunes, 28 de marzo de 2016

UE: Las Vacas Locas alertan


Como si no tuviera suficiente con el tema del zika, el chikungunya, la influenza y su trabajo cotidiano, la Organización Mundial de la Salud deberá enfocar sus pilas también a las Europas e instalar un cerco epidemiológico para frenar cualquier riesgo de que las vacas locas inunden el continente, tras la confirmación de un nuevo […]
Como si no tuviera suficiente con el tema del zika, el chikungunya, la influenza y su trabajo cotidiano, la Organización Mundial de la Salud deberá enfocar sus pilas también a las Europas e instalar un cerco epidemiológico para frenar cualquier riesgo de que las vacas locas inunden el continente, tras la confirmación de un nuevo caso.

La alerta la lanzó Francia. La nación del romance ha confirmado la reaparición de la Encefalopatía Espongiforme Bovina en un criadero vacuno de las Ardenas, ubicado al noreste de la nación. Con la noticia, las ventas de carne comenzaron a desplomarse, a pesar de que ya se dijo que la detección del caso no tiene ninguna consecuencia para el consumidor.

La noticia dice que en el criadero de referencia fue encontrado el cuerpo de una vaca de cinco años que murió de manera prematura, se tomaron pruebas y el laboratorio confirmó la sospecha de este que es, al parecer, el tercer caso “aislado” de la enfermedad en el continente europeo en los últimos 15 meses.

Las preocupaciones de los franceses son normales, por el riesgo de perder el título de “riesgo insignificante” para la Encefalopatía Espongiforme Bovina, que ganó el año pasado, luego de que desde el 2011 no registraba casos de vacas locas.

La enfermedad de las vacas locas es generada por el uso de harinas de origen animal (ovejas, principalmente) contaminadas y surgió en Inglaterra en los 80´s, para de ahí extenderse al continente.

Cada que un nuevo caso se da a conocer, las barreras se levantan y el comercio de la carne cae por los suelos.

Las enfermedades por partículas infecciones, como la BSE, son infecciones progresivas y degenerativas que afectan el sistema nervioso central del ganado bovino y que se pueden transmitir a los humanos que comen carne bovina de un animal infectado o tienen contacto con los tejidos de animales infectados. Es, por cierto, mortal.

El ganado bovino desarrolla una enfermedad cerebral que ocasiona la muerte, muy similar al padecimiento que sufren los humanos cuando se contagian.

Desde el primer caso, millones de animales han sido sacrificados, si bien ya los departamentos sanitarios europeos y de Estados Unidos, han calificado como de muy bajo el riesgo de contagio; por lo que el temor persiste.

Hasta diciembre de 2003, había un total de 143 casos de reportados en Inglaterra; 6 casos en Francia; Estados Unidos, Canadá, Italia e Irlanda reportan un caso en cada lugar.

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