lunes, 30 de marzo de 2015

La carne de caballo ingresa al mercado sin controles


Resulta un secreto a voces que en algunos lugares del país se comercializa carne de caballo, especialmente algunos cortes que pueden ser disimulados, y que el consumidor no llega a darse cuenta.   Respecto del consumo de este producto, el supervisor de inocuidad y calidad agroalimentaria del Senasa, Santiago Olivera, consideró que “la carne de […]
Resulta un secreto a voces que en algunos lugares del país se comercializa carne de caballo, especialmente algunos cortes que pueden ser disimulados, y que el consumidor no llega a darse cuenta.

Respecto del consumo de este producto, el supervisor de inocuidad y calidad agroalimentaria del Senasa, Santiago Olivera, consideró que “la carne de caballo no tiene nada malo”, y la describió como “magra, un poco más dulce”, que la vacuna.

“El problema es que la faena se realiza de manera ilegal porque en Argentina está prohibido el consumo de carne de caballo, por una costumbre. Al realizarse de esta manera, es mucho más barata, y carece de los controles sanitarios que se realizan a la carne vacuna”, puntualizó el especialista. Negocio tabú La mayoría rechaza el consumo de algunos animales que se comen popularmente en otras partes del mundo.

A nadie se le ocurriría, por ejemplo, pedir perro o gato en una “parrilla” argentina, como sí podría consumirse en algunos restaurantes asiáticos. Los argentinos tampoco comen ranas o caracoles, considerados manjares en algunas partes de Europa. Y a muchos repugnaría la idea de comer carne de caballo, otro alimento codiciado en algunas ciudades europeas. Lo paradójico de este último caso es que si bien el consumo de carne equina es considerado un tabú en muchas partes del país, lo cierto es que la Argentina es uno de los principales productores mundiales del producto. Por muchos años, el país ha liderado la exportación mundial de esta carne.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de la Argentina (Senasa) informó a BBC Mundo que en 2010 el país exportó 23.880 toneladas de carne equina, generando más de US$75 millones. ¿Adónde va la carne? La carne de caballo argentina se vende principalmente a Rusia, Holanda, Francia, Italia, Japón, Bélgica y Alemania. El mercado ruso es, por lejos, el más grande: absorbe más de la mitad de la producción argentina.

Los aficionados a este tipo de carne aseguran que es más saludable, ya que tiene menos colesterol que la carne vacuna, posee un alto contenido de hierro y está libre de aftosa. Se estima que en 2009, se comercializaron 145.000 toneladas de carne equina en todo el mundo. En la Argentina, la producción de carne de caballo comenzó a tomar vuelo a partir de 1995, año en el que se promulgó una ley que reguló la actividad.

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