La campaña norteamericana de los principales cultivos de verano se encuentra ya concluida, con un resultado realmente malo. Hubo una apreciable merma entre las perspectivas iniciales de esta campaña y el resultado final de ella.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) reveló sus estimaciones del mes de noviembre con un informe que, en el caso del cultivo de soja, sorprendió a los operadores por las elevadas cifras reveladas.
Según el USDA, la campaña norteamericana de maíz alcanzó en esta temporada los 272,43 millones de toneladas, 500 mil toneladas por encima de la estimación del mes de octubre, y con un recorte de 41,5 millones en relación con la cosecha precedente. El mercado aguardaba escuchar, en promedio, una cifra de 271 millones de toneladas. Los rendimientos unitarios por hectárea proyectados fueron de 7.676 kilos.
Las importaciones de maíz por parte de Estados Unidos alcanzará, conforme este balance, los 2,57 millones de toneladas, un 35 por ciento más que lo estimado en el mes anterior. Sin mayores modificaciones en el consumo total y en las exportaciones, las existencias finales crecen en este informe un 4,5 por ciento respecto de octubre, con una nueva proyección de 16,43 millones de toneladas.
En el contexto mundial, la producción de maíz crece ligeramente, casi en la misma proporción del crecimiento norteamericano. La demanda total aumenta ligeramente, lo que genera pocos cambios en los stocks finales, que fueron proyectados en 118 millones de toneladas. Las producciones de Sudáfrica, Brasil y China fueron mantenidas sin cambios en 13.5 millones de toneladas, 70 millones de toneladas y 200 millones de toneladas, respectivamente.
En soja, el USDA estimó que la campaña norteamericana alcanzó una producción de 80,86 millones de toneladas, comparado con 77,83 millones de toneladas del mes anterior y 84,2 millones de la campaña 2011/12. Los rendimientos promedio fueron proyectados en esta oportunidad en 2.639 kilos por hectárea. Estos datos sorprendieron a los operadores. A pesar de la marcada sequía de esta temporada, los cultivos pudieron sobrellevar este evento con marcado éxito.
Algunos hablan hoy de mejores semillas, con mayor resistencia a estos eventos, otros afirman que los cultivos se beneficiaron de las lluvias recibidas en los meses de agosto y septiembre, que fueron oportunas para la oleaginosa, pero definitivamente tardías para el maíz.
La molienda interna de soja norteamericana experimenta en este balance un ligero incremento, con una estimación de 42,4 millones de toneladas. Las exportaciones registran un aumento de mes a mes del 6 por ciento, con una estimación total de 36,6 millones de toneladas. A pesar de ello las existencias finales registraron una mejora del 7,7 por ciento, con una cifra proyectada de 3,8 millones de toneladas.
Globalmente, las existencias iniciales de soja fueron incrementadas en un 2,2 por ciento y la producción alcanzará los 267,6 millones de toneladas, lo que implica un crecimiento mensual del 1,2 por ciento. La demanda y la molienda crecen en casi un 1 por ciento y las existencias finales proyectadas aumentan en un 4 por ciento, con una nueva estimación de 60 millones de toneladas.
Las producciones de China y Brasil no registraron modificaciones, con estimaciones de 12,6 millones de toneladas y 81 millones de toneladas, respectivamente.
Las importaciones de porotos de soja por parte de China fueron incrementadas nuevamente en dos millones de toneladas, con una nueva proyección de 63 millones de toneladas para esta campaña 2012/13.
Luego del informe, el mercado se concentrará en las alternativas productivas de nuestra región. La especialista en el mercado de oleaginosas de Jefferies Bache Anne Frick sostiene que, a pesar de no creer que el mercado pueda retornar a las cotizaciones récord alcanzadas a principios de septiembre, es posible un rally poscosecha en la próxima primavera boreal.
Sorprendentemente, el USDA vuelve a confirmar los datos sobre la producción argentina que viene reiterando desde hace ya varios meses. Estas estimaciones proyectan una producción de maíz, soja y trigo de 28 millones de toneladas, 55 millones de toneladas y 11,5 millones de toneladas, respectivamente, para la campaña 2012/13.
En realidad, cuesta encontrar operadores locales que imaginen, particularmente para maíz, una producción capaz de exceder los 25 millones de toneladas, a la luz de las recientes precipitaciones que han demorado considerablemente la siembra de este cultivo. La posibilidad de implantar híbridos tardíos aleja la posibilidad de obtener en muchos casos los rendimientos previstos originalmente.
En relación con el cultivo de trigo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires viene confirmando una estimación de 10,1 millones de toneladas, que seguramente se deberá revisar, como consecuencia de las enfermedades que se vienen detectando en los cultivos por efecto del exceso de precipitaciones.
El único cultivo que podría alcanzar la meta proyectada por el USDA es la soja, que cuenta con el potencial de agregar mayor área de cultivo en las variedades de segunda, a expensas de la menor superficie proyectada para maíz.
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