El director de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), doctor Francisco Muzzio, informó que la auditoría realizada por autoridades de Corea del Sur a diez plantas frigoríficas uruguayas culminó de buena forma, dentro de lo esperado.
Explicó que se espera que una vez que llegue el dictamen las plantas estarán habilitadas para vender carne bovina madurada y sin hueso a ese destino. Los dos técnicos que llegaron al país auditaron diez plantas frigoríficas y tres depósitos de frío.
Muzio indicó que la auditoría “representó una prueba para nosotros ya que los modos de trabajar son distintos a los que se acostumbran en otros mercados como la Unión Europea y Estados Unidos. Además de las diez plantas se auditaron tres depósitos de frío”.
Adelantó que existió alguna observación menor pero que no creen que sea de relevancia para conseguir la habilitación para exportar hacia ese mercado. El director de Servicios Ganaderos indicó que si algunas plantas no son habilitadas esperarán que se dé otra fecha para levantar las citadas observaciones.
Este es el final de un proceso que llevó más de cuatro años y significaría el acceso a uno de los mercados más importantes para Uruguay. Corea no sólo es un destino que paga valores muy elevados por los cortes, sino que es una referencia en Asia, que de abrirse, facilitaría el acceso a otros países de ese continente, como Japón y Vietnam.
Dentro del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca dieron especial atención a la misión coreana tomando en cuenta el crecimiento que está verificando en términos de consumo per cápita. “Es un país con una renta media de U$S 33.000 por habitante, el doble que la de Uruguay, con un grado de occidentalización en su dieta que impulsó la incorporación de proteínas rojas”, había dicho el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre a El País.
Los coreanos se constituyeron en fuertes importadores de carne bovina uruguaya hasta el 2000, año en que Uruguay luego de cuatro años de ausencia de la enfermedad, volvió a padecer focos de fiebre aftosa, con reincidencia en 2001. Hasta entonces los frigoríficos vendían cortes de bajo valor como garrones, tendones y despojos.