sábado, 24 de noviembre de 2012


Una mirada desde los pequeños a la situación bananera en Ecuador

Desde las replantaciones de hectáreas bananeras hasta la negociación actual por el precio de la caja
Este mes no pudo ser más noticioso para la industria bananera de Ecuador. Entre el anuncio del proyecto del viceministro Luis Valverde de reemplazar las plantaciones de banano por cultivos forestales, las críticas que se han hecho a través de medios locales al uso de químicos que pueden ser nocivos para la salud y las negociaciones del valor de la caja del banano, la industria se ha movido bastante. 
En entrevista con www.portalfruticola.com, hablamos con Marco Oviedo, Gerente Técnico de la Asociación de Pequeños Productores Bananeros “El Guabo”, ASOGUABO, quien nos comenta de estos temas en profundidad.
¿Te parece acertada la decisión de remplazar plantaciones de bananos a cultivos forestales?
“Creo que esa declaración debe ser revisada en contexto de la explicación que él (viceministro) venía dando. Es decir, estoy pensando que es una opinión más que un plan del MAGAP sobre la producción bananera”.
“Tomando en cuenta lo anterior, pienso que el plan de reconversión debe ser analizado para distinguir entre algunos aspectos, por ejemplo necesidad, ya que tal vez es apropiado para una tierra que no tiene la condición natural para producir a costos razonables, la capacidad del productor de dejar de tener un ingreso semanal, ya que producir banano si da un flujo semanal, los cultivos agroforestales no lo pueden dar”.
“Por otro lado, habrá que pensar el retorno a la inversión, un cultivo agroforestal mínimo debe esperar 5 años para especies de maderas semiduras, pero de hasta 25 o más años para maderas finas; el nivel de endeudamiento pre-existente del productor que le permita acceder a créditos para cambios de cultivo; tenencia de la tierra que permita acceder a créditos formales”.
“Creo que el gobierno si nos quiere ayudar debería “sincerar” directamente los costos de producción, identificar los ítems más importantes y tomar acciones sobre estas bases. Debería cumplir con su obligación de velar por el pago del precio mínimo de sustentación u oficial y desarrollar una verdadera política bananera fundamentada en el fomento para el banano, que es que cada productor debería asumir su rol y buscar producir más y mejor”.
¿Crees que afectará a la industria? ¿Cómo?
“Habría que primero pensar en etiquetar industria, si es industria nacional o industria global. Naturalmente la medida va afectar, pero el impacto creo que variará según de qué hablamos. El banano es un cultivo muy globalizado y mientras nosotros hablamos de una regulación interna de la oferta otros países están hablando-actuando de incentivos bananeros, por ejemplo Perú, Colombia, Venezuela, países donde hay desarrollo bananero”.
“Y para banano convencional, que es la mayoría del banano ecuatoriano, son sumamente competitivos y en desventaja para nosotros.  Pienso que si la medida es diseñada a regular la oferta y por tanto la demanda interna ecuatoriana, esta no dará muy buen resultado ya que se abrirá la oportunidad a otros países bananeros”.
“Hay un impacto social también importante ya que la producción bananera demanda mucha mano de obra, entonces directamente son unas 70 mil personas trabajando en el campo, a lo cual habría que añadir el personal del proceso de empaque y no olvidemos la mano de obra indirecta que se afectaría”.
¿Cuáles crees que son las motivaciones de esta medida?
“Pienso que una de las motivaciones es dar una respuesta a la problemática bananera ecuatoriana, pero como he dicho, el análisis del viceministro considero es sólo una primera opinión y necesita profundizar más en la problemática antes de decidir. De hecho, mientras el viceministro ha dicho eso, por otro lado en el mismo MAGAP y casi al mismo tiempo con consultores, nosotros hemos analizado y discutido propuesta para planes que buscan romper el problema bananero desde el punto de la productividad y los costos altos. Así como para enfrentar la estacionalidad de la demanda, que es un aspecto muy importante y que muchas veces no se discute directamente”.
“Estos temas son más complejos, por lo cual la propuesta que ellos (los consultores) han discutido con nosotros, ahora contempla nuestra opinión sobre flujo de efectivo, nivel de endeudamiento previo, poca flexibilidad de cambio para el cultivo y por último la opinión personal y propia del productor sobre producir otros cultivos, por lo cual considero ahora es más completa”.
¿Cómo han tomado el anuncio los productores bananeros de Ecuador?
“He visto algunas opiniones, algunos que piden que el gobierno analice quiénes deberían ir a un reconversión de cultivos y como otros, que ven la sombra de lo que llaman “mafia exportadora”, que quiere eliminar a los pequeños productores”.
“Otros que dicen que el gobierno realmente debe generar una política de incentivos para el sector y rompa el problema de una manera más creativa. Creo que para la mayoría no ha sido considerado seriamente”.
– Se habló del uso de químicos en las plantaciones bananeras ¿Crees que hay poco control en la fiscalización del uso de estos químicos?
“Creo que el banano tiene grandes grupos de consumidores y que son estos los que de cierta manera han empujado a tomar mayor acción sobre las condiciones laborales y el manejo ambiental de las bananeras”.
“Hay una importante parte de la industria que ahora tiene certificaciones de buenas prácticas agrícolas y de seguridad alimenticia (por ejemplo GlobalGap), muchos pequeños productores tienen certificaciones de comercio justo. Estas certificaciones aseguran el manejo correcto de los plaguicidas, tanto para el usuario como para el consumidor y toman especial consideración sobre el ambiente (espejos de agua, biodiversidad, sustentabilidad)”.
“Una parte también, y no menos importante, vende a mercados y otras economías emergentes donde estos aspectos no son muy importantes. Creo que el impacto negativo más general está fundamentado sobre las aplicaciones aéreas las cuales están siendo reguladas y hay oposición por parte de la empresas aerofumigadoras para esta regularización”.
“Por otro lado, el gobierno presentó como requerimiento que las bananeras tengan una ficha ambiental o una licencia ambiental, para esto depende de su escala productiva”.
“Entonces ¿qué hacer? Considero que los responsable por el gobierno deberían buscar potenciar lo que ya existe, homologarlo, auditarlo y aceptarlo”.
“Para productores que no tienen ninguna certificación es necesario la intervención directa para que se regularicen, cosa que deberían hacerlo a través de la empresas exportadoras. El seguimiento al cumplimiento debería ser realizado por el gobierno usando el muestreo y el incentivo a los que cumplen y el llamado de atención y hasta sanción a los que no lo cumplen”.
¿Por qué a pesar de lo dañino que pueden ser, los siguen utilizando en las fincas? ¿Hay alternativas? ¿Cuáles crees que son las medidas que deberían tomar frente a este tema?
“Los productores lo usan porque no disponen de otras herramientas de manejo o porque les falta conocimiento de cómo hacerlo mejor. La investigación es parte importante para encontrar nuevas alternativas, pero por sobre todo debería haber comunicación sobre esta y sobre lo ya logrado”
“Por ejemplo, existe una importante investigación hecha por el INIAP y que muy pocos productores la conocen, en general tiene poca difusión. Nosotros mismos tenemos un grave problema por un insecto que no podemos controlar eficazmente. Este problema es importante para nosotros porque tenemos una parte de producción orgánica y porque en nosotros vive la idea de minimizar el uso de pesticidas y antes de esta plaga lo habíamos logrado ya que dejamos de usar fundas tratadas químicamente y usamos una funda que desarrollamos”.
“Fuimos con la necesidad al MAGAP, fuimos al INIAP, pero no nos dieron atención y nos tocó pagar una investigación que cuando se termine será una solución para todo el sector bananero. Esto me parece un importante llamado a la atención. Hoy por hoy existen alternativas, pero repito que no existen incentivos”.
En Ecuador están en plenas negociaciones sobre el precio de la caja, en tú opinión: ¿Cuál debería ser el precio final y por qué? ¿Qué pasaría si el valor de las cajas se fija en un rango menor al de 5.50?
“Creo que el precio debería mantenerse porque, primero hay una “cruelidad” (cruel realidad) En el mercado existe una ley dada por la oferta y la demanda, entonces la condición del mercado puede variar en tres distintos escenarios: a. La economía mundial no se recupera y los consumidores tienen como prioridad cuidar sus egresos, los supermercados responden a esa realidad buscando dar precios mas competitivos a sus clientes, caso contrario pierden participación”.
“Segundo, ellos han dicho, por lo anterior, no podemos dar un incremento al precio, si es que se da, este debe ser absorbido por el resto de la cadena. Tercero, por otro lado, la industria naviera ha dicho que va a aumentar los precios por cada contenedor en US$1500, lo cual significa un incremento en caja de algo más de 1 dólar. Cuarto, la industria local cartonera ha dicho que hará un incremento de precio de la caja de cartón, porque ya no aguantó con los costos, que han perdido y que deben subirlo impostergablemente. Y quinto, no hemos logrado acuerdos comerciales preferenciales con los países destino de nuestra fruta, por lo cual nuestra fruta tiene precios más altos que otros países productores que si tienen acuerdos comerciales”.
“Por otro lado los productores indican que ha habido grandes cambios en los costos de producción. Mi opinión es que si hay cambios, sobre todo en el rubro insumos y mano de obra, pero realmente el productor no sabe cuánto le cuesta una caja y los que le presentan costos han parcializado los datos a sus realidades pero no a la realidad nacional, estamos hablando de un precio nacional de sustentación”.
“Debería haber un estudio imparcial y global. Pienso que aunque hay necesidad de revisar los precios por lo explicado, esto no es posible porque el mercado no lo acepta. De implementar incrementos lo único que lograremos es enviar más fruta al mercado spot ya que las exportadoras formales que respetan el precio oficial no podrán contratar fruta para su normales clientes desde Ecuador y lo hará desde otras fuentes, entonces no lograremos el propósito buscado”.
“Considero que este tema debe ser manejado desde otra forma y que básicamente es bajar los costos por otras vías mas “creativas”".
La industria: ¿Cómo ven los pequeños productores los cambios que analizamos anteriormente?
“Hay opiniones divididas. La gran mayoría quiere cambios del precio, pero no dominan la realidad mundial. Otros piensan que lo que debería hacerse es que el gobierno nos ayude a bajar los costos de producción. ¿Están asustados? ¿cambiando de rubro? Hay incertidumbre porque muchos exportadoras esperan a la decisión para formalizar compromisos y desde donde sacarán la fruta para cumplir estos compromisos”.
“¿Cómo proyectas a la industria con todos estos cambios? Mi opinión es que la industria tiene grandes desafíos y que hemos venido haciendo año tras año lo mismo, esto es aumentar los precios, esperar que todos lo cumplan y ver luego que pocos lo cumplen, que estos se quejan por la falta de control para una gran cantidad que no los cumple”.
“Entonces no podemos esperar que haciendo lo mismo tengamos resultados diferentes. Considero que debemos ser mas creativos, ya que la vieja fórmula no funcionará diferente para este año. ¡Y que cada cual cumpla con lo que le toca! Esto es productores produciendo más y mejor, que el gobierno cumpla exigiendo que todos paguen el precio oficial”.

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