Podríamos decir que al momento el mercado de granos tiene distintas dimensiones o costados, los cuales en general están presionando a la baja. No obstante sabemos que hay espacio para que los precios vuelvan a subir, sólo que esto dependerá de la marcha de eventos futuros, que hoy sólo podemos esperar tengan un grado de [...]
Podríamos decir que al momento el mercado de granos tiene distintas dimensiones o costados, los cuales en general están presionando a la baja. No obstante sabemos que hay espacio para que los precios vuelvan a subir, sólo que esto dependerá de la marcha de eventos futuros, que hoy sólo podemos esperar tengan un grado de ocurrencia que cuesta ponderar. Sin embargo, dada la baja acumulada que ya huele a excesiva, parece lógico antes de vender, poner pisos para cubrir el peor escenario y esperar para vender valores más altos en soja, mientras que el maíz y el trigo en el mercado local no cayeron tanto
Los distintos costados que debemos considerar son los siguientes:

  1. La cosecha de soja norteamericana es mejor que lo esperado. La seca en EEUU dejó una cosecha menguada de maíz, razón por la cual este mercado sigue relativamente firme, pero en soja finalmente la merma productiva fue menor. Si bien es cierto que los consumidores están muy ávidos, y absorbererán la mayor oferta como agua en el desierto, lo cierto es que se llegará en mejores condiciones a la cosecha Sudamericana, y esto descomprime el valor de la soja.
  2. Los fondos de inversión están vendiendo para liquidar posiciones. Los mismos habían apostado claramente a un fracaso productivo de soja en EEUU, y los precios habían ido para arriba confirmando esa expectativa. Ahora que la misma se ve frustrada, se precipita la toma de ganancia que ya se venía dando a medida que los datos de rindes apuntaban a mayor producción en EEUU.
  3. Técnicamente hay señalen bajistas en soja. Los precios de la soja han quebrado niveles de soporte muy importante, y cuando lo hacen son un disparador de ventas, ya que se tocan “sell stops”, es decir valores a los que los especuladores dejan la orden de vender si se dan ya sea para tomar ganancias o para recortar pérdidas.
  4. El clima en Sudamérica ha mejorado de cara a la producción de maíz y soja. En el arranque de la campaña el clima Sudamericano causó temor, ya que en el norte de Brasil no estaba lloviendo, mientras que tanto en el sur de ese país como en el centro y sur de Argentina las lluvias excesivas causaron fuertes demoras y anegamientos en la implantación. Sin embargo en las últimas dos semanas el clima mejoró: llueve en el norte, y en el sur hay clima más seco. Esto hace que se le quite al mercado prima climática, ya que el problema quedaría, si no resuelto, al menos moderado.
  5. Se espera mayor área de siembra de soja y maíz para el año próximo en EEUU. Este es otro elemento negativo ya más de largo plazo: las primeras encuestas de intención de siembra parecen indicar un aumento en el área de soja de alrededor de 1 mill.ha. mientras que la de maíz también subiría, si bien marginalmente, desde la mayor área implantada desde la segunda guerra mundial. En resumidas cuentas el año que viene en principio la escasez de granos podría moderarse fuertemente.
  6. Los riesgos para las finanzas internacionales que llevan a un vuelo a la calidad. Este elemento afecta a todos los mercados en la misma proporción. Por el lado de Europa, finalmente la Troika dio el visto bueno a Grecia, pero los Ministros de Finanzas dilataron la decisión de otorgar nuevo financiamiento. España sufre un parate muy fuerte, el pueblo está protestando, y son necesarios más ajustes. A pesar de ello el gobierno español no quiere pedir socorro financiero para no tener que resignar poder de decisión. En tanto en EEUU, la re elección de Obama no ayudó a los mercados, que se muestran preocupados por el déficit fiscal y el elevado endeudamiento, que ya superaría el 100% del PBI. EEUU logra funcionar con estos indicadores tan malos sólo porque el resto de los países siguen tomando al dólar y los bonos de ese país como activo de refugio, pero de hecho varios países europeos muestran mejores números que EEUU. Finalmente en China tampoco se ven números tan atractivos, donde la inversión externa cae, y el PBI ya está por debajo del 8% de crecimiento anualizado. Así las cosas, los especuladores prefieren salir de las posiciones de riesgo e irse a activos líquidos hasta ver mejor la cosa, por lo que deciden comprar dólares y tomar bonos del Estado Norteamericano.

Todos estos factores nos permiten explicar la fuerte baja que vimos en los precios de la soja en las últimas dos semanas a nivel internacional. El maíz y el trigo intentaron separarse de la soja, pero por la fuerza de la baja no lo lograron.

Sin embargo como comentamos antes hay algunos elementos que debemos tener en cuenta y que limitan a los anteriormente citados:

  1. Seguimos en situación de racionamiento. Si bien es cierto que hay más producción de soja que la esperada en EEUU, también lo es que los stocks son muy bajos. En maíz está claro que hay una fuerte escasez. En trigo en tanto estamos pasando de una situación abultada a una de relativa escases a nivel internacional de la mano de una menor producción tanto en Europa y el Mar Negro, como en Australia y Argentina, y ahora con perspectivas secas para EEUU.
  2. Las bajas han sido muy fuertes. Se han acumulado bajas muy fuertes, y así como en ocasiones los especuladores empujan los precios demasiado arriba, ahora podrían estar exagerando a la baja.
  3. Si bien dejó de llover, la implantación sigue demorada. Tomando como referencia a nuestro país venimos con una demora en la siembra de maíz y soja de alrededor de 15 puntos porcentuales respecto a la del año anterior. Es cierto que de la mano de los grupos cortos de soja o maíces de segunda, técnicamente es posible extender muchísimo la fecha de siembra. Pero el problema aquí sería que cada día que se demora la siembra, implica pérdida de potencial productivo, con lo que estos 15 puntos de atraso son un problema, a pesar de que el clima haya mejorado.
  4. Todavía hay que ver el clima sudamericano en el momento crítico de floración de los cultivos. Usualmente el riesgo climático para los cultivos se da cuando llega el momento de la floración. Es cierto que la fecha de siembra puede agregar o quitar potencial de rinde, pero lo que es determinante es el clima en el período de floración. Estábamos relativamente tranquilos al respecto por la buena humedad en el arranque y la perspectiva de año niño. Lo primero hoy está asegurado, lo segundo está desapareciendo: las aguas del pacífico están volviendo a niveles normales. Además los pronosticadores hablan de fuertes calores para esta campaña que podían tener su impacto negativo en la producción.

Traslademos ahora esto al mercado local. Chicago bajó fuertemente. La soja copió en una proporción menor, pero el maíz y el trigo no cayeron tanto. Esto se debe a que en la suba los precios FOB no subieron tanto ya que se extendió el descuento con el que se cotiza sobre Chicago. Eso respondiendo a la realidad de que el problema productivo en definitiva es EEUU, y es lógico que allí valga más, pero aquí la mercadería no ha variado su nivel de oferta. Ahora que el precio de Chicago cede, mejora la paridad de exportación. Por otro lado también se recortó el diferencial entre FAS teórico y real. Esto porque los productores no están dispuestos a vender en este nivel.

En trigo el problema es que teniendo en cuanta una producción de unos 10 mill.tt. las más de 4 mill.tt. compradas por la exportación al momento ya suenan a excesivas. En tanto en maíz, la producción no caería tanto y partiendo de unas 25mill.tt. estimadas, quedaría unas tres millones por comprar de parte de la exportación. Llevarían unos dos o tres meses comprar ese saldo remanente, por lo que hasta febrero no habría que temer una retirada de los compradores. En tanto si la producción finalmente fuera mayor, la fecha indicada podría extenderse.

La duda aquí es si es factible un precio de maíz de 200 U$S/tt en un mercado interno donde los precios de venta de pollo y carne de cerdo y vaca están limitados por el Gobierno. Todo parece indicar que debería haber algún tipo de acuerdo entre Moreno y los compradores de maíz para reducir el costo de abastecimiento.

Por esto creemos que lo mejor es esperar en maíz y soja un par de meses a ver que oportunidades de venta aparecen. El trigo no tiene sentido esperarlo más, y conceptualmente toda venta debe ir acompañada con CALL comprado y en el caso de la retención de mercadería, debería hacerse con piso asegurado, por medio de la compra de PUT.