sábado, 24 de noviembre de 2012


Científicos estudian relación entre ahorro hídrico y calidad del fruto

Investigación se llevó a cabo con duraznos
Científicos del estado de California han hecho prometedores avances en la investigación que busca ayudar a los productores de durazno a reducir el uso del agua, sin afectar negativamente el rendimiento o la calidad del fruto.
El equipo del Servicio de Investigación Agrícola (ARS por su sigla en inglés), estudió los efectos de un déficit de riego en 4 acres con árboles de Lady Crimson, con el objetivo de reducir la necesidad de agua de unos 25.000 acres de cultivos de durazno en el Valle de San Joaquín, California.
Actualmente la producción de la fruta en la zona se enfrenta a la dificultad de aumentar el riego para los árboles durante el periodo de poscosecha, cuando tanto las temperaturas como la demanda son altas.
En los últimos años, el derretimiento de la nieve y los pozos no han sido capaces de satisfacer la irrigación, según el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).
Para aliviar la demanda, los investigadores del Centro de Ciencias Agrícolas, Dong Wang y James E. Ayars están buscando maneras de reducir el consumo de agua en los meses peak, sin afectar el rendimiento de las plantas.
Wang explicó que el equipo intenta reducir el uso de agua en ciertas etapas del crecimiento y corregir el stresshídrico en otras épocas del año, como en invierno y primavera.
“Con los árboles de durazno, la cuestión es que más de dos tercios del agua se aplica después de la cosecha. Estamos buscando formas de reducir eso”, dijo Wang en un comunicado de prensa.
Entre junio y septiembre los árboles fueron regados con un 25% de la cantidad normal, el 50% de la cantidad y con el 100%. El equipo controló la cantidad aplicada, así como también implementó fertilización estándar, poda y raleo de frutos.
Tres tipos de sistemas de riego se utilizaron en el estudio: microaspersión, riego por goteo y surco.
Los investigadores hallaron que con el 25% del agua la fruta mostró más deformidades, un menor rendimiento y calidad.  Sin embargo al 50% el efecto sobre el rendimiento y calidad fue mínimo. Junto con esto los árboles requirieron menos poda y mantenimiento.
“La mayor parte de los ahorros de agua que vimos ocurrieron durante la parte más calurosa del año cuando la demanda de agua es mayor, por lo que hay un potencial real de ahorro”, dijo Ayars.
El estudio fue presentado para su publicación a HortScience.

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