La presión tributaria global y los descuentos comerciales que soporta un campo tipo de Pehuajó llegan a 3392 pesos por hectárea y se llevan el 84 por ciento del resultado económico que se puede obtener en un año promedio, según un trabajo preparado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
La entidad detalló que la presión tributaria global abarca impuestos nacionales (Derechos de exportación, IVA, Ganancia Mínima Presunta, Bienes Personales, Ganancias, Autónomos, a los Créditos y Débitos, a los Combustibles, Seguridad Social, etcétera); provinciales (Inmobiliario, Sellos, Ingresos Brutos y Patentes) y municipales (Tasa vial).
Expresado de otra manera, “si se considera que el resultado económico es una suerte de “sueldo” del productor, los impuestos y los descuentos comerciales que afectan la comercialización de los cereales le dejan sólo el 16 por ciento de aquél para sus gastos personales y para crecer”, agregó.
La presión tributaria compromete incluso porcentajes más altos del resultado, hasta superar el 100 por ciento de éste, en zonas que han sufrido sequía, en campos alquilados y ante ciertas figuras jurídicas existentes en la propiedad de la tierra.
Los modelos analizados para campos ubicados en los partidos de Rojas y Tres Arroyos arrojan resultados similares: 4851 $/ha para el primero y 2225 $/ha para el segundo entre impuestos y descuentos, y representan el 76 y el 81 por ciento del resultado.
Cuando se efectúan las mismas cuentas sobre campos alquilados, los impuestos se llevan el 90 por ciento en el caso de Pehuajó, 86 por ciento en Rojas y 85 por ciento en Tres Arroyos.
Los 3392 $/ha que se deben pagar en el campo de Pehuajó –que incluyen la presión tributaria y los descuentos comerciales– representan más de 300 días por año que el dueño debe trabajar para cumplir con los compromisos del Fisco.
Del total de impuestos cobrados, según los cálculos anteriores, el 93 por ciento es recaudado por el Estado nacional, el 5 por ciento por la provincia de Buenos Aires y sólo un 2 por ciento queda en los municipios.
Por este motivo, CREA concluyó que “la reforma impositiva que se está discutiendo esta semana en la provincia de Buenos Aires, de aprobarse, acentuará la ya muy alta presión fiscal sobre las explotaciones agropecuarias”.