
Se trataría de la especie conocida vulgarmente como barrenillos.
Los investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (IUGFS) de Palencia han encontrado al insecto, una especie de barrenillo, que podría actuar como trasmisor de un hongo que afecta a los pinos en el norte de España, causando incluso la muerte del árbol. Los científicos han desarrollado una investigación en la que apuntan al insecto coleóptero Tomicus piniperda, una de las especies conocidas vulgarmente como barrenillos, como posible vector del hongo que causa el chancro resinoso de los pinos en el norte de España. Según han explicado en un comunicado, esta enfermedad afecta actualmente a plantaciones de pino insigne y pino marítimo en Castilla y León, Cantabria, País Vasco, Navarra, Asturias y Galicia.
Su principal síntoma es la presencia de chancros con abundante resina, tanto en el tronco como en las ramas, que pueden provocar la muerte del árbol, por rotura del tronco o por desecación de la copa.
Su agente causante es un hongo fitopatógeno que entra al árbol a través de heridas producidas por los barrenillos o por la poda, y va avanzando por los tejidos del árbol liberando enzimas que matan los tejidos.
Y aunque son muchos los factores que facilitan la distribución del patógeno aumentando así la incidencia de la enfermedad, la investigadora del IUGFS, Dianza Bezos, ha destacado el papel de los barrenillos que, al alimentarse y criar bajo la corteza de los pinos o en el interior de las ramas de pinos infectados, dispersan las esporas del patógeno, siendo, en muchas ocasiones, capaces de inocularlo en árboles sanos.
La presencia de heridas de poda aumenta el riesgo de infección
Durante el estudio, los investigadores tomaron datos y muestras en parcelas de pino insigne en Cantabria afectadas por la enfermedad y recogieron barrenillos de diferentes especies para estudiar los hongos que llevaban asociados.
A partir de los datos obtenidos en este muestreo inicial, el equipo científico decidió estudiar las dos especies de insectos que parecían tener un papel más relevante en la dispersión de la enfermedad y determinaron que la especie Tomicus piniperda podría transportar el patógeno y más tarde inocularlo tanto bajo la corteza como en el interior de los ramillos de copa.
El estudio ha permitido comprobar que la presencia de heridas de poda aumenta el riesgo de infección por el patógeno, lo que incrementaría la presencia de chancros y de deformación en el tronco.
Por ello, según ha asegurado la investigadora, “la poda no es recomendable en plantaciones afectadas por la enfermedad, ya que la deformación causada por los chancros haría los troncos inservibles en la industria maderera”.
Para seguir avanzando en esta línea, la investigadora cree que sería importante estudiar otras especies de barrenillos presentes en las plantaciones de pino insigne además de profundizar también en el estudio del clima.
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