lunes, 2 de noviembre de 2015

Carpocapsa: sistema de alarma para control


Se la conoce como “gusano de la manzana y de la pera”, y es la principal plaga del manzano, peral, nogal y membrillero. Pertenece al grupo de las mariposas y polillas, y produce daños irreversibles, debido a que en estado larval se alimentan desde el interior hasta alcanzar las semillas de las frutas.
Los daños se reconocen inicialmente como un orificio  rodeado por una especie de  “aserrín” característico en la parte externa del fruto. Se presenta como un hueco pequeño y de color claro cuando la larva lleva pocos días dentro del fruto, y se va haciendo más voluminoso y más oscuro a medida que la larva va creciendo.


Controles y aplicaciones para contrarrestar la plaga
El control químico debe realizarse en el momento oportuno, es decir, antes que la larva se introduzca en el fruto. Para determinar este momento, se brinda un servicio de alarma  que se basa  en  la temperatura ambiental y las capturas en trampas especiales para la especie –  Ese método se conoce como “Sistema termoacumulativo para Carpocapsa o carpogrados”.
De esta manera, se realiza el cálculo de los “grados-día acumulados”  usando el promedio de tres temperaturas diarias  – 9, 15 y 21 hs  –  al cual se le resta el umbral mínimo de desarrollo de la plaga (10ºC).  Paralelamente, se colocan trampas de feromonas, que son sustancias que atraen a los machos, y permiten reconocer los niveles poblacionales de la especie.
De acuerdo a lo analizado por la Dra. Silvina Bado -investigadora del INTA Chubut, especializada en control y manejo de plagas y enfermedades-  los productos que pueden emplearse para pequeños predios son Cipermetrina, tierra de diatomeas, y aceites minerales aptos para pequeñas superficies y de baja toxicidad.
“Hay que tener en cuenta que toda aplicación es un riesgo para nuestra salud y para el ambiente, y es sumamente importante que se tomen las medidas adecuadas” remarcó Bado, y precisó que dentro de las precauciones se encuentran el uso de indumentaria correcta para la aplicación, dosificación adecuada, guantes, máscara, entre otros implementos para protegerse de posibles intoxicaciones.
Existen alternativas no contaminantes que implican la implementación de  franjas de cartón corrugado alrededor del tronco. Las larvas que habitualmente empujan en el tronco, lo harán en el cartón.  Luego de un mes  -aproximadamente –  de la colocación de estas fajas,  se quitan y queman, o entierran.  De este modo, se estará bajando la población.
Es útil, además, retirar los frutos dañados (distinguibles por los orificios realizados por la plaga) con el fin de no dejar que las larvas continúen su desarrollo. La eliminación de fruta afectada también disminuye el inóculo. Tener flores alrededor de los frutales favorece la proliferación de enemigos naturales que combaten naturalmente a esta plaga.

INTA Chubut, a través de su página en Facebook (www.facebook.com/eeachubut) actualizará los carpogrados de manera periódica para que los productores puedan actuar durante el pico poblacional de carpocapsa

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