Soja : Un arrendatario obtendrá U$S 1,73 por ha al término de la cosecha

Nestor Roulet, de Cartez, consideró que a mayo 2013 cuando fluya la nueva soja de la cosecha 2012-2013, el escenario será sumamente desolador.
Teniendo en cuenta que la producción agrícola en la Argentina se efectúa en un 60 por ciento bajo la modalidad del arrendamiento, hicimos los cálculos luego de constatar en un estudio anterior los aumentos de costos en dólares y la baja del precio de la soja, con un promedio de 28 quintales de producción (2500 kilos por hectárea), además del alquiler de 12 quintales que ya pagó el arrendatario”, sostuvo Nestor Roulet, dirigente de Cartez en diálogo con Noticias Argentinas.
El resultado fue que el Estado se llevaría unos 573,87 dólares por la misma hectárea de la que el arrendatario percibirá sólo finalmente una rentabilidad de 1,73 dólares.
Por otra parte, el dueño del campo recibirá 420 dólares del alquiler, pero en concepto de presión tributaria, ganancias, ingresos brutos más sellos del contrato, bienes personales, el Estado recaudaría 173 dólares por hectárea.
“El negocio es bueno para el Estado, no hay dudas”, dijo Roulet al referirse a la próxima campaña a la que estimó un valor FOB para mayo 2013 de soja en puerto argentino de 522 dólares la tonelada.
Algo alejado de la actividad gremial, fue vicepresidente de CRA y presidente de CARTEZ, Roulet decidió volcar las estadísticas e información del agro que realiza con otros profesionales en el blog masinfoagro.blogspot.com.ar.
Además señaló que el aumento de los costos directos han subido en las últimas dos campañas un 37 por ciento en forma acumulativa. “Teniendo en cuenta una inversión de 693 dólares la hectárea, el valor de 1,73 dólares la hectárea de ingresos finales significan un rendimiento del 0,25 por ciento en ocho meses”, añadió.
En tanto, el economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ernesto Ambrosetti estudió durante los últimos días la baja competitividad de la economía por el tipo de cambio, lo que afecta indudablemente el negocio agropecuario.
“Debido a la presión tributaria, el alto nivel de inflación que estamos atravesando y un tipo de cambio real efectivo que se asimila a la época de la convertibilidad y que es de 1,23 pesos el valor del dólar, la competitividad es baja”, analizó ante NA.
Explico que “si al valor del dólar actual se le quita la inflación acumulada desde el momento de la devaluación o fin de la convertibilidad, hoy equivale a un dólar de 1,23 pesos”.
Ambrosetti evaluó que en el agro repercute: en la soja, por los derechos de exportación (35%) equivale a 0,76, “debajo del uno a uno, década tan criticada por este Gobierno”.
“Por lo tanto hay una pérdida de competitividad debido al tipo de cambio, el alto nivel inflacionario y el alto valor de los costos internos, por estos tres motivos los empresarios del agro dicen que hay poca rentabilidad”, expresó.
Un tema que remarcó el economista de la SRA es que en la actualidad la Argentina tiene la presión fiscal más alta de la historia, supera el 40 por ciento del producto interno, con el promedio del resto de la economía y en el agro es superior.
Para el analista, “un escenario de estas características no es sostenible en el tiempo” y “en el sector agropecuario, sobre el valor de la tierra, las inversiones tienden a cero en este panorama”.
En tanto los arrendamientos de campos para la inminente soja cayeron alrededor de un quince por ciento, pero la mayoría de los contratos ya se realizaron entre marzo y junio.
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