Hubo un secado anticipado de muchos cultivos, provocado por falta de oxígeno en el suelo por poros saturados de humedad. En dos o tres días se murió el sistema radical de la cebada”, afirmó Eduardo Soto, asesor del CREA San Pedro-Villa Lía, sobre el impacto de los anegamientos. Pero las enfermedades también hicieron lo suyo. [...]
Hubo un secado anticipado de muchos cultivos, provocado por falta de oxígeno en el suelo por poros saturados de humedad. En dos o tres días se murió el sistema radical de la cebada”, afirmó Eduardo Soto, asesor del CREA San Pedro-Villa Lía, sobre el impacto de los anegamientos.
Pero las enfermedades también hicieron lo suyo. Y a los ataques de mancha en red, roya y escaldadura, en las últimas semanas se sumó amularia collo-cygni, una enfermedad que no se presentaba desde 2001/2002.
“Apareció en Santa Fe y ahora está en casi todo Buenos Aires, en especial en el Sudeste. Los ataques son muy severos”, expresó Marcelo Carmona, fitopatólogo. “Esta enfermedad causa lesiones pequeñas necróticas que ocurren salpicadamente sobre las hojas, que terminan secándose en forma rápida”, añadió.
En este sentido, Guillermo Alonso, gerente del servicio técnico de Nidera Semillas, señaló que la aparición de la enfermedad tiene “efectos muy depresivos para el rinde”.
Juan Campión, de la firma Campoamor Hnos., que opera en el sudeste bonaerense, contó: “Es un hongo que no estábamos acostumbrados a monitorear. Vemos muy factible volver a realizar en estos próximos días nuevas aplicaciones”, indicó.
Gustavo Almassio, productor y asesor en la zona de Necochea, destacó que apareció ramularia “aun en lotes con doble aplicación de fungicidas. Estimo probables pérdidas de entre 500 a 1000 kilos en lotes no detectados a tiempo”, señaló.

Recomendaciones

En Pergamino, en el marco de una recorrida a campo por ensayos de Syngenta, Lucrecia Couretot, del INTA Pergamino y responsable de los ensayos, señaló que allí la sorpresa fue ramularia.
“La recomendación es monitorear, recurrir a asesoramiento y, si encuentran la enfermedad, tratar de controlarla en lo posible en forma temprana”, indicó.
Las condiciones que favorecen su desarrollo son la alta nubosidad y abundantes precipitaciones. “Sospechamos que apareció porque en Pergamino tuvimos un promedio de 500 mm entre agosto y octubre, cuando normalmente llueven 200 mm en promedio”, señaló Santiago Barberis, técnico de Lares, en la jornada de Syngenta.