El juez norteamericano Thomas Griesa exhortó a la Argentina a cumplir con el fallo de la Cámara de Apelaciones y pagar a los fondos buitre. Advirtió que mantendrá una orden judicial en suspenso hasta el 1 de diciembre. “Es difícil que no quieran cumplir un fallo judicial que esté firme”, señaló el economista Maximiliano Castillo.
El juez del Distrito Sur de Manhattan, Thomas Griesa, exhortó a la Argentina a cumplir con el fallo de la Cámara de Apelaciones y pagar a los bonistas que no entraron en los canjes de 2005 y 2010.

El reclamo lo llevan a cabo los fondos de inversión NML Capital- que embargó a la Fragata Libertad en Ghana- Drat, y Aurelius.

Según reportaron agencias internacionales, Griesa se mostró enfático durante una audiencia con ambas partes celebrada hoy en Nueva York, y dijo que “la Argentina tiene el deber de cumplir con las resoluciones judiciales en los Estados Unidos en el caso de los bonos”, para luego lanzar una velada aunque severa advertencia: “Nuestros tribunales no están indefensos”.

El magistrado sostuvo que va a mantener una orden judicial en suspenso obligando a Argentina a pagar los tenedores de bonos en default hasta el 1º de diciembre un día antes de que se pague a los acreedores de los bonos reestructurados.

En el momento en que Griesa defina el mecanismo por el cuál la Argentina deberá pagarle a los fondos buitre, el gobierno deberá decidir si continúa ninguneando a la justicia norteamericana, acata la resolución o decide apelarla ante la Corte Suprema de ese país.

“Continúa la incertidumbre sobre la forma de pago, que es la cuestión de fondo, pero yo creo que el gobierno hoy está abierto a esa posibilidad y difícilmente creo que no quieran cumplir un fallo judicial que está firme”, comentó a LPO Maximiliano Castillo Carrillo, de la consultora ACM.

“Lo relevante es cómo es el mecanismo que ha pensado el juez Griesa, ese es el momento clave del proceso”, sostuvo. Y aclaró que “el gobierno puede cambiar la sede del pago o la forma, pero si no se le paga a los holduts será una situación más difícil”.

Incluso si el oficialismo decide apelar a la Corte Suprema, el máximo tribunal podría rechazarla, con lo cual no es una vía segura. Pero en caso de aceptarla, el gobierno ganaría algunos meses más antes del pago.

La fecha elegida por Griesa no es casualidad, porque es un día antes de que la Argentina pague unos 3.000 millones de dólares a los tenedores de bonos que aceptaron los canjes de deuda.

Tampoco está claro si pagarle a los bonistas implicará un “prorrateo” de lo adeudado por todos estos años, pero eso tampoco estaba claro en el fallo original de Griesa. Por eso los jueces de segunda instancia le pidieron que resuelva de qué manera contabilizará los pagos.

Pero parece que la paciencia del juez que le ha dado más de un dolor de cabeza a los Kirchner parece haberse agotado. “Si hay algún pensamiento de parte de la república de desafiar y evadir el actual fallo, entonces ese pensamiento debe ser seriamente reconsiderado y dejado de lado”, dijo hoy al término de una audiencia con las partes