jueves, 29 de octubre de 2015

Retener granos y esperar cambios


La expectativa sobre que después del 10 de diciembre se modifiquen las alícuotas de las retenciones de soja, maíz y trigo hace que los productores se aferren en la última parte del año a sus cosechas y guarden en silobolsas su producción con la intención de recibir mejores precios que los actuales. Este hecho queda […]
La expectativa sobre que después del 10 de diciembre se modifiquen las alícuotas de las retenciones de soja, maíz y trigo hace que los productores se aferren en la última parte del año a sus cosechas y guarden en silobolsas su producción con la intención de recibir mejores precios que los actuales.

Este hecho queda demostrado no solo por ver los grandes gusanos blancos en los campos, sino por la dificultad de las aceiteras y exportadoras de hacerse de soja y maíz en los últimos días que llevó a que ofrezcan mayores precios para incentivar a los productores a soltar parte de su producción. Este diferencial se observa cuando se comparan dos valores: el FAS teórico, que es el que surge de “restar” al precio de referencia internacional de Chicago las retenciones; y, por el otro, el que efectivamente surge del mercado local.

Para la soja, en los últimos días de la semana pasada la brecha entre estos valores (del valor FAS teórico, que es calculado diariamente por el Ministerio de Agricultura a cargo de Carlos Casamiquela, y los del MATBA) se fue acrecentando por los dichos del asesor económico de Scioli, Miguel Bein, que afirmó que habría que reducir las retenciones a la soja desde el 35% actual hasta un 20%.

A esto se sumaron los resultados de las elecciones presidenciales de ayer, que hicieron que la diferencia entre ambos valores se acentuara hasta llegar a un 14% (no registraba este porcentaje desde noviembre de 2012), ya que en el mercado local se pagó por soja disponible $ 2.300 la tonelada mientras que el FAS teórico fue de $ 2.018 la tonelada.
Hay que recordar que Macri prometió que de ser presidente eliminará las retenciones al girasol, al trigo, al maíz y a la cebada. Para la soja esbozó un plan en el que reducirá en 5 puntos porcentuales por año la alícuota, hasta llevarla a cero en 7 años. Sin embargo, más allá de la intención de los candidatos presidenciales, para eliminar los derechos de exportación será necesario pasar por el Congreso, razón por la cual cualquier modificación no se daría en el corto plazo.

La posibilidad de que Macri sea presidente incentivó los precios locales también del trigo y del maíz, que subieron fuerte ayer un 4,1% y un 11,1%, respectivamente, según los datos de la Bolsa de Cereales. La brecha para el maíz entre el FAS teórico ($ 1.103 la tonelada) y el precio del mercado local en el disponible ($ 1.200 la tonelada) llegó a un 8,8%.

“Los fabricantes y distribuidores de híbridos de maíz, agroquímicos y fertilizantes también necesitan definiciones urgentes para saber si salvarán el año o perderán dinero a montones. En las próximas semanas muchos seguramente incrementarán las promociones comerciales para intentar tentar a los empresarios agrícolas (que en definitiva también son una suerte de premios vía rebajas o descuentos)”, argumentó para Ámbito Financiero el portal especializado Valor Soja.

Los productores tendrían soja, trigo y maíz disponibles en sus silos y sin vender, por un valor cercano a los u$s 8.000 millones y están “dispuestos a retener hasta el 10 de diciembre próximo para poder decidir si venden o no”, aseguró el analista en mercados granarios Pablo Adreani, director de Agripac Consultores
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