lunes, 8 de diciembre de 2014

La maquinaria agrícola tracciona con su propia sangre


El financiamiento propio es la opción que varias empresas implementaron para incentivar las ventas. Otras congelaron sus precios hasta junio de 2015
El productor agrícola no atraviesa un buen momento para decidir inversiones. El precio de los granos está en los niveles más bajos de los últimos cuatro años y los márgenes económicos se tiñeron de rojo debido a los aumentos en los costos de producción. Con ese lastre sobre uno de los platos, equilibrar la balanza para decidir la renovación de maquinaria agrícola se hace dificultoso.
  
   Del otro lado del mostrador, las industrias del sector saben cuál es la situación por la que atraviesa el productor. Y también la que le toca vivir al contratista rural, quizá el principal cliente que tiene la comercialización de equipos, que en la actual coyuntura se ve imposibilitado de cobrar por sus servicios un precio acorde que le permita invertir en capital de trabajo.
  
   Diseño propio
   Con ventas que se han caído durante el año entre 20 y 30 por ciento, las empresas de maquinaria agrícola elaboraron sus propias estrategias de promoción. Financiamiento directo desde fábrica, hasta cuatro años de plazo bajo la modalidad de leasing o prendario; créditos propios, en cuotas fijas, en pesos y en algunos casos sin interés, y hasta precios congelados hasta junio, forman parte de la oferta que la industria lanzó al mercado para reactivar la demanda.
  
   Si se tiene en cuenta que el 80 por ciento de las empresas del sector son Pyme, el esfuerzo financiero que representa poner en marcha estos instrumentos es significativo. La estrategia busca generar recursos para mantener la producción y las fuentes de trabajo.
  
   Si bien el crédito del Banco Nación, en pesos y con una tasa fija de hasta 15,5 por ciento anual, lideró las ventas, los industriales apuntan a llegar a una parte de la demanda que no califica en los bancos, y tratan de asistirla con financiamiento propio.
  
   Mientras intentan incentivar las compras con sus propias herramientas, los fabricantes piden al Gobierno nacional que mantenga en 2015 la línea de créditos oficiales (en especial, la del Banco Nación) y que además oxigene la ecuación económica que hoy refleja el modelo agrícola.
  
   Los industriales sostienen que sin medidas que mejoren la rentabilidad de determinadas producciones, a través de una menor presión impositiva para el trigo y el maíz, por ejemplo, la compra de equipamiento seguirá acotada. También aseguran que eliminando el sistema de aranceles a la exportación, la industria podría bajar sus costos.
  
   A pesar de que la coyuntura no es favorable, los empresarios están convencidos de que el mal tiempo va a pasar. Por eso, tienen en marcha proyectos de todos los tamaños. Desde la decisión de la multinacional John Deere de fabricar cuatro nuevos modelos de cosechadoras en el país, hasta la inversión de ocho millones de pesos en tecnología por parte de la empresa Praba (Tortugas, Santa Fe) y los planes de GEA Gergolet de ampliar su planta industrial en Morteros.

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