miércoles, 24 de diciembre de 2014

Las exportaciones de carne siguen haciendo la plancha


Según datos oficiales, los embarques terminarán 2014 en los niveles más bajos de la historia.
Las exportaciones de carne vacuna tampoco lograron levantar cabeza en 2014: hasta fines de noviembre seguían tan agonizantes como cuando estalló la crisis ganadera de fines de 2009, en uno de los niveles más bajos de toda la historia. Esta situación se agravó en diciembre, ya que siete de las principales plantas de faena decidieron suspender su actividad y dar vacaciones a su personal, al menos hasta los primeros días de enero.
Recién salidas del horno, las estadísticas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirman el estado calamitoso de uno de los negocios más característicos de la Argentina. Entre enero y noviembre de 2014, el sector había enviado al extranjero 103,965 toneladas de cortes frescos, apenas 3% más que en igual periodo del año anterior. Pero ese pequeño avance desaparecía por el retroceso en los envíos de cortes Hilton a Europa, que entre iguales periodos habían descendido de casi 21.000 toneladas a 18.463 toneladas, un 12%.
En definitiva, y ya que las exportaciones de carnes cocidas prácticamente desaparecieron de la oferta de los frigoríficos argentinos, en los once primeros meses de 2014 el sector llevaba embarcadas unas 122.438 toneladas de cortes frescos (dentro y fuera de la cuota arancelaria), un volumen semejante al logrado en el mismo periodo del año anterior. En todo el 2013, por cierto, se exportaron 130.000 toneladas de carne peso producto. Y en 2012 se habían redondeado 110.000 toneladas.
Toneladas más o menos, la industria frigorífica no logra levantar cabeza desde que a fines de 2009, y tras un proceso de liquidación del stock bovino que duró tres años, estalló la peor crisis de que tenga memoria la Argentina ganadera. En rigor, por la intervención en los precios aplicada por el ex secretario Guillermo Moreno, el país perdió cerca de 20% de su rodeo, unas 10 millones de cabezas. Y sin oferta disponible, redujo sus exportaciones a mínimos históricos solo comparables a los registrados en la crisis de la fiebre aftosa de 2001.
Las exportaciones actuales, desde otro ángulo, representan apenas 6% de la oferta total de carne, cuando en 2005, antes de la irrupción de Moreno en el negocio, esa participación llegaba al 23%. Diez años atrás, la Argentina llegó a exportar más de 700.000 toneladas de cortes vacunos, seis veces más que ahora.
Lejos de mejorar, el panorama del negocio ha empeorado en la última parte del año por la caída de los precios de la Hilton (de 19.000 a unos 15.000 dólares por tonelada) y la devaluación de rublo, el euro y el real, que quitaron competitividad al sector.
En este contexto, varias de las principales plantas exportadoras decidieron suspender sus actividades desde esta semana y hasta el lunes 7 de enero, adelantando vacaciones a su personal. Esto implicará que los datos de exportación no se modifiquen sustancialmente en el último mes de 2014.
El Sindicato de la Carne de Buenos Aires (SIGCBA) explicó que es la primera vez en la historia que los frigoríficos adoptan una estrategia común y expresó su preocupación por las fuentes de trabajo en el sector. “Los empresarios alegan cuestiones netamente comerciales pero con esta decisión ya se cayeron muchos contratos de prestadores de servicios y de trabajo eventual que no sabemos si se van a renovar en enero”, dijo Silvio Etchehun, titular de ese gremio.
Las empresas que decidieron esperar unos días para volver a la fajina son Gorina, Friar, Arre Beef, Importadora y Exportadora de la Patagonia (La Anónima), Compañía Bernal, Carnes Pampeanas y JBS Argentina. Representan cerca del 70% de las magras exportaciones actuales

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