sábado, 27 de julio de 2013

CHILE: Software permitirá medir necesidades nutricionales de arándanos orgánicos

 Herramienta tecnológica busca hacer más eficiente la producción mediante un manejo nuticional integrado. Proyecto es financiado por la Fundación para la Innovación Agraria y pronto estará diponible para los agricultores.
Con el desarrollo de un software que permita manejar de manera eficiente el uso de insumos nutricionales para la producción orgánica de arándanos, se están generando los primeros frutos del proyecto que desarrollan Hortifrut junto a Inia Quilamapu, con financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), proyecto que se encuentra en el segundo año de ejecución.

Para lograr esta herramienta tecnológica, el primer año de trabajo se realizó la caracterización nutricional de los fertilizantes orgánicos autorizados con potencialidad de uso; se cuantificó la liberación de los fertilizantes y se realizó la validación de su comportamiento a nivel de campo para los resultados obtenidos en condiciones de laboratorio.

El resultado fue el desarrollo de una propuesta de manejo nutricional integrado, utilizando diferentes fuentes nutricionales autorizadas para la producción orgánica, pero con un conocimiento acabado del valor nutricional real de algunos fertilizantes usados en la producción orgánica.

La zona de ejecución del proyecto fueron las regiones del Maule, Bío Bío y Araucanía, donde se concentra el 96% de la producción orgánica nacional.

Los trabajos de campo se desarrollaron en suelos representativos de la diversidad donde hoy se están cultivando arándanos, unas 1.200 hectáreas en el país, de las que Hortifrut  maneja cerca de un 70%.

“Una problemática común dentro de la producción orgánica de arándanos se relaciona con el manejo nutricional, ya que existe una baja y desconocida disponibilidad de alternativas orgánicas de nutrientes en los productos autorizados, comentó  Emilio Merino, coordinador del proyecto por Hortifrut, quien recalcó que “a través del conocimiento generado, será posible contar con un sistema que apoye la toma de decisiones, en base a un conocimiento científico y no de ensayo y error. Este proyecto nos permitirá obtener el valor nutricional real de cada insumo orgánico, de acuerdo a la entrega total y a la dinámica de entrega de cada nutriente, y asociarlo con las necesidades estacionales del arándano; los beneficios van a ser una mejor productividad, pero también un mejor uso de los insumos disponibles, porque al saber lo que efectivamente me liberan en nutrientes de los diferentes productos y la curva de liberación, puedo aplicar lo justo, de acuerdo a las necesidades de mi cultivo. Puedo usar el recurso comercial y el suelo, de manera eficiente y equilibrada en los momentos en que la planta lo requiere”.

El ingeniero agrónomo e investigador de INIA Quilamapu, Juan Hirzel, destacó que hoy existe la necesidad de contar con un sistema que permita resolver cuáles son los productos que se pueden usar para un manejo profesional en agricultura orgánica y cuáles de ellos tienen un alto aporte real de nitrógeno y en qué momento se hace este aporte.

En esta etapa del proyecto ya se cuenta con la caracterización de los insumos más utilizados, por disponibilidad y precio, y con un software en etapa experimental, que es fruto de un trabajo de dos años para la validación matemática y las ecuaciones de vinculación que permitan usar la información que hoy está disponible generada en los experimentos, y asociarla a las necesidades de los cultivos, tanto totales como estacionales. Se consideran las variables de rendimiento estimado de cada unidad productiva de acuerdo al riego, propiedades químicas del suelo, la necesidad nutricional del huerto de acuerdo al estado fenológico y el contenido de nutrientes, tasa y dinámica de entrega de los fertilizantes nitrógeno orgánicos evaluados en este proyecto.

“Todo esto converge en un manejo muy simple y amigable  para el productor, donde puede simular lo que realiza a nivel de campo, y que le permita ver, con datos de salida y resultados si las necesidades que está aportando se ajustan o no a las necesidades estacionales que tiene un cultivo, y poder tener algunas alertas en cuanto a cambios en algún período, que requiera aumentar la dosis de algún producto o reducirla, de forma de ajustarse al máximo a la necesidad nutricional de las plantas, cumplirla y en ningún caso, contaminar el ambiente”, explicó Juan Hirzel.

Se espera que los resultados del proyecto permitan optar por una mejor decisión respecto a los productos a utilizar, en función de sus capacidades de entrega de nutrientes, oportunidad de aplicación y precio. El software está en su etapa de validación dentro del proyecto y una vez que éste se concrete, estará disponible para los productores.

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