viernes, 12 de julio de 2013

El trigo sigue brindando nuevas lecciones

La excesiva intervención estatal durante los últimos años le quitó la esencia al mercado. Para el productor se vuelve imperiosa la necesidad de adoptar coberturas flexibles.

El mercado de trigo 2013 será recordado durante muchos años por la variedad de situaciones inusuales que presentó; la mayoría causadas por factores relacionados a la excesiva intervención estatal, donde sus efectos negativos se intentaron solucionar con mayor intervención.
Hacer un breve repaso por la historia reciente servirá para explicar y entender la actual coyuntura, dando un marco a las expectativas para la nueva campaña.
Limitar las exportaciones durante años con el fin de reservar la cantidad necesaria para abastecer el mercado interno y fomentar la industrialización parece una medida con sentido común.
 
Sin embargo, no se tuvo en cuenta el diferente ritmo y velocidad de compra que tienen exportadores y molinos. La consecuencia fue un excedente de oferta durante años que deprimió el precio del trigo llevándolo por debajo de la capacidad teórica de pago de la exportación.
El desacople del precio del trigo con el mercado internacional golpeó en la rentabilidad del cereal, en épocas donde la soja, el producto estrella, gozaba de cierta preferencia a la hora de la comercialización. De esta manera, el trigo fue siendo progresivamente reemplazado y pasó a ser en muchas zonas una opción de cultivo para la rotación más que un producto para obtener ganancias, llevando a una significativa caída del área implantada.
La menor superficie intentó ser revertida con medidas que llegaron tarde, nunca se implementaron o que simplemente no movieron la aguja a la hora de tomar decisiones. Nuevas distribuciones de ROE, Trigo Plus, fideicomiso para devolver retenciones un año después de la cosecha, no dejan de ser intentos de arreglar una situación que es difícil de corregir.
A mitad de junio de 2012 se abrió un importante cupo de exportación que permitió la llegada de nuevos jugadores por el lado de la demanda. La medida fue buena para incentivar los precios, pero llegó cuando la siembra ya estaba comenzada y decidida, lo cual no sirvió para recuperar área.
Así, se sobreestimó la producción y el saldo exportable, las ventas superaron lo permitido, llegando hoy a una situación que comercialmente resulta muy ineficiente: exportadores vendiendo trigo en el mercado local para controlar un precio que llegó a superar el récord histórico de la soja y que prácticamente duplicó el valor de Chicago. La aplicación de la Ley de Abastecimiento para un producto que siempre fue abundante en el país refleja el resultado de las políticas erróneas.
La expectativa para la nueva campaña es de una leve recuperación del área implantada. Esto incrementaría en teoría la oferta y ayudaría a recomponer parcialmente el saldo exportable; pero luego de lo vivido este año, la demanda y el productor se muestran cautos a la hora de concretar negocios.
La posición enero 2014 del Matba lleva más de dos meses oscilando entre 190 y200 dólares, en línea con la capacidad de compra de la exportación.
Para quien está apostando en esta campaña por el cereal, resulta prudente cubrir un porcentaje de la producción esperada en el mercado a Término mediante la venta de futuros. Pero dada la historia reciente, complementar la venta con la compra de un Call, a los fines de resguardarse de cualquier factor que pueda incrementar los precios de forma sorpresiva.

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