viernes, 14 de diciembre de 2012


Ensayo de suplementación estratégica en ovejas

Ensayo de suplementación estratégica en ovejas.
En Patagonia Austral, la producción ovina está severamente limitada por la baja calidad del pastizal natural y por las condiciones climáticas adversas (Borrelli y Oliva, 2001). Particularmente, la combinación de bajas precipitaciones y bajas temperaturas suelen comprometer el rebrote del pastizal en la primavera y consecuentemente no se pueden cubrir los requerimientos nutricionales de los animales.



En Patagonia Austral, la producción ovina está severamente limitada por la baja calidad del pastizal natural y por las condiciones climáticas adversas (Borrelli y Oliva, 2001). Particularmente, la combinación de bajas precipitaciones y bajas temperaturas suelen comprometer el rebrote del pastizal en la primavera y consecuentemente no se pueden cubrir los requerimientos nutricionales de los animales (Robinson, 1983; Oliva et al., 2001).
Esta situación es especialmente severa para las ovejas preñadas que no logran un estado nutricional adecuado durante el periparto y esto contribuye al alto porcentaje de muerte perinatal de la región (Irazoqui, 1981; Alegre et al., 2004; Iglesias et al., 2005). Dado que el estado nutricional de la madre al parto está relacionado con el peso al nacimiento del cordero y con la sobrevivencia hasta el destete (McDonald et al., 1997; Iglesias et al., 2005), se espera que la suplementación de las ovejas durante el último tercio de gestación y hasta dos semanas de lactancia, provoque un aumento en el porcentaje de corderos logrados (señalada) y una mayor ganancia diaria de peso vivo de los corderos a través de la mayor producción de leche de las madres suplementadas (Rattray, 1992;Burfening y Kott, 1994; Iglesias et al., 2005).
La subnutrición de las ovejas en gestación no solo afecta el peso al nacer de los corderos, sino que tiene efecto sobre la producción y calidad de la lana que ella produce (Alden, 1978; Ryder, 1979; Hynd, 1989).
De producirse una subnutrición en ovejas gestantes, la respuesta fisiológica determina que los nutrientes sean derivados al feto con lo cual se reduce la tasa de crecimiento de la fibra y se produce un angostamiento de la misma (Ryder, 1979). Dado que en los sistemas extensivos en el sur de Patagonia, el momento de máximos requerimientos no se superpone con el aumento en la producción de pastizal, es posible que un porcentaje de las fibras sean quebradizas. El desarrollo de la esquila preparto, tuvo entre sus objetivos reducir la incidencia de las fibras quebradizas, y aumentar la tasa de ganancia del productor (Gleeson et al., 1993). Es de esperar que un aumento en el nivel nutricional de las ovejas gestantes produzca un aumento en el diámetro promedio o en el coeficiente de variación de dicho diámetro.
En base a estos antecedentes, el objetivo del presente capítulo fue evaluar la respuesta animal (ovejas madres y corderos) a la suplementación estratégica durante el período comprendido entre el último tercio de gestación e inicio de lactancia.
Materiales y métodos
El ensayo se llevó a cabo en el campo del adoptante ubicado en la Estepa Magallánica seca, Santa Cruz. Se utilizaron ovejas Corriedale con estructura de edad correspondiente al manejo del campo (entre 2 y 8 dientes) y con un peso promedio de 45±6 kg/animal.
Se realizaron tres tratamientos alimenticios en un diseño completamente aleatorizado con dos repeticiones. Para cada repetición se asignó al azar un potrero de 132 ha, y para asegurar que la respuesta de las variables a medir esté en función de la suplementación y no como respuesta a la selectividad diferencial del pastizal, el número de animales en cada potrero se ajustó de acuerdo a la disponibilidad de forraje manteniendo la estructura de edades.
Tratamientos
El período de suplementación abarcó desde la primera semana de Octubre (inicio del último tercio de gestación) hasta la tercera semana de Noviembre (segunda semana de lactancia) de 2005. Las ovejas entraron a los potreros recién al inicio del ensayo.
Los suplementos utilizados fueron heno de alfalfa (2,1 Mcal EM/kg MS y 14% PB) y una mezcla de afrechillo de trigo (2,68 Mcal EM/kg MS y 17% PB), pellet de alfalfa (2,21 Mcal EM/ kg MS y 16.7% PB) y bloque para lamer ad libitum con 20% PB, 2,2 Mcal EM/kg MS y un núcleo mineral (0,4% azufre, 8% cloruro de sodio, 2,5% fósforo, 9,0% calcio, 300 ppm Zinc, 50 ppm cobre).
Los requerimientos promedio por animal para el período de suplementación fueron de 2,519 Mcal EM/animal y 10% de PB. Por lo tanto, los tratamientos de suplementación fueron:
1- Sin suplemento (tratamiento Campo Natural, CN).
2- Suplementado con el 30% de los requerimientos energéticos de mantenimiento (720 kcal EM/animal/día) + 22% de los requerimientos de proteína bruta (PB) (56 g PB/ animal/día o 8,96 g N/animal/día) lo que representa aproximadamente 350 g alimento/ animal/día con heno de alfalfa (tratamiento Heno) (Foto 10.3). 
Foto 1: Preparación de la mezcla de balanceado.
  
Foto 2: Vista de los comederos y el remanente 
Foto 3: Consumo del heno al momento de su distribución.
3- Suplementado con el 30% de los requerimientos energéticos de mantenimiento (720 kcal EM/animal/día) + 62% de los requerimientos de PB (126 g PB/animal/día o 20 g N/animal/día) lo que representa aproximadamente 250 g alimento/animal/día con afrechillo de trigo, pellet de alfalfa y bloque para lamer ad libitum (tratamiento Mezcla) Este tratamiento trata de explorar la respuesta máxima a la suplementación. 
Los alimentos se entregaron cada 3 (tres) días para los dos tratamientos de suplementación. Las raciones del tratamiento Mezcla se prepararon en bolsas en las que se mezclaron 70kg de pellet de alfalfa y 30kg de afrechillo de trigo (Tabla 1, Foto 1). Las raciones para el tratamiento con heno de alfalfa se pesaron con balanza. El suplemento se suministró en comederos (12 m de comedero por potrero) situados en el centro de cada potrero con el fin de que todos los animales tengan la misma posibilidad de acceso al alimento. Sobre los comederos se registró el consumo a partir de la diferencia entre lo entregado y lo rechazado, lo cual fue levantado del comedero antes de realizar una nueva entrega (Foto 2).
Se colocaron bebederos en todos los potreros para contrarrestar la falta de agua debido a la escasez de precipitaciones que se produce en la primavera, suministrándose agua primero cada tres días, y luego todos los días para asegurar el consumo constante del recurso. Los comederos se ubicaron a una distancia promedio de 500 m de los bebederos.
 
Tabla 1 Valores medios y desvíos de las raciones de alimentos según tratamientos por animal y por día.
 Caracterización del recurso forrajero
En cada potrero se midió la disponibilidad de forraje (Kg MS/ha) y altura de la especie clave (Poa dusenii). La metodología utilizada para la evaluación del pastizal fue la correspondiente al Método Santa Cruz (Borrelli y Oliva, 2001). Para esto se efectuaron 9 cortes por potrero en estaciones fijas utilizando cuadros de 0,2 m2 y 30 estimaciones de altura de P. dusenii. Los muestreos se realizaron en 3 momentos, 11 de octubre, 27 de octubre y 17 de noviembre de 2005, de forma de registrar las diferencias en la biomasa forrajera durante el ensayo, ya que en el mes de octubre se produce el inicio de la estación de crecimiento. Posteriormente se realizaron determinaciones de peso húmedo (PH) y peso seco (PS) de las muestras de forraje. El secado se efectuó en estufa a 65ºC durante 24 hs. Mediante esta información se determinó la disponibilidad de forraje por campo y la carga estimada en cada uno para las distintas fechas de corte.
Mediciones sobre los animales
En las ovejas se realizó la detección de preñez antes de iniciar el período experimental, entrando solo al ensayo aquellas ovejas preñadas. Se midió peso y condición corporal al inicio y cada 15 días aproximadamente hasta el final del ensayo, y además el número de corderos logrados. Las determinaciones de peso se realizaron a campo utilizando una balanza digital Tru Testâ . Además se registró tipo de nacimiento como simple o mellicera. Durante la época de parición de las ovejas preñadas, se realizaron dos recorridas diarias (mañana y tarde), registrándose en los corderos el peso al nacimiento y sexo. Sobre ellos se realizó el seguimiento de peso cada 15 días y una vez terminada la suplementación en la señalada (primera semana de diciembre). Para comparar los pesos para las diferentes fechas, se descontó de la primera el peso de vellón sucio.
Al momento de la esquila preparto (Septiembre 2005), previo a la suplementación, se escogieron diez animales por campo, siendo 5 de ellos de 1 año y 5 de 2 años, es decir borregas de primer y segundo servicio. Se buscó entre los animales que habían sido detectados como preñados durante la ecografía realizada en agosto. Sobre cada animal se tomó una muestra de lana del costillar la cual fue remitida al Laboratorio de Lanas de Rawson (Convenio INTA-Provincia de Chubut). Sobre dichas muestras se realizaron las determinaciones estándares que realiza el OFDA 2000. En febrero del 2006, en la esquila de ojos, se tomó una nueva muestra de lana del costillar y se remitió nuevamente al Laboratorio de Lanas de Rawson. Las principales variables medidas fueron finura promedio (expresada en micrones), coeficiente de variación de la finura (expresada en porcentaje) e índice de confort.
Los datos fueron analizados a través de un análisis de varianza (ANOVA) con el programa estadístico SAS 8.0. Para la separación de medias de las variables se utilizó el error estándar de las medias (sem) y el test de Least Significance Differences (LSD) a un nivel de probabilidades de 0,05.
Resultados y discusión
Consumo de alimentos
La utilización del suplemento fue máxima en el tratamiento Mezcla (Tabla 2) posiblemente debido a su mejor digestibilidad y al tener poca proporción de carbohidratos estructurales (paredes celulares).
 
Tabla 2 Valores promedio y desvíos del consumo de alimento desde el inicio hasta el final del ensayo, y relación entre el alimento ofrecido y el consumo según campo y tratamiento.
Disponibilidad forrajera
La disponibilidad de forraje tendió a aumentar progresivamente a medida que avanzó la estación de crecimiento (primavera) para todos los tratamientos (Tabla 3). En general no hubo diferencias significativas en la disponibilidad forrajera entre tratamientos (excepto para el 11/10/05).
 
Tabla 3 Valores promedio y desvíos de la disponibilidad (Kg MS/ha) forrajera según tratamiento y fecha de muestreo.
 Peso de ovejas
Si bien las mayores ganancias de peso diario pre-parto de las ovejas correspondieron al tratamiento Campo Natural, debido a los altos desvíos de las medias (principalmente debido a los valores negativos en el tratamiento Mezcla) no hubo diferencias significativas (P= 0.345) entre tratamientos (Figura 10.1). Sin embargo, las mayores ganancias medias de peso diario post-parto se presentó en el tratamiento Mezcla (109 gr/día) aunque sin diferencias significativas respecto a los otros tratamiento (P= 0.698) (Figura 10.1). Estos resultados sugieren que a pesar que las ovejas hicieron un uso del suplemento entre 85 y 89% (Tabla 10.2), no se detectó respuesta en sus ganancias de peso debido probablemente a que existió sustitución en el consumo de pastizal natural de los campos. Los resultados también sugieren que la partición de nutrientes en ovejas recibiendo forraje con elevado porcentaje de fibra (Campo Natural y HENO) fue diferente al de las ovejas suplementadas con alimentos con mayor proporción de carbohidratos solubles (MEZCLA). Estas últimas aparentan haber destinado una mayor proporción de la energía metabolizable ingerida a recomponer tejidos musculares y/o reservas (de allí la aparente diferencia en peso corporal después de la parición), probablemente en detrimento de la producción de leche. Dichas diferencias en partición de nutrientes pueden haber surgido por probables asimetrías en las proporciones de ácidos grasos volátiles producidas por estos dos tipos de dieta (Campo Natural y HENO vs. MEZCLA). Es de esperar que en los animales del tratamiento MEZCLA la proporción acético:propiónico haya sido mas estrecha (proporcionalmente más acido propiónico) que la de los animales en los tratamientos Campo Natural (testigo) y HENO. Waterman et al. (2006) lograron incrementar el estado corporal de vacas de cría en pastizales naturales con forraje de baja calidad, proporcionando sales de ácido propiónico en los suplementos proteicos de dichos animales. Este aditivo produjo una disminución en la grasa butirosa de la leche de las vacas suplementadas pero mejoró su estado corporal y el intervalo de retorno a celo después del parto. Estos autores argumentaron que el incremento de acido propiónico disminuyó el catabolismo de grasas corporales y aumentó la sensibilidad de paredes celulares a la insulina, permitiendo mayor absorción de la glucosa en sangre por parte de los tejidos de las madres. Resultados similares se han logrado en vacas lecheras (Mandebvu et al., 2003). De modo que es de esperar que las ovejas de Campo Natural y HENO hayan catabolizado mas grasas corporales que las ovejas en el tratamiento MEZCLA. Es posible, también, que la proporción de grasa en la leche (y por ende el contenido calórico de la misma) haya sido mayor en los primeros dos grupos (Campo Natural y HENO) comparado con el grupo MEZCLA. Esto explicaría el motivo por el cual los corderos en el tratamiento MEZCLA tendieron a ser los más livianos y, podría ser además, la razón por la cual dichos corderos no presentaron mayores ganancias de peso comparado con corderos de los otros dos tratamientos.
Cabe señalar, además, que en los tratamientos que recibieron suplementos la posibilidad de acceso de cada individuo al alimento fue algo diferente. En los tratamientos HENO los animales tuvieron acceso a mayor espacio en los comederos (12 m de comedero para 52 animales) que los animales en el tratamiento MEZCLA (12 m de comedero para 70 animales). Es de esperar que interacciones antagónicas entre animales dominantes y subdominantes hayan sido mayores en el tratamiento MEZCLA y que por lo tanto las diferencias en ingesta entre individuos haya sido mayor en este tratamiento que en el tratamiento HENO.
 
Figura 1 Aumentos promedios de peso vivo (gr/día) de ovejas preñadas según tratamientos (Heno, Campo Natural y Mezcla). Barras indican el desvío estándar de las medias.
 Figura 2 Peso vivo promedio de las ovejas previo al momento de parto para los tratamientos de suplementación y en Campo Natural (testigo). Barras indican el desvío estándar de las medias.
Si se toma en cuenta el peso vivo de las madres previo al parto, se evidencia que este peso es levemente mayor para el tratamiento Campo Natural (Figura 2) pero sin mostrar diferencias significativas entre tratamientos (P= 0.265). Estos datos fueron superiores a los años anteriores si los comparamos con los pesos promedio de ovejas madres de la prueba de progenie de raza Corriedale (Mueller et al., 2005).
 Número de corderos logrados
El número de corderos logrados al momento de la señalada sobre ovejas preñadas fue levemente mayor para animales suplementados, pero sin detectarse diferencias significativas. Esto pudo deberse a que el peso de las ovejas preñadas al momento del parto fueron similares (Figura 2) y que las condiciones del pastizal natural poseían disponibilidades forrajeras buenas (Tabla 3) lo que determinó una asignación media diaria de 1,8 Kg MS/oveja/día en todos los tratamientos, la cual no fue limitante.
Los porcentajes de corderos logrados son mas altos que los obtenidos en el ensayo de simulación (Capítulo 9), dado que en este ensayo no se incluyeron borregas y que la totalidad de las ovejas madres estaban preñadas.
 

Tabla 4 Valores medios y desvíos del porcentaje (%) de corderos logrados en ovejas sin suplementación (Campo Natural) y suplementadas con Heno y Mezcla.
Peso de corderos
La suplementación no produjo diferencias significativas (P= 0.912) en el peso vivo promedio de los corderos en el momento del parto (Figura 10.3) y tampoco en la ganancias de peso vivo (Figura 4). Dichos resultados podrían deberse a diferencias en el uso de la energía metabolizable por parte de las ovejas (ver discusión en la sección "Peso de las ovejas").
 
Figura 3 Peso vivo promedio de los corderos en el momento del parto para los tratamientos de suplementación y en Campo Natural (testigo). Barras indican el desvío estándar de las medias.
 
Figura 4Aumento diario de peso vivo de corderos para los tratamientos de suplementación y en Campo Natural (testigo) desde el nacimiento hasta la tercera semana de noviembre. Barras indican el desvío estándar de las medias. 
Figura 5 Comparación de la finura entre tratamientos y entre fechas de muestreo
Análisis de la lana
Los análisis de lana realizados mostraron que no hubo efecto de la suplementación sobre los parámetros analizados. La Figura 10.5 muestra que no existen diferencias significativas entre los tratamientos. La ausencia de diferencias entre tratamientos a la esquila pre-parto (Septiembre 2005), permite realizar el análisis sin la necesidad de considerar covariables, ya que antes de imponer los tratamientos nutricionales las ovejas no presentaban diferencias en su finura promedio. El mismo comportamiento se manifiesta en los otros atributos analizados (coeficiente de variación de la finura e índice de confort). No existen diferencias significativas en el coeficiente de variación del promedio de finura, ni en el índice de confort, ni en los valores máximos o mínimos de la finura. Estos resultados pueden ser explicados por lo observado en el consumo y en el comportamiento de los pesos de los animales en los distintos tratamientos. El aumento en la disponibilidad forrajera del pastizal y la consecuente reducción de la carga efectiva, pudo haber determinado que la suplementación no cumpliese su rol primario de reducir las pérdidas de peso, sino que simplemente consistió en una fuente más de alimento sobre la cual los animales, seleccionaron y reemplazaron paulatinamente.
En conclusión, los resultados informados indican que la interacción entre la entrega de alimentos y la producción secundaria involucra procesos complejos que requieren ser estudiados con mayor detalle. En primer lugar, si bien este ensayo intentó producir diferencias en el plano nutricional de las ovejas (nivel de EM ingerido), no existió la posibilidad de cuantificar los gastos energéticos (nivel de EM erogado) en cada tratamiento. Por ejemplo, diferencias en el reparo disponible en cada uno de los potreros utilizados pudieron haber influido en los gastos energéticos derivados de la termorregulación, que para las condiciones primaverales de la Estepa Magallánica pueden ser significativos. Estas diferencias, en muchos casos, pueden eliminar mejoras esperables en producción secundaria entre tratamientos con ingesta teórica de EM contrastante. Por otra parte, diferencias en la actividad de las ovejas podría haber influenciado los resultados también. Es de esperar que las ovejas suplementadas hayan tenido menores restricciones de tiempo de pastoreo (es decir, más tiempo disponible para cosechar el forraje necesario para cubrir sus necesidades diarias) que las ovejas no suplementadas. Esto podría haberlas inducido a ser más selectivas y, probablemente, caminar mayores distancias que las ovejas del Campo Natural (testigo). Un mayor desplazamiento de las madres podría haber tenido consecuencias significativas sobre el desempeño productivo de las madres, pero principalmente de las crías. En segundo lugar, nuestro diseño posiblemente careció del nivel de detalle necesario para desentrañar las causales de bajos índices de señalada. Probablemente se deba replicar este experimento procurando cuantificar sobre individuos todos los parámetros del balance energético. Sería necesario, además, medir variables metabólicas que permitan entender mejor los procesos fisiológicos involucrados.
En términos generales, los suplementos tendieron a aumentar el porcentaje de corderos logrados, aunque no en la medida esperada. El uso del SAVANNA, debería ayudar a identificar nuevas hipótesis (variando niveles de actividad y condiciones abióticas, por ejemplo) que sin duda merecen ser exploradas en experimentos más detallados en los que se pueda hacer un seguimiento individual de los animales tratados.

Guillermo Clifton, Ivana Andrea Clich, Gustavo Jaurena, Ariela Cesa, José Larrosa, Víctor Culún y Daniel Barría
Facultad de Agronomía Universidad de Buenos Aires

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