sábado, 13 de noviembre de 2010

Buck continúa trabajando en el combate contra la Roya y el Virus del Mosaico Estriado

Sanidad que se encuentra en la semilla
Las condiciones de buena humedad presentes en esta campaña predispusieron la aparición de Roya de la Hoja en los cultivos de trigo. Sin embargo, en las líneas BUCK SY 100, SY 200 y SY 300 mostraron un retardo en la aparición y menor severidad de afectación, con el consecuente ahorro en el tratamiento con fungicidas.

Francisco Ayala, breeder de trigo de BUCK Semillas, explicó que estas líneas “demostraron tener genes de resistencia a algunas razas de Roya de la Hoja que las diferencian de las típicas variedades francesas introducidas hasta el momento”. La afirmación del técnico se basa en un trabajo realizado por el Ingeniero Pablo Campos, especialista en fitopatología del INTA, que muestreó todas las variedades de trigo en estado comercial, testeando la susceptibilidad o resistencia a las distintas razas de Roya de la Hoja. En este trabajo se verificó que los trigos SY de BUCK “si bien son susceptibles a la Roya de la Hoja, presentan resistencia a determinadas razas”.

“En ensayos propios ya veíamos un comportamiento diferente respecto del común de las variedades francesas, y a partir del trabajo de Campos pudimos confirmar que nuestros materiales SY, en especial SY 200 y SY 300, tienen una base genética diferente para lo que es resistencia a Roya de Hoja”, explicó Ayala. El beneficio de usar las variedades SY de BUCK radica en que el desarrollo de la enfermedad es menor y más lento. “Esto le permite al productor contar con más tiempo para tomar la decisión de aplicar un fungicida y eso es importante porque en materiales que son altamente susceptibles a la Roya puede haber infecciones tempranas, en macollaje o al final de macollaje, lo que implica importantes pérdidas”, comentó el breeder de la empresa.

“Bajo ningún punto de vista desaconsejamos el uso de fungicidas en estos materiales, porque está probado que en situaciones predisponentes para la enfermedad se pueden obtener incrementos de rinde de hasta 1.000 kilos”, aclaró.

Una aplicación hoy ronda los 300 kilos de trigo por hectárea, dependiendo de las formulaciones.
Entonces, el uso de líneas –como  las SY de BUCK- de alto potencial de rinde (superan fácilmente los 5.000 kilos, aunque productores de punta sacan habitualmente 7.500 kilos) y mejor comportamiento a Roya de Hoja no sólo permitiría una economía en los costos al evitar aplicaciones múltiples, sino demorar la decisión de la aplicación facilitando el manejo del cultivo.

Vale recordar que los materiales BUCK SY 100 –de ciclo intermedio-largo-, SY 200 –de ciclo intermedio- y SY 300 –de ciclo intermedio-corto- fueron lanzados este año, luego de comprobarse su excelente rendimiento y calidad comercial, superando a todas las variedades de germoplasma francés presentes hasta ese momento en el mercado. Las nuevas variedades están recomendadas para toda la región triguera, destacándose BUCK SY200 especialmente en la Subregión IV.

 “El tema de la calidad comercial de estos materiales no es menor, ya que sacan una ventaja muy clara en peso hectolítrico. Estamos hablando de 78 contra 74; 75 contra 70;  dependiendo del ambiente, son cuatro o cinco puntos que hacen una diferencia importante”, recordó Ayala.


Virus presente
Otro de los aspectos sanitarios que vuelve a tomar importancia en esta campaña es el del Virus del Mosaico Estriado del Trigo (WSMV por sus siglas en inglés).
Por eso, en BUCK Semillas “hemos estado investigando nuevos materiales con una fuente de resistencia derivada de Agropyron intermedium, una especie de gramínea emparentada con el trigo que presenta altos niveles de resistencia al WSMV. Los resultados obtenidos son alentadores, y es de esperar que en breve podamos ofrecer al productor triguero una alternativa de excelente adaptación y potencial de rinde con buen comportamiento frente al WSMV”, anticipó el especialista.
El resultado surge de un programa de intercambio de germoplasma que tiene BUCK Semillas con el criadero estadounidense Agripro. “Recibimos materiales preliminares,  líneas derivadas de la fuente de resistencia y las probamos por varios años, logrando una línea que fue seleccionada localmente por su buena performance agronómica, evaluada en ensayos avanzados”, aseguró Ayala.
Este virus y su vector asociado (Aceria tosichella), un ácaro diminuto de forma alargada, ya era bien conocido en Estados Unidos por ser el causante de cuantiosas pérdidas en los cultivos de trigo en los años 1949 y 1951.
Actualmente el problema está instalado en las principales regiones productoras de trigo del mundo, en tanto en la Argentina se lo identificó por primera vez en el 2002, habiéndose registrado la primera infección importante en el sudeste bonaerense en el año 2007.
“En los años 2008 y 2009 la enfermedad también estuvo presente, aunque con menor intensidad; mientras que en esta campaña se vuelven a observar síntomas en diversos lotes, desde moteados leves hasta estriados severos con enanismo pronunciado, aunque el grado de difusión no está claro aún”, reconoció Ayala.

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